Por Christian Juárez, Presencia Universitaria
Desde el 2 de noviembre, fecha en que el huracán Eta azotó nuestro país, se han registrado cuatro homicidios múltiples donde perdieron la vida 12 personas. El último de estos hechos se dio en Omoa, Cortés, donde tres personas perdieron la vida.
En lo que va del año se han registrado 47 homicidios múltiples que han dejado un saldo de 168 víctimas. De estas, 38 personas son mujeres, explicó la licenciada Migdonia Ayestas del Observatorio de la Violencia, adscrito al Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Vale la pena destacar que 40 de los hechos violentos y 137 de las muertes en estos casos se han dado a lo largo de la pandemia por COVID-19.
Ayestas resaltó que, comparado con el año pasado, existe una reducción del 19%, en la cantidad de homicidios múltiples que se han dado y de un 16% en el número de víctimas de estos hechos violentos.
Se estima que el 57.4% de los homicidios múltiples se dan en el área urbana y el 42.6% en el área rural del país, siendo el Distrito Central el municipio con 5 casos y 55 víctimas a causa hechos violentos de este tipo, seguido por San Pedro Sula con 4 eventos y 12 víctimas, y Choloma con 3 eventos y 9 víctimas.
Si la mayoría de los homicidios múltiples se dan en el área urbana puede ser a causa del alto índice de criminalidad, donde la mayoría de los móviles están relacionados con la extorsión, la demostración de poder, por encargo para mandar mensajes. En ese sentido, Ayestas comentó que por el nivel frialdad y crueldad con el que se llevan a cabo estos hechos violentos, pueden ser atribuidos al crimen organizado.
Otros municipios donde se han registrado homicidios múltiples son: Marcala, Puerto Cortés, San Francisco de Atlántida y Yoro. De acuerdo con Ayestas, esto es preocupante debido a que se puede observar una correlación entre la expansión del crimen organizado en el territorio nacional y el crecimiento en el porcentaje de homicidios múltiples en zonas donde muchas de estas masacres se daban por riñas de territorios o por peleas de cantina.
En lo que va del año se han acumulado aproximadamente 3,000 muertes de forma violenta.
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