
Por: Katherine Ramírez
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en su carácter de institución rectora del pensamiento crítico, científico y jurídico del país, emitió un comunicado oficial en donde advierte que una nulidad electoral general sin la acreditación de un fraude estructural, masivo y determinante es jurídicamente improcedente, constitucionalmente insostenible y políticamente riesgosa.
De acuerdo con el análisis técnico, jurídico y doctrinal realizado por la institución, la nulidad electoral es una figura de carácter excepcional cuya procedencia solo es legítima cuando existe una prueba plena y concluyente de que la voluntad popular fue destruida mediante fraude. La UNAH enfatiza que el voto constituye el acto jurídico-fundacional del poder político democrático y, por tanto, ninguna autoridad puede sustituir la soberanía popular sin evidencia determinante.
El documento señala que anular elecciones sin prueba estructural de fraude provocaría graves efectos para el país, entre ellos: ruptura de la legitimidad del origen del poder, crisis de gobernabilidad, judicialización extrema de la política, incremento del riesgo país, erosión de la cultura democrática y deterioro del clima de inversión.
Asimismo, la institución concluye que la solicitud de nulidad analizada presenta insuficiencia probatoria, ausencia de determinación territorial de las supuestas irregularidades y falta de nexo causal entre las alegaciones y los resultados electorales.
La UNAH reitera que lo jurídicamente procedente no es la anulación del proceso, sino la auditoría, verificación y corrección institucional de eventuales inconsistencias, respetando siempre el principio de conservación del acto electoral y la estabilidad del Estado Constitucional.
Finalmente, la institución declara con claridad que “la democracia se protege con derecho, con prueba y con institucionalidad. La nulidad sin fraude probado no la fortalece: la debilita”.






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