La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) es un lugar lleno de historias y muchas de ellas, además de solo ser contadas, han sido vividas por empleados que por más de cuatro décadas han prestado sus servicios en favor de la comunidad universitaria. Estas son las historias de Luis Manuel Sevilla, María del Carmen Rodríguez y Matías Sarmiento Dubón, colaboradores "PUMAS" a punto de gozar de su merecida jubilación.

Luis Manuel Sevilla

Luis Manuel Sevilla Larios, actual administrador general de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, es uno de los empleados con mayor antigüedad dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), al arribar este año a sus 53 años de servicio a favor de la comunidad universitaria.

“Lusito”, como lo conocen popularmente sus mejores amigos, durante estas cinco décadas ha demostrado que cuando se constituyen metas bien definidas se puede crecer en el ámbito laboral como académico.

“Yo entré a trabajar en la UNAH en el año de 1968, actualmente estoy cumpliendo 53 años de trayectoria, me he desempeñado en varios puestos, mi primera función fue de conserje, luego pasé al área donde funcionaban los mimógrafos, máquinas de impresión donde se tiraban las guías de estudios, exámenes, ente otros documentos de la facultad. Además, estuve a cargo del Almacén de Cristalería de Equipo, por otra parte, fui el encargado del Almacén de Reactivos Químicos”, relató el funcionario.

Amplió que, como él consiguió de base el título de perito mercantil y contador público esto le permitió alcanzar el cargo de oficial administrativo en dicha unidad académica y que posteriormente obtuvo el cargo de administrador general de la Facultad de Química y Farmacia.

“Tuve la oportunidad de acompañar a diferentes decanos, uno de ellos fue excelentes otros no tanto, debido que culpaban al administrador cuando no se daban a tiempo los procesos de compras, las contrataciones, los pagos, etc. Esto ocurría porque desconocían del mecanismo de contratación del Estado, que son mecanismos engorrosos”, agregó.

Dentro de las anécdotas contadas por “Lusito” fue que para el año de 1978 tuvo que ser hospitalizado por el término de tres meses en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) al sufrir un accidente al destapar un frasco de ácido nítrico, incluso le tocó viajar a México para su recuperación.

Ámbito académico

En el ámbito académico resaltó que, con el apoyo de Dios y la motivación de su mejor amigo, el ingeniero Rodman Lennín Palma, logró continuar con sus estudios a nivel superior, que un inició decidió estudiar la Carrera de Químicas y Farmacia, sin embargo, debido a su compromiso con la Universidad solo pudo llegar hasta el segundo año de carrera.  

Continuó relatando que otras de las carreras que intentó estudiar en la UNAH fue la Carrera de Administración, sin embargo, tuvo que asentarse de las aulas de clases por el término de diez años y que al final decidió cambiarse a la Facultad de Ciencias Jurídicas donde obtuvo su título de abogado en el año de 1989.

“Estoy muy agradecido con la institución, aquí pasé mi adolescencia, mi etapa de juventud, de adulto y mi mayoría de edad. Ahora que estoy a pocos meses de retirarme a mi jubilación, en el interior escucho una voz que me dice -aún no te vayas- pero tengo que hacerlo, porque aún me siento fuerte para hacer varias cosas, entre ellas dedicarme al derecho”, manifestó Luisito.

Resaltó que el mejor consejo que le puede dar a las nuevas generaciones de estudiantes y empleados de la UNAH es que busquen de Dios. “Dios es una ayuda enorme para todo, en el hogar, en el trabajo, en el estudio, así que los animo que busquen de Jesucristo, y ya verán que todas las cosas vendrán por añadidura”, agregó.

María del Carmen Rodríguez

Con más de 40 años de trabajar en diferentes puestos dentro de la Máxima Casa de Estudios, otra de las empleadas próximo a jubilarse de la UNAH, es el caso de María del Carmen Rodríguez, auxiliar de oficina, en la oficina de Becas del Área de Desarrollo Humano de la Vicerrectoría de Orientación y Asuntos Estudiantiles (VOAE).

“En mi caso yo ingresé a la Alma Mater en el año de 1979, inicié haciendo un período de maternidad de una empleada de aseo, para esa época yo contaba con apenas 17 años de edad, recuerdo que mi mamá tuvo que solicitar un permiso laboral ante el Ministerio de Trabajo. 26 años después pasé al cargo de conserje en la VOAE y posteriormente en mi actual cargo, en cada uno de los puestos he aprendido muchísimo gracias a la oportunidad que me ha brindado la institución”, indicó la empleada de la UNAH.

Dentro de sus experiencias de éxito relató que fue cuando le tocó liderar el área de transporte en dos de los eventos más importantes para la UNAH: los XVII Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos y del Caribe (Oducc Honduras 2013) y en el Festival Interuniversitario Centroamericano de la Cultura y el Arte (Ficcua Honduras 2015).

Matías Sarmiento Dubón

Matías Sarmiento Dubón, administrador general de la Facultad de Odontología, es otro de los empleados que está próximo en retirarse de la Universidad, al cumplir 40 años de servicio en la Máxima Casa de Estudios del país.

“Yo entré a trabajar en la UNAH en el año de 1982 con el cargo de cajero general de la Facultad de Odontología, para esa época estaba a cargo el decano Raúl Antonio Santos Maldonado, luego él fue uno de los rectores de la UNAH. Para el año 1986 se jubila el administrador de esta facultad por lo que sometieron a concurso dicha plaza y gracias a Dios yo gané el concurso”, explicó el funcionario.

Resaltó que durante su estadía en la Universidad le tocó enfrentar buenos momentos como altibajos, sin embargo, dijo estar muy agradecido por esta oportunidad que le dio la vida de formar parte de la mejor universidad del país y que ahora está a la espera para disfrutar de su jubilación.

Anécdota

Una de las anécdotas comentadas por Matías fue que a él le tocó vivir el traslado de la Facultad de Odontología del edificio de las Ingenieras al edificio que ahora se conoce como edificio G1.

“En los 80´s la facultad operaba en el primer nivel del edificio de las Ingenierías, para ese entonces se conocía como el edificio de Desarrollo Físico, para el período del rector Oswaldo Ramos Soto se dieron a conocer los planos del actual edificio G1, obra que fue supervisada por el decano Eduardo Villeda Soto, que en paz descanse. Para esa época la UNAH no contaba con medios de transporte, y para trasladar todo el equipo de la Facultad a las nuevas instalaciones tuvieron que venir unos camiones del ejército, gracias a la gestión de algunos docentes que trabajaban para ambas institución, recordemos que para esos años estaba prohibido el ingreso de la policía o los militares a la UNAH, sobre todo porque aún existía el servicio militar obligatorio, ese hecho de la presencia de los camiones en la Universidad dejo a muchos con la boca abierta”, recordó el administrador de la dicha facultad.

Agregó: “Mi mensaje para los nuevos empleados de la UNAH es que siempre den su mayor esfuerzo para la institución, ya que es una de las instituciones más nobles del país, en mi caso particular me permitió trabajar como obtener mis títulos en Contaduría Pública, una especialidad en Reforma Curricular, obteniendo la máxima mención honorífica que brinda la UNAH, la medalla Summa Cum Laude, además, me permitió estudiar en otra universidad una especialidad en mercadotecnia”.