Periodista: Elin Rodríguez

Fotógrafo: Yoni Montoya

La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) custodia celosamente más de 200 especies de animales en el Museo de Historia Natural, espacio donde se conservan estructuras óseas (huesos) de mamut y osos perezosos gigantes prehistóricos, un tigre de bengala, un esqueleto completo de ballena gris, madera petrificada y una colección viva de serpientes venenosas, tortugas y cocodrilos.

Este importante sitio, ubicado a un costado del edificio J1, cuenta con diversas colecciones, entre ellas la de Rocas y Minerales, Mamíferos Hondureños Extintos en la Era Moderna, Mamíferos Carnívoros, Animales Omnívoros, Fetos, Aves y la de Animales no Nativos o Colección Africana.

Asimismo, cuenta con la Colección de Animales Invertebrados Marinos, la de Estructuras Óseas de Animales Prehistóricos, la de Exhibición y una exclusiva Colección Científica. Estas ricas colecciones de diferentes especies son conservadas mediante técnica de taxidermia (oficio de disecar animales para conservarlos con apariencia de vivos y facilitar así su exposición, estudio y conservación).

También cuenta con exposiciones de biodiversidad de bosque seco tropical, bosque de pino, bosque nebuloso, humedales, playas y zonas costeras y manglares.

Colecciones 

En la Colección de Rocas y Minerales, el Museo de Historia Natural posee una exposición de mármol, yeso, basalto, losa, baldosa, diorita, granito alcalino, entre otras rocas, y minerales traídos de diversos sitios de Estados Unidos.

Mientras que de Honduras guarda ejemplares de magnetita, escoria volcánica, hierro, calcita, granito, cristales de cuarzo, olivina, pedernal, ópalo y serpentina, entre otros, así como varios trozos de madera petrificada.

La Colección de Mamíferos Hondureños comprende osos perezosos y hormigueros, armadillos, mapaches y pizotes.

Mientras que la Colección de Mamíferos Carnívoros está compuesta por yaguarundis, tigrillos, mapaches, zorros, pizote, mono araña y mono aullador. Asimismo, la Colección de Animales Omnívoros expone guazalos, guatusas, mico de noche y zorrillos.

La Colección de Fetos está integrada por embriones humanos, de terneros, yuguarundi y aves. 

En lo que corresponde a la Colección de Aves, existe una extensa variedad tanto nativas, extranjeras y de diferentes ecosistemas como búhos, lechuzas, urracas, halcones, tres especies de tucanes, gallinas guineas, cuervos (no nativo de Honduras), guara roja, loros y águilas carnívoras.

Esta amplia colección perfectamente conservada mediante la técnica de la taxidermia, también incluye aves playeras como garza tigre, cigüeñas, pelícanos, garzas y patos.

De la misma manera, existe una amplia colección de Herpetofauna de Honduras que incluye cráneos de cocodrilo, piel de boa, esqueleto de una serpiente cascabel y caparazones de tortugas gigantes.

Exhibición

La Colección de Exhibición es quizá la más admirada, puesto que comprende el esqueleto completo de una ballena perfectamente conservado, el cual mide más de 15 metros, perteneciente a una ballena gris encontrada en las playas de Cedeño, en el pacífico de Honduras hace aproximadamente 70 u 80 años. La ballena fue traslada desde el Museo de Historia Natural Nacional, el cual se quemó hace aproximadamente unos 60 años, y su esqueleto fue dado como préstamo a la UNAH por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia.

De igual manera, este espectacular espacio expone un tigre de bengala que se llamaba Sultán, el cual fue decomisado a un circo, donde sufrió maltrato animal, y trasladado al Zoológico Metropolitano Rossy Walter, más conocido como Zoológico de El Picacho; ahí se le practicó la eutanasia (muerte asistida), debido a su alto sufrimiento por enfermedad, luego fue trasladado a la UNAH, donde se le practicó la taxidermia.

Además del imponente tigre, esta Colección de Exhibición cuenta con un esqueleto completo de un oso pardo llamado Pinqui, el cual murió por causa de osteoporosis, según lo refleja su sistema óseo. También fue trasladado desde el Zoológico El Picacho.

De igual manera se conserva un esqueleto de león africano, cuya piel se encuentra en tratamiento para posteriormente realizar el proceso de taxidermia; esta exposición la complementan esqueletos y cráneos de caballos, pumas, tigrillos, venados y delfines.

La Colección de Invertebrados Marinos tiene diferentes tipos de arrecifes de coral, crustáceos, estrellas y galletas de mar, abanico de mar, pepino de mar y pez león, también sobresalen dos peces erizos y un imponente pez marlín que mide más de dos metros.

La Colección de Animales no Nativos está compuesta por jabalíes, piel de cebra, piel de ñu, cascos y patas de impalas, antílopes, cascos y cuernos de búfalo y la piel tanto del cuerpo como de la cabeza de un lobo.

Prehistoria

La Colección Prehistórica, por su parte, cuenta con huesos de mamut y de oso perezoso gigante, entre ellos un fémur, muelas, mandíbulas y caderas. Al igual que maderas petrificadas de miles de años que para su formación se combinaron factores de tiempo, humedad, temperatura y presión del suelo.

El Museo de Historia Natural también cuenta con la Colección Científica, no expuesta al público, ya que sus fines son para la investigación; esta estudia mamíferos, aves, anfibios y reptiles, entre ellos murciélagos frugíferos (se alimentan de frutas), nectarívoros (se alimentan de néctares) y hematófagos (se alimentan de sangre). La misma incluye cráneos de mamíferos (musaraña) y cuerpos completos en postura científica de oropéndolas, chorchas y zanates, entre otros.

Estas exóticas y casi fantásticas colecciones concluyen con la Colección Viva, comprendida por cinco serpientes, entre ellas tres cascabeles, así como varias tortugas y dos cocodrilos (macho y hembra) llamados Thor y Menta, y juntos hacen Thormenta.

Dirección 

Su director Gustavo Cruz, con estudios de posgrado en Zoología en Costa Rica y Ecología Marina en Estados Unidos, dijo a Presencia Universitaria que este importante espacio académico-científico tiene un alto componente de vinculación con la sociedad hondureña, pues nunca ha cerrado sus puertas, incluso durante la pandemia, y en consecuencia con lo expresado por el rector Odir Fernández, están dispuestos a atender al público incluso los fines de semana.

Amplió que el museo se abrió en 1969 con la creación del Departamento de Biología, en los años 70, la visión fue abrirlo para recorridos guiados para escuelas y colegios, y aunque empezó con pocas especies, a esta fecha es la exhibición más extensa y única en Honduras.

En sus más de 50 años de existencia, el Museo ha publicado un centenar de trabajos científicos en numerosas revistas nacionales e internacionales y ha apoyado un número ahora incontable de tesis de grado, exposiciones, ferias científicas y proyectos de otras universidades.