DVUS desarrolló panel internacional sobre la comunicación y cultura como eje de la transformación posemergencia por COVID-19

Con el objetivo de compartir reflexiones desde la función de vinculación Universidad-Sociedad ante el COVD-19, la Dirección de Vinculación Universidad-Sociedad de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) desarrolló un panel internacional sobre la comunicación y cultura como eje de la transformación post emergencia del COVID-19 con la participación de destacados académicos.

El evento contó con el apoyo de los siguientes académicos: Paula Gambino, secretaria de Extensión de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata en Argentina; Alexandra Paolini, prosecretaria de Extensión Cultural del Instituto Universitario Patagónico de las Artes en Argentina; Luis Barreras, secretario del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Avellaneda (UNDAV); y Mario Hernán Mejía, director de Cultura de la UNAH, entidad anfitriona de la actividad.

Reflexiones de los ponentes

Las ideas de los expertos giraron en torno al concepto de comunicación o más bien a una redefinición de este. Y es que la comunicación en la gestión en extensión universitaria implica la integralidad de las diferentes funciones de la Academia que son: investigación-docencia-extensión. Además conlleva una integralidad comunitaria, interdisciplinaria y de la gestión (intra y extrauniversitaria).

Otro de los puntos de discusión fue el tema de gestión/producción en el sentido de la extensión o vinculación universitaria.

La académica Paolini explicó que desde la perspectiva de la Universidad que ella representa, los proyectos de extensión se sienten como la puesta en escena del día a día que se vive en la formación educativa. “Y en ese sentido, considero que esta pandemia nos permitió encontrarnos y ayudarnos a que logremos una sostenibilidad de los proyectos de extensión o vinculación que se desarrollan”, acotó Paolini.

Para dejar en claro el fin de la extensión o vinculación, durante su intervención Paolini citó el trabajo de Humberto Tommasino y Agustín Cano sobre los modelos de extensión universitaria en las universidades latinoamericanas en el siglo XXI: tendencias y controversias, “Al revisar los fines de la extensión crítica se pueden reconocer dos objetivos dialécticamente relacionados. El primero se vincula con la formación de los universitarios y la posibilidad de establecer procesos integrales que rompan con la formación profesionalista alejada de un criterio de compromiso social de los graduados universitarios… En segundo lugar, en su dimensión política, esta perspectiva de la extensión se propone contribuir a los procesos de organización y autonomía de los sectores populares subalternos intentando aportar a la generación de procesos de poder popular”.

Por su parte, la académica de Mar del Plata, Paula Gambino, refirió que la extensión ha sido un pilar fundamental para el desarrollo, pero reconoció que es necesario romper con la creencia de que la comunicación en la universidad se puede llevar a cabo en determinadas áreas con aislamiento de otras, así como la falacia de que solo al eje de extensión le compete el compromiso social.

“Debemos pensar en cómo desarrollar las estrategias de comunicación con la sociedad. Es decir que en la extensión debemos tomar en cuenta ciertas formas de socialización y potenciar nuestras acciones desde la vinculación y desde otros ámbitos que impliquen una relación con la sociedad”, apuntó Gambino.

El representante de la UNDAV, Luis Barreras, agregó que un punto muy importante a considerar es la democratización al derecho del conocimiento, entendido no solo como la apertura de las instalaciones del campus, sino la intromisión del deseo de querer asistir a la universidad.

“Hoy en día tenemos datos que el 80 por ciento de nuestra población estudiantil constituye la primera generación de estudiantes universitarios en sus familias; y eso es muy grato”, enfatizó.

Según la DVUS-UNAH, la cultura y la comunicación están relacionadas en mediaciones y condicionantes, y el modelo educativo no debe entenderse fuera de esta dualidad (cultura-comunicación). Asimismo, el sistema educativo debe considerarse en función de la pluralidad e identidad cultural, la homogeneidad y heterogeneidad y la mediación de los medios de comunicación; a partir de lo cual el debate no solamente sería cultural sino político, ético y epistemológico en función de un sistema social patriarcal, capital y colonialista.

Así que en nombre de la UNAH, el académico Mario Mejía insistió en que hay una necesidad de mayor integración de las funciones que ejerce la universidad. Y es que al revisar las funciones de la Academia, está la investigación, docencia y vinculación como funciones estratégicas y sustanciales, y a la par de estas se reconoce la función cultural.

Mejía explicó que la cultura viene a ser un proceso de creación colectiva (no individual), es plural (admite diversidad de pensamientos) y es aprendida (de manera intergeneracional).

“La cultura se relaciona con la vinculación en el sentido de que no se trata que la universidad solo extienda el servicio a la comunidad y esta lo reciba pasivamente sino que la universidad se nutra de este conocimiento. La cultura es un concepto dinámico de ida y vuelta, y esto lleva a vincularlo con el elemento de la Política Cultural Universitaria”, finalizó el director de Cultura de la UNAH.

 

Fuente: Presencia Universitaria