Periodista Elin J. Rodríguez
Datos recopilados por instituciones gubernamentales indican que las vacaciones de Semana Santa siguen siendo un motor clave para la economía de Honduras, así también lo aseguran académicos de las ciencias económicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Expertos señalan que el verano es una de las épocas más importantes para el sector turístico y comercial del país, puesto que en los últimos dos años la derrama económica, producto de la movilidad interna a playas, balnearios, ríos y actividades religiosas; ha mostrado una tendencia positiva con un impacto considerable en el crecimiento del turismo y la economía local.
De igual manera indican que en el 2023, Honduras mostró un repunte en la actividad económica debido a la reactivaron pospandémica, pues el Instituto Hondureño de Estadística (INE) estimó que la derrama económica durante los días festivos de Semana Santa superó los 53,000 millones de lempiras, aumentando un 10% en comparación al año 2022, circulante generado por la movilidad de 1.5 millones de personas.
Nancy Ochoa, jefa del Departamento de Banca y Finanzas de la UNAH, espera que los ingresos del sector turismo, que abarca hostelería, restaurantes y transporte; aumente un 15% más en comparación con el 2024, incremento que las autoridades proyectan en 3,500 millones de lempiras producto de la movilidad de 2.9 millones de personas, incluyendo un gran porcentaje de extranjeros. Ochoa también estima que los mismos rondarán entre 50,000 a 80,000 personas de diferentes nacionalidades, teniendo como destino preferido Roatán, en Islas de la Bahía; La Ceiba y Tela.
La académica amplió que el feriado también sirve para brindar empleo temporal informal a muchos que no lo tienen, por lo que citó el estudio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), que en su última publicación sostiene que el desempleo es de 7.2% en el país.
La especialista en banca y finanzas dijo que para esta temporada también aumenta la demanda de recursos crediticios (préstamos) ante la banca, pero también una gran mayoría de la población recurre al sector no regulado (prestamistas y casas de empeño), generando un repunte en el endeudamiento.
Ochoa concluyó que la derrama económica en Semana Santa no es un indicador o valoración de una macroeconomía sana o en repunte, ya que muchas personas recurren al endeudamiento por motivos culturales de consumismo.
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