Periodista: Goodvin Nelson
De Jesús Pedro Mario Chávez López, más conocido como “Chuy”, es un joven de 36 años originario de Tegucigalpa, egresado de la primera promoción del Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 2008.
Desde ese momento, "Chuy" se ha dedicado al mundo de la gastronomía en diferentes ámbitos hasta lograr en 2018 iniciar una historia de emprendimiento exitosa, que deleita los más exigentes paladares de estudiantes y empleados universitarios que a diario visitan su cafetería ubicada en el reconocido "Paseo Hollywood" de Ciudad Universitaria.
"Don de Chuy" es el nombre de este popular lugar, muy conocido por los estudiantes y empleados de la UNAH por sus ricos platillos; este es un espacio donde las personas se sienten cómodas, incluso con los precios, encontrando una variedad de productos que oscilan entre los 14 hasta los 85 lempiras, en un horario de 8 de la mañana a 7 de la noche.
"Siempre trato de ayudar a los estudiantes, porque a veces los estudiantes piden algún platillo y pagan con tarjeta, pero sale denegado, entonces les digo que me lo paguen otro día. Cuando directamente me piden "fiado" les digo que sí a las personas de confianza", expresó De Jesús.
Entre los platillos del menú destacan los "Chungoquiles" (una combinación de nachos con chilaquiles); también está el plato de chuleta con tajadas, que es de los más cotizados junto las deliciosas paletas de frutas.
Inicios en la gastronomía
“Chuy” comenzó en el mundo de la gastronomía en el 2008, año en el que se graduó de la primera generación del TUAB.
Comenzó a trabajar como chef en la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, donde cocinaba para más de 1,000 estudiantes por tiempo de comida. Posteriormente, laboró en la Universidad Nacional de Agricultura, en Catacamas, atendiendo a cerca de 300 alumnos.
"En esta ciudad de Catacamas, aparte de que me gustó, tuve el honor de ver a muchos estudiantes graduarse y que hoy en día, son unos profesionales de éxito en el área", detalló el chef.
En su estadía en las pampas olanchanas, durante los años 2014 - 2016, De Jesús abrió un bar llamado “Catacamsterdam”, en el cual le fue muy bien, prestando sus servicios para eventos nacionales e internacionales, logrando una alta aceptación por parte de la población del lugar.
Además, relató que para 2017 tomó la decisión de regresar a su ciudad natal Tegucigalpa e ingresó como chef en el Club Olimpia Deportivo. Ese mismo año aplicó a concurso para tener un local comercial dentro de la UNAH, mismo que desde su apertura tuvo éxito, por lo que decidió enfocarse en este.
Tras 10 años de ahorros y varios sacrificios personales, "Chuy" adquirió un equipo de cocina de alto costo, el cual instaló en su cafetería "Don de Chuy", para ofrecer golosinas de calidad, basadas en su experiencia culinaria, a precios accesibles.
Llegada de la pandemia y retorno
Para 2020, tras la llegada de la pandemia, "Chuy" se vio obligado a migrar a Estados Unidos para poder generar ingresos, en vista que su única fuente era su negocio dentro de la Alma Máter y por el cierre obligatorio de las instalaciones universitarias, tuvo que parar.
“En todos los veranos me voy para los Estados unidos a trabajar, en 2021 fui a The Player´s, ST James, NC, en el 2022 a Raw Steak bar, MV, Massachusetts, y este año 2023 me dirijo a Raw Steak bar, MV”, expresó De Jesús.
Agregó que durante su experiencia en el extranjero, el dueño del restaurante donde colaboró le gustó su trabajo, comparando su nivel al de muchos chefs europeos.
Con la reapertura de las instalaciones y el retorno gradual a la presencialidad en la universidad, "Chuy" pudo retomar su emprendimiento, regresando con nuevas ideas y entusiasmo para ofrecer la calidad acostumbrada a sus clientes.
"Siempre me gusta buscar más de lo que tengo. Mi sueño siempre ha sido tener un restaurante de alto nivel aquí en Honduras, estoy seguro que lo voy a lograr", concluyó "Chuy".
Sin duda alguna, historias como la de "Chuy" nos inspiran a creer en nuestros sueños; sueños que se construyen con esfuerzo y preparación, demostrando que desde el área profesional que elegimos, una vez graduados, podemos ejercerla, ya sea con un empleo formal o emprendiendo, pero en ambos casos con una actitud positiva, nuevas ideas y sobre todo, amor por lo que nos apasiona.
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