COMPROMISOS DEL PROFESOR UNIVERSITARIO


Dr. Ramón Romero

Profesor de la UNAH

17 de septiembre de 2016

 Día del Maestro en Honduras


Ser académico en la Universidad es un modo de vivir y no sólo un trabajo para obtener el sustento. Apostolado llamó José Martí al hacer  de un profesor y entendió que es dedicar la vida al crecimiento de los demás, al logro de su plenitud. ?Ser cultos para servir? fue un ideal suyo. Herederos de esa actitud moral, pensamos que un profesor, un académico de la Universidad es alguien que, al asumir esta actividad de manera libre y consciente, hace suyos los siguientes compromisos:

 

1.  Respetar la dignidad de cada persona y los derechos de todos, sean estudiantes, profesores o cualquier otro ser humano, sin discriminación de ningún tipo y con mentalidad abierta, desprejuiciada, comprensiva y tolerante respecto a distintas maneras de ser y pensar, como a las opciones de vida que cada persona ha elegido para sí.


2.  Ser persona de diálogo; racional y flexible. Mantener una actitud atenta, crítica y analítica ante cualquier opinión. Promover la deliberación serena y profunda como el mejor medio para aproximarse al conocimiento, construir acuerdos e identificar y tratar diferencias. Facilitar los equilibrios que den lugar a la unidad en la diversidad.

 

3. Honrar y promover el carácter laico de la educación pública y de la Universidad, pues la educación científica y humanista carece de contenidos e interpretaciones religiosas. Respetar además el derecho de todas las personas a la libertad de conciencia, esto es, a optar en su vida privada por cualquier fe religiosa o por ninguna.


4. Estudiar su disciplina o área de conocimientos con intensidad y constancia, para ser un académico cada vez más competente. Estar consciente que la condición de profesor universitario lo acerca a la frontera del conocimiento; que este está en permanente y acelerada transformación y que no hay vía regia para la ciencia, pues sólo abrevan en sus fuentes quienes mantienen un esfuerzo intenso y continuado.


5.  Impulsar desde su disciplina la colaboración e interacción con otras áreas del conocimiento, fortaleciendo el trabajo académico interdisciplinario y transdisciplinario en la comunidad de profesores y estudiantes. Usar dos instrumentos clave de la actividad académica para impulsar la interdisciplinariedad: la diversidad metodológica y la complementariedad de los saberes.


6.  Ser culto. Cultivar conocimientos diferentes a los de su área profesional y desarrollar diversos potenciales propios. Proveerse de una cultura general sólida, que le permita comprender las amplias dimensiones de lo humano e interpretar la complejidad e interacción del mundo en que vive, con sus grandes temas y problemas universales. Cobrar distancia del bárbaro ilustrado, que sabe mucho de muy poco e ignora demasiado sobre lo demás.


7.  Pensar por sí mismo y de manera creativa. Distanciarse de los dogmas, las imposiciones, los convencionalismos, los clisé, las ideas ligeras o poco sustentadas, y de someter el pensamiento a conveniencias o intereses. Orientar su manera de pensar por las ciencias y la filosofía. Al observar la realidad, diferenciar en ella lo aparente y lo  esencial. Buscar la verdad en la esencia, no en la apariencia.

 

8. Descubrir o crear vínculos entre el pensamiento y la  acción, entre la teoría y la práctica. Derivar desde las teorías propuestas de acción y soluciones a problemas propios de la realidad en que se actúa. Luego inferir desde la práctica los conocimientos que posibiliten el mejoramiento de la teoría, que a su vez enriquecerá de nuevo la práctica, en un proceso ascendente y complejo, no lineal ni mecánico.

 

9. Educar integralmente a sus estudiantes, asumiendo una doble dimensión de su labor educativa: profesionalizarlos con alto nivel académico, posibilitándoles aprendizajes que aporten de manera decisiva a su mejor formación científica, técnica y humanista. Por otra parte, orientarles para la vida, aportar a su ética y contribuir con su formación ciudadana. La libertad de cátedra crea los espacios para ejercer la educación integral.

 

10. Estimular en sus estudiantes el pensamiento crítico. Que aprendan a pensar por sí mismos; a analizar y razonar con propiedad todos los asuntos. Enseñarles a rechazar las ?verdades? dogmáticas y a no  aceptar aquellas que, fundadas en el poder o la autoridad de cualquier tipo, se les pretenda imponer. Proponerles que tengan por cierto aquello que en su conciencia luzca racional y objetivo.


11.  Investigar, buscar la verdad y la innovación a través de la investigación académica. Integrarse en equipos y proyectos de investigación disciplinar e interdisciplinaria. Inducir a sus estudiantes a participar en experiencias de investigación  que estimulen su curiosidad científica y los ponga en el camino del descubrimiento, la creatividad y la innovación.


12.  Participar en programas y proyectos académicos de vinculación con la sociedad, orientados a compartir conocimientos con sectores no universitarios para ejecutar propuestas, prever dificultades, resolver problemas, perfeccionar los propios conocimientos académicos y ejercer la solidaridad, en un permanente intercambio de saberes entre la universidad y la sociedad. Estimular en estos procesos el compromiso de los universitarios con la transformación de la nación, centrada en la superación de inequidades y vulnerabilidades sociales y ambientales.

 

13. Ser leal y transparente con la Universidad, sus estudiantes, profesores y autoridades. Actuar en beneficio de toda la comunidad universitaria. Si en determinados asuntos se disiente con otros sectores universitarios, no temer ni rehuir la polémica ni las discrepancias, sino asumirlas, expresarlas y conducirlas con responsabilidad, prudencia, tolerancia y voluntad de resolver los problemas.

 

14. Impulsar lo público, en su doble dimensión de convivencia social y fortalecimiento del Estado. Orientar sus conocimientos a la construcción de un Estado representativo del interés general de la sociedad, que ejerza las funciones públicas con eficacia, transparencia y equidad. Reconocer que la universidad pública y autónoma es el Estado en educación superior. Fortalecer el carácter público y autónomo de la Universidad.


15. Profundizar su identidad universitaria, nacional, latinoamericana y global, aportando con lealtad y desinterés sus ideas, críticas, propuestas y acciones para la transformación de la universidad, la nación, la región y el mundo. Los académicos universitarios tenemos el compromiso de aportar al pensamiento propio sobre el ser colectivo, procurar la integración de todos los sectores en un grande y legítimo proyecto de transformación integral y pensarnos como ciudadanos planetarios a quienes nada humano nos es extraño, abiertos a la interculturalidad global y co-responsables de lo que sucede en el mundo.