Profesionales exponen iniciativas encaminadas a asegurar el agua para toda la población hondureña

Periodista Nadia Mendoza, Presencia Universitaria

En el marco del Día Internacional del Agua, la Escuela de Biología organizó un encuentro científico con académicos y funcionarios del gobierno para discutir sobre la importancia de este vital líquido y las iniciativas de gestión para garantizar su acceso y calidad.

En el evento se desarrolló una mesa redonda en donde el viceministro de la Secretaría de Recursos Naturales (Serna), Malcolm Stufkens, señaló la importancia de recuperar lo público y fortalecer la investigación científica para actualizar la información en torno al recurso hídrico.

Al respecto, el funcionario informó que la decisión de intervenir el Lago de Yojoa se basó en información científica, por lo que hizo hincapié en la importancia de desarrollar investigación que permita tomar mejores decisiones. Asimismo condenó el hecho de que existan empresas que contaminen el agua y no se responsabilicen por ello.

“No puede ser que un sistema productivo siga contaminando los recursos hídricos sin tener que pagar para resarcir ese daño, eso es lo que tenemos que cambiar, y solo con información producto de las investigaciones es que vamos a poder actualizar la legislación y asegurar ese recurso vital para toda la población y así hablar de un desarrollo real y un bienestar de nuestra sociedad”, expresó.

Destacó la creación del gabinete ambiental, que por primera vez forma parte de un gobierno, así como la recuperación del Centro de Estudios y Control de Contaminantes, unidad adscrita a la Serna que desarrollaba importantes investigaciones, pero que en administraciones pasadas se fue debilitando.

“Estamos trabajando en recuperar este centro para comenzar a hacer muchas más investigaciones que se puedan traducir en el mejoramiento de las normativas, debemos levantar estándares en el país, no podemos seguir con estándares de hace 20 años”, acotó Stufkens.

La mesa redonda también contó con la participación de la investigadora y exdocente de la Carrera de Microbiología, Lourdes Henríquez, quien compartió algunos aportes que desde la academia se han realizado para contribuir con la calidad del agua.

“Hemos trabajado en calidad microbiológica del agua, generando mucha información sobre indicadores presentes de contaminación en diferentes fuentes de agua, y hemos identificado la importancia de mejorar los indicadores de calidad, reconocemos que la norma está un poco desactualizada”, manifestó.

Comentó que hay nuevos indicadores en el mundo que sugieren otro tipo de eventos que están provocando la contaminación de las fuentes de agua y la modificación de la ecología en los diferentes nichos acuáticos.

“Nos hemos dedicado a caracterizar molecularmente esas cepas de Escherichia coli (bacterias), las cuales van cambiando de acuerdo a las condiciones ambientales… Otro tema que hemos investigado es relacionado con la cianotoxicinas”, refirió Henríquez.

Amplió que realizaron un estudio reciente en el Lago de Yojoa, en el que diferenciaron la presencia cianobacterias que están produciendo cianotoxinas. “Nuestra contribución consiste en desarrollar técnicas moleculares para contribuir a generar conocimiento que abone a la toma de decisiones”, expresó la investigadora.

Por su parte Tania Peña, coordinadora del Centro Experimental e Innovación de Recursos Hídricos, destacó el trabajo de la Facultad de Ciencias en torno al agua, creando iniciativas como este centro, desde donde se desarrollan investigaciones y capacitaciones orientadas a contribuir con la gestión y cuidado del agua.

Para Peña, es necesario estudiar el agua en todo su campo y de manera conjunta con otras disciplinas del conocimiento, “solo así vamos a poder lograr pasar de hablar de cuencas a grandes masas de agua, porque cuando hablamos de masas hablamos de las calidades intrínsecas del medio, para asegurar este vital líquido para las próximas generaciones”, explicó la académica.

Datos mundiales

En el 2015, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se planteó el reto que para el año 2030 toda la humanidad deberá tener acceso al agua y al debido saneamiento, lo que se perfila como una utopía considerando que en la actualidad 2,200 millones de personas viven sin agua, de acuerdo con los datos brindados por el decano de la Facultad de Ciencias, Alejandro Galo.

“Según datos fidedignos, los gobiernos deben acelerar el proceso hasta trabajar a un ritmo de cuatro veces superior al que se viene trabajando para lograr esta meta en el tiempo estipulado”, indicó el decano, quien informó que 1.4 millones de personas mueren a causa de falta de saneamiento y gestión adecuada del agua.

Amplió que un cuarto de la población no tiene agua potable, y la mitad carece de saneamiento seguro, mientras que el 44% de las aguas residuales provenientes del consumo en los hogares no tienen tratamiento seguro, lo que desencadena serios problemas de salud.