Periodista: Daniela Martinez
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras en su Campus El Paraíso, reunió a técnicos de salud ambiental de Danlí y Tegucigalpa con los doctores Isis Montes y Andy Banegas para hablar sobre un tema que atraviesa fronteras y comunidades: la crisis del agua en Honduras.
El encuentro fue un espacio de intercambio de experiencias y preocupaciones, donde los participantes compartieron los principales desafíos que enfrenta el país ante la escasez y contaminación del recurso hídrico. También conocieron de cerca el trabajo del Técnico Universitario en Gestión y Calidad del Agua, una propuesta académica orientada a preparar profesionales capaces de gestionar el agua con una visión integral y sostenible.
“Nos reunimos con técnicos de salud ambiental de Danlí y Tegucigalpa para analizar la necesidad de los recursos hídricos y la problemática del agua a nivel nacional. Ellos establecieron una línea de prioridades, y como universidad queremos aportar soluciones reales”, comentó la doctora Isis Montes, coordinadora del Técnico en Gestión y Calidad del Agua.
La doctora Montes explicó que el agua no es solo un tema ambiental, es la base de la salud y de la vida misma. “El agua es el recurso que nos une a todos. Cuando se contamina por sustancias químicas o actividades agroindustriales, ese daño llega al ser humano. Si logramos un manejo responsable del recurso hídrico, tendremos una mejor salud ambiental y una vida más digna”.
Además de las reflexiones técnicas, los doctores Montes y Banegas compartieron los distintos programas de investigación y vinculación que desarrollan desde el campus, orientados a generar soluciones locales y conocimiento aplicado a la realidad de la región oriental del país.
Entre preguntas, ejemplos y reflexiones, la reunión cerró con un mensaje común: hablar del agua es hablar de futuro. Lo que hoy se decide sobre su uso y cuidado definirá la salud, la economía y la estabilidad de las próximas generaciones. Desde nuestro campus, la conversación sobre el agua sigue abierta en cada aula, en cada comunidad y en cada persona dispuesta a entender que protegerla no es una opción, es una responsabilidad compartida.
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