Por Christian Juárez, Presencia Universitaria
El Centro de Arte y Cultura (CAC), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), realizó un conversatorio sobre la inocuidad y almacenamiento de alimentos, en el programa Cocina Virtual, a cargo de Gastro-UNAH. La panelista invitada para esta transmisión fue la Licda. Claudia Martínez, quien es docente del Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas (TUAB) del Instituto Tecnológico Superior de Tela (ITST).
A lo largo de la conferencia Martínez ilustró a la audiencia sobre la importancia de los cuidados que deben tener con los alimentos en los procesos de compra, limpieza, desinfección y almacenamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inocuidad de los alimentos engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad posible de los alimentos. Las políticas y actividades que persiguen dicho fin, deberán de abarcar toda la cadena alimenticia, desde la producción al consumo. Este recorrido que los alimentos tienen, desde el lugar donde son producidos, hasta llegar a su consumidor, puede representar un gran riesgo de contaminación en caso de no ser trasladados de manera adecuada.
Existen dos tipos de productos alimenticios, los perecederos, que son aquellos que necesitan condiciones particulares de transporte (como refrigeración) para evitar su caducidad; y también están los no perecederos que no necesitan condiciones especiales para evitar su caducidad. Ambos tipos de alimentos podrían estar expuestos a plagas y distintos tipos de suciedades, por lo que es importante conocer el origen de los proveedores, para identificar si se están siguiendo los controles que aseguran el consumo sin riesgo de los alimentos.
La experta Martínez expresó, que en estos tiempos de pandemia por COVID-19 es importante tener un protocolo de limpieza y desinfección de los alimentos, al momento de regresar a casa con las compras. Dicho protocolo consiste en lo siguiente:
- Colocar los productos en una superficie que sea fácil de desinfectar posteriormente.
- Descartar las bolsas donde venía el producto, de preferencia llevar una reutilizable para evitar el uso constante de bolsas plásticas.
- Lavar sus manos con agua y jabón después de tocar las bolsas y retirar los productos.
- Desinfectar los productos de acuerdo al protocolo establecido.
- Descartar los plásticos o recipientes donde venían los productos.
- Lavarse las manos nuevamente.
- Lavar y desinfectar el área donde estuvo la bolsa con los productos.
- Almacenar correctamente los productos, según su tipo.
Es importante destacar que, en el caso de las frutas y los vegetales, es necesario realizar un proceso de limpieza previo a desinfectarles, pues en muchos casos estos productos traen tierra o cualquier otro tipo de residuo ajeno a la superficie natural del alimento.
Según Martínez, para desinfectar las frutas y vegetales lo más recomendable es utilizar cloro, por lo fácil que es adquirirlo y por su efectividad eliminando gérmenes y bacterias. Asimismo, destacó que, es sumamente importante leer la etiqueta antes del uso del cloro, para realizar un correcto proceso de disolución del cloro en el agua, evitando así una posible contaminación química de los alimentos. Recomendó dejar los alimentos reposando 10 minutos en la solución de cloro, para poder eliminar cualquier carga viral que pudieran tener.
Al finalizar la limpieza y desinfección de los alimentos, se procede al proceso de almacenamiento, en el cual los distintos alimentos son almacenados dependiendo de sus necesidades para evitar su caducidad. Para almacenar correctamente los alimentos es necesario que no se encuentren húmedos o con residuos de humedad, porque esto acelera su proceso de descomposición.
Para conservar la comida en refrigeración se deben considerar los recipientes, estos deben estar totalmente sellados para evitar la transmisión de olores.
La recomendación más importante es conocer las diferentes señales de descomposición de las frutas y verduras, para evitar comprar alimentos en mal estado o que se encuentren prontas a iniciar su proceso de descomposición.
Según datos de la OMS, las infecciones diarreicas, son las más asociadas al consumo de alimentos contaminados, hacen enfermar cada año a un aproximado 550 millones de personas y provocan 230,000 muertes.
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