Por Yuri Yadira Vargas Elvir, Presencia Universitaria
Desde que inició la actual pandemia, el ejercicio profesional y cualquier intercambio social se ha convertido en un verdadero riesgo de contagio en casi todos los ámbitos, sin ser la prestación de servicios odontológicos la excepción.
En el marco del Primer Congreso Virtual Multidisciplinario de Odontología, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el doctor Renato Cruz, docente de la Facultad organizadora del evento, impartió este lunes 3 de agosto la conferencia “Importancia de una historia clínica en la atención del paciente en época de COVID-19”, a través de la cual compartió con los participantes algunos consejos que se deben tomar en cuenta.
De acuerdo con el expositor, todos los pacientes están contaminados, sin excepción, aun sin ningún nexo epidemiológico, hasta que se demuestre lo contrario, por lo que el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad es indispensable al momento de brindar atención odontológica.
Al respecto, resaltó la importancia de que los odontólogos utilicen barreras de protección como guantes, mascarillas, gafas protectoras, gorro y ropa de trabajo, así como el uso de enjuagues bucales previos a cada consulta, con colutorios como peróxido de hidrógeno al 1% o povidona al 0.2%, durante un minuto.
Otra de las medidas de prevención que no pueden obviarse es el uso de instrumental rotatorio con sistema antirretorno, alcohol en gel, pañuelos desechables y limpieza y desinfección de las superficies de trabajo, además de la colocación de un área de lavado de manos y rostro, y una caja para objetos punzantes.
A las anteriores se suma la colocación de pediluvio a la entrada a la clínica y de un basurero accionado por pedal en su interior, la separación de las sillas a un metro por persona en la sala de recepción y el retiro de todos los objetos no necesarios, incluyendo revistas y periódicos, así como el uso de agentes como hipoclorito de sodio, amonio cuaternario y alcohol.
Historia clínica
El equipo de protección personal del cirujano y su auxiliar para atender pacientes con coronavirus o sospechosos, debe estar conformado por una mascarilla N95 o N99 y en su defecto, quirúrgica o respirador.
El estado de salud de estos últimos puede determinarse a través de la historia clínica, la cual debe especificar los datos personales, síntoma principal, historia de la enfermedad actual, antecedentes personales, familiares y sociales. Adicionalmente deben ser examinados para incluir el diagnóstico y tratamiento.
Cruz recordó que el único fármaco validado para tratar el COVID-19 es el Remdesivir, cuyo tratamiento está recomendado sobre cualquier otro retroviral para pacientes hospitalizados graves. La hidroxicloroquina, mientras tanto, solo debe ser usada para ensayos clínicos controlados, al igual que el plasma de pacientes recuperados.
Los actos inaugurales del congreso, que se realizará del 3 al 7 de agosto, de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, fueron presididos por el rector Francisco J. Herrera Alvarado, quien aplaudió la iniciativa de la Facultad de Odontología para desarrollar este tipo de eventos “trascendentales”.
Por su parte, el decano Miguel Flores manifestó que este tipo de espacios contribuyen a fortalecer el conocimiento científico y evidencian en trabajo de la Academia durante la pandemia, que a pesar de las adversidades no se detiene.
Asimismo, agradeció a los profesores, estudiantes, egresados, ponentes nacionales e internacionales, patrocinadores, entre ellos el Colegio de Cirujanos Dentistas de Honduras, y a las diferentes instancias de la UNAH que han apoyado en la organización, desarrollo y promoción del evento.
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