Estudiante del TUAB emprende repostería artesanal en Aldea de Tapatoca, Choluteca
La pastelería Casriv se ubica en la aldea de Tapatoca, en el sur del país.

Por Katherine Eunice Ramirez Rivas, Presencia Universitaria 

"Creo que como todas las personas que comenzamos a emprender, iniciamos con miedo, pero siempre visualizando un objetivo, que es brindar un producto y lograra que el cliente siempre quede satisfecho con lo que está comprando", esta es la visión de Máximo Rivera, estudiante por egresar de la novena promoción del Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas (TUAB), quien inició un negocio de repostería en la aldea de Tapatoca, en el sur del país.

“Pastelería Casriv” fue un emprendimiento desarrollado días antes de la pandemia del COVID-19 y sin embargo se ha mantenido abierto este debido a la demanda que necesitaba esa aldea y que está supliendo y mejorando cada día el futuro egresado del TUAB.

"Mi negocio surge por una idea de mi papá, que al ver que yo hacía pasteles ricos, me dijo que por qué no hacía para vender y yo le tomé la idea y comencé como a la semana que me dijo, el 1 de marzo de este año", recordó. 

Aunque se encuentra cursando las últimas clases de esta carrera corta, no había podido desarrollar la experiencia necesaria para incursionar en la repostería, pero con el pasar del tiempo se ha cumplido ese refrán popular de que la práctica hace al maestro, en donde Castro se encuentra aprendiendo e innovando en su pastelería.

"Comencé sin tener experiencia en el ámbito de la repostería, tenía un leve conocimiento, pero no el necesario para comenzar a emprender, pero de igual manera lo tomé como un reto de prepararme; durante este recorrido he adquirido más conocimientos y experiencia propia", señaló el futuro profesional. La peculiaridad de este negocio es que los pasteles se cocinan en un horno artesanal hecho de barro con fuego a base de leña que provee un sazón diferente a la cocción del pan.

Este emprendimiento ha sido bien recibido por el pueblo de Choluteca, en donde recibe agradecimientos por el excelente trabajo elaborado en cada pastel vendido. “Uno de los logros más bonitos que puedo tener es que el cliente se sienta complacido. He logrado en gran parte ese objetivo en el que el cliente quede satisfecho por lo que compra, me siento feliz porque a pesar de emprender en una aldea se ve la demanda que ha surgido de marzo hasta la fecha”, indicó el estudiante y dueño del negocio.

Creación

El estudio en el Técnico Universitario y la innovación en la pastelería ha permitido que Castro se especialice en esta área y desarrolle sus propias creaciones en pan para brindar un único sabor a los ciudadanos de Choluteca.

"Mis estudios en el TUAB me han servido mucho para afrontar las pruebas que surgen en el camino, las cuales me han ayudado para crear mi propia receta del pan que estoy haciendo para mis pasteles, es una receta muy propia", destacó.

Agradecimientos

Para cruzar la línea de tener una idea de negocio y que sea una realidad se necesita mucha confianza en sí mismo, junto los conocimientos obtenidos, más esfuerzo y sobre todo apoyo incondicional, mismo que recibió Máximo para decidirse a emprender y que hoy reconoce.

"Agradecido con Dios por su gran compañía en este camino y por todas sus bendiciones, sin él no estaría donde estoy, y muy gratificado por el apoyo de mi madre, quien ha sido mi pilar, enseñándome ser persistente; siempre ha estado para decirme: ¡sí puedes hacerlo!", comentó este próximo chef.

Finalizó diciendo: "Gracias a todas esas lindas personas que me han ido recomendando con conocidos de ellos... Considero que sin todas estas ayudas no hubiera seguido, ya que hubo muchos días en que casi tiraba la toalla, pero seguí y seguí hasta lograr mi objetivo".