Entre computadoras y canciones transcurre la vida de Becky Casaña
Licenciada Becky Casaña.

San Pedro Sula. Solo bastó cruzar palabras con ella una vez, para conocer que es un ser muy especial. ¿Cómo cree que la describirían sus amigos?, entre risas, Becky contestó: sociable, muy amigable, cariñosa y atenta, me dicen que yo siempre paso al pendiente de ellos.

El carisma emana de su rostro, su sonrisa y voz transmiten confianza. Platicar con ella, no fue nada complicado.

En esta nueva edición del Puma de la semana, te presentamos a Becky Nissel Casaña Alí. Licenciada en Informática Administrativa, graduada de UNAH Valle de Sula. Originaria de Santa Bárbara. Hija única de madre soltera, quien inculcó en ella ser estudiante de excelencia académica.

Y siendo su madre, maestra del Instituto Departamental la Independencia, donde Becky realizó sus estudios secundarios, no es para menos que fuera exigente con ella, pero eso sí; acompañado de cariño, comentó Becky.

El génesis de un talento

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El 04 de octubre de 1993, Becky iluminó la vida de su madre; Edna Alí Mejía, licenciada en Biología. Desde muy pequeña, le gustó la música, por lo cual, la animaron a adquirir aprendizaje en el manejo de un instrumento musical y a mejorar en el canto; que es su pasión.

Y así, aprendió piano y guitarra, tomó clases de canto, y lo ponía en práctica en el coro de su iglesia, y en los concursos de canto del colegio y la universidad.

“En la clase de artes de la universidad, tuve la oportunidad de cantar el “Ave María” en latín. Fue lo más difícil por la parte de la música, por el reto de aprender un nuevo idioma que jamás había estudiado, fue una bonita experiencia y todo salió bien gracias a Dios”, recordó con alegría la artista de 25 años.

No cabe duda que la joven licenciada es una mujer multifacética. Durante su etapa adolescente, además de estudiar música y ser parte del coro de su Iglesia, tomó un curso de inglés, y coordinó un grupo de jóvenes. Por otra parte, era alumna de excelencia académica, y aun así, lograba dedicarle tiempo a su familia y novio.

“Todo eso me ayudó en el manejo de problemas y darle la importancia a cada cosa, aprendí a ser más organizada con mis tiempos”, afirmó con seguridad Becky.

Pero como todo en la vida, existen cosas prioritarias. En su último año de estudios, tuvo que dejar los cargos que tenía en la iglesia, ya que estaba por iniciar su práctica profesional de secundaria en San Pedro Sula.

Un nuevo viaje

Y como dice la canción del grupo mexicano Camila “estoy a punto de emprender un viaje, con rumbo a lo desconocido” la talentosa joven salió de Santa Bárbara y se radicó en San Pedro Sula.

La convivencia diaria con una madre que es maestra, le transmitió el talento para que se desempeñara como docente de preescolar en Fundación Mhotivo, además de que contaba con la preparación en el idioma inglés.

Actualmente, labora como asistente técnico de soporte y mantenimiento en los laboratorios de la carrera de Informática Administrativa de UNAH-VS. Al consultarle por qué eligió dicha carrera, rememoró que cuando cursaba tercer año de ciclo común, a los alumnos les tocaba rotar por varios cursos, por lo cual realizó un módulo de computación.

Al ver como dichos alumnos realizaban el mantenimiento de computadoras, le llamó tanto la atención, que en las horas libres se iba con ellos para aprender, y desde allí le fue gustando. Por ello, estudió el Bachillerato en Computación y al ingresar a la universidad siguió con la misma rama.

Lecciones que dejan huellas

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La vida de esta talentosa y multifacética mujer no ha sido fácil. Ha tenido que pasar por momentos dolorosos. Recordar que su madre ha sido sometida a 5 operaciones por cáncer, quebrantó su voz.

“Le removieron la vesícula, luego un lipoma, luego el cáncer, también su matriz y la su tiroides. Fue algo complicado, porque estaba prácticamente sola, tenía 14 años, y estaba por cumplir mis 15 años”, comentó.

El amor hacia una madre es tan fuerte, que aquella niña ilusionada con su celebración de 15 años, eligió donar, para la cirugía de la mujer que le dio la vida, sus ahorros destinados para su cumpleaños. Y no hay duda, que las buenas obras son recompensadas, ya que su familia materna, se organizó, para darle la sorpresa y celebrar sus quince primaveras.

El temor de su madre, es no despertar y que su hija se quede sola, pero ahora es más fácil porque sabe que ha criado a una buena mujer y que se sabrá defender sola.

La amistad es fundamental para Becky. Con la canción “un millón de amigos” de Roberto Carlos, define el valor que le da, ya que ha tenido situaciones difíciles con los amigos, y los que le han quedado, es porque realmente le han demostrado amistad.

¿Quién dejaría a su familia en año nuevo para estar en un hospital? Solo un verdadero amigo. Y eso fue lo que hizo Celia Rivera, la mejor amiga de Becky. La acompañó en el hospital cuando se encontraba internada por quemaduras.  Por lo cual, tuvo que pasar por dos cirugías.

Debido a ese gesto de amistad, Becky define su vida a través de la canción católica que dice: quien ha encontrado un amigo, ha encontrado un tesoro, de la hermana Glenda.

Consejos

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Los buenos consejos es la brecha para una vida exitosa, y Becky ha contado con los mejores. De forma sensible relató, que el consejo que le ha dado su madre es perseverar, ser amorosa, humilde y prudente, ya que su progenitora ama la prudencia, ante todo.

Su tío Edson Alí, ha sido el padre que ella siempre quiso, ha convivido con él toda su vida, y ha fundamentado en ella, que la mujer siempre debe buscar a un buen hombre. Y que nunca debe buscar en un hombre, menos de lo que él ha hecho por ella.     

“No mires hacia atrás por el dolor causado, sino hacia enfrente para lo que está por venir”. Es la frase de inspiración de la joven licenciada, que utiliza en todo momento para seguir adelante. 

Sin duda alguna, la historia de Becky Casaña, es sinónimo de perseverancia y orgullo para UNAH-VS.

 

Escrito por: Ariela Castro