Uno de los mayores anhelos del prócer hondureño José Cecilio del Valle fue la construcción de un gobierno social, basado en la convicción de que la educación era el medio más efectivo para que las personas resolvieran sus propios problemas.
Así lo expresó el historiador Guillermo Varela, durante una conferencia dirigida a estudiantes de la Carrera de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
El encuentro académico se realizó el viernes 24 de octubre en la Sala de Proyecciones del CRA de Ciudad Universitaria, donde alrededor de sesenta estudiantes de distintas asignaturas reflexionaron sobre la vida y obra del sabio Valle. La exposición estuvo a cargo de Varela, especialista en Historia Contemporánea de América Latina e Historia Social y Cultural y actual jefe del Departamento de Historia de la UNAH.
Durante su intervención, Varela destacó que “Valle fue un estudioso de la economía política, hablaba seis idiomas, entre ellos, francés e inglés, y su obra abarcó escritos sobre filosofía, economía, ciencia, política y periodismo, además de la redacción del Acta de Independencia de Centroamérica en 1821”.
El historiador recordó también que “Valle fundó los periódicos El Amigo de la Patria y El Redactor General, y por encargo del Reino de Guatemala editó La Gaceta de Guatemala”. Varela subrayó que el espíritu investigador del sabio hondureño lo llevó a explorar áreas del conocimiento como la enseñanza, el pensamiento y la ciencia.
“Escribió sobre matemáticas, filosofía, geografía, historia, botánica, mineralogía y derecho. La sala de colecciones especiales de la Biblioteca Ludwig Von Mises, en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, lleva su nombre”, apuntó Varela, cuyo libro más reciente se titula Cultura popular y sátira política en la radio hondureña: Carlos Salgado y sus historias de Frijol, el Terrible (1979-1983)”.
José Cecilio del Valle nació en Choluteca, Honduras, en 1777, en el seno de una familia de hacendados criollos. A temprana edad, su familia se estableció en Guatemala, donde falleció en 1834. A casi tres siglos de su nacimiento, su pensamiento liberal y su visión educativa continúan vigentes en Honduras y en el resto de los países de la región.
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