Investigación de la UNAH alerta altos niveles de fósforo en bebidas de cola más consumidas del mundo

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Periodista: Elin Josué Rodríguez

Investigadores del Departamento de Química Industrial de la UNAH Campus Cortés encontraron que los refrescos de cola de las dos marcas más consumidas en el mundo, además de azúcares y cafeína, contienen altos niveles de ácido fosfórico, por lo que su consumo recurrente puede representar un alto riesgo para poblaciones vulnerables como niños, adultos mayores y pacientes con enfermedad renal crónica.

La investigación Bebidas fosfatadas y riesgo renal: análisis espectrofotométrico del fósforo en colas comerciales”, presentada en el Congreso de Investigación y Posgrado (CIP 2025) por los investigadores Jacobo Paredes Heller, Ángel Iván Guardado, Dania Esmeralda Fúnez, Irma Lizzeth García, Tania Carolina Portillo y Manuel Alejandro Meléndez, reveló que estas bebidas contienen límites superiores de fósforo a los recomendados para personas con riesgo de enfermedad renal u osteoporosis, así como para quienes padecen patologías que requieren restricción mineral.

Los hallazgos indican que una de las marcas de bebidas fosfatadas contiene valores de fósforo más altos que la otra: una presenta un promedio de 15.57 mg/ml y la otra 28.05 mg/ml, evidenciando diferencias significativas en su formulación.

Lo anterior evidencia que una sola lata de 355 ml de cualquiera de las dos bebidas supera ampliamente la ingesta diaria de fósforo recomendada por la FDA (700 mg para adultos). Además, se encontró que el pH de ambas bebidas está dentro del rango de acidez severa, lo cual también representa riesgos para la salud dental.

De igual manera, Paredes Heller, junto a los demás investigadores, sostuvo que el consumo frecuente de estas bebidas puede contribuir a una ingesta crónica de fósforo, asociada a alteraciones del metabolismo óseo y renal, especialmente en las poblaciones vulnerables antes descritas.

La investigación se fundamenta en un enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo y analítico, con una unidad de análisis constituida por 30 muestras de bebidas gasificadas tipo cola de cada una de las marcas, adquiridas en ocho sucursales comerciales de San Pedro Sula, Cortés.

Para la determinación del fósforo total se utilizó el método colorimétrico vanadomolibdofosfórico, mientras que el pH fue medido con un potenciómetro calibrado y el contenido de azúcar mediante refractometría. El análisis estadístico fue realizado en Python utilizando pruebas t de Student y correlaciones de Pearson.

Desde el punto de vista ético, Paredes Heller enfatizó que el estudio se condujo bajo principios de integridad científica: “No se involucraron animales ni humanos, por lo que no fue necesaria la aprobación de un comité de ética. Se respetó la confidencialidad de las marcas y se evitó cualquier juicio que pudiera afectar la imagen comercial de las bebidas analizadas”.

Por lo tanto, el uso de los resultados se limita a fines académicos, contribuyendo al conocimiento científico y a la concienciación sobre la calidad nutricional de productos de consumo masivo. El estudio presenta datos fidedignos y libres de sesgo, lo que lo convierte en evidencia empírica útil para la industria alimentaria, organismos reguladores y consumidores preocupados por su salud.

Los investigadores recomendaron reforzar la regulación sobre el etiquetado de fósforo y promover alternativas industriales con menor carga fosfatada para contribuir a una alimentación más segura y saludable.