
Por: Kelssin Vásquez
“El conocimiento no se agota, se multiplica cuando se comparte”, expresó el doctor Randall Gutiérrez, presidente del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), durante su conferencia magistral inaugural en el Congreso de Investigación y Posgrados (CIP UNAH-2025), celebrado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Campus Cortés.
Con esa frase, el académico costarricense marcó el tono de una ponencia inspiradora sobre el tránsito que deben emprender los países latinoamericanos: pasar de economías basadas en recursos naturales a economías centradas en el conocimiento.
Conocimiento como nuevo capital
El doctor Gutiérrez destacó que las sociedades contemporáneas enfrentan un cambio estructural sin precedentes, donde el capital más valioso ya no son los recursos materiales, sino la capacidad de generar, aplicar y compartir conocimiento.
“El petróleo, el oro o el café pueden agotarse. El conocimiento no. Es un bien acumulativo, que crece cuando se distribuye y se combina con la creatividad humana”, enfatizó.
Durante su intervención, recordó cómo naciones devastadas tras la Segunda Guerra Mundial, como Alemania y Japón, lograron reconstruirse en apenas dos décadas al apostar por la educación, la investigación y la innovación tecnológica.
“Ellos no tenían recursos naturales, pero tenían conocimiento. Y eso los hizo potencias”, señaló, al tiempo que llamó a los países centroamericanos a invertir más decididamente en ciencia, tecnología y formación avanzada.
Economía del conocimiento
El expositor explicó que la economía del conocimiento es un modelo en el que la información, la innovación, la educación y la tecnología se convierten en los principales motores del desarrollo económico y social.
El profesor Gutiérrez citó tres definiciones clave que sustentan este enfoque: Banco Mundial (1999): “Una economía del conocimiento es aquella en la que el conocimiento se crea, se adquiere, se transmite y se utiliza de manera eficaz para mejorar el desarrollo económico y social”.
OCDE (2004): “Es un sistema económico directamente basado en la producción, distribución y uso del conocimiento y la información”.
Unesco (2015): “Supone el tránsito de economías basadas en recursos materiales hacia economías centradas en el aprendizaje, la creatividad y la innovación”.
El doctor Gutiérrez subrayó que este modelo solo puede funcionar si existe una articulación real entre academia, Estado y empresa privada, lo que denominó la triple hélice del conocimiento.
“Debemos lograr que lo que se investiga en nuestras universidades no se quede en los repositorios digitales o las revistas científicas, sino que llegue a quienes pueden convertirlo en políticas, tecnologías, emprendimientos o soluciones sociales”, insistió.
También propuso incluir una cuarta y una quinta hélice -la sociedad civil y la sostenibilidad ambiental-, para garantizar que el conocimiento se oriente al bienestar humano y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Universidades: de transmisoras de saber a generadoras de transformación
Uno de los ejes más relevantes de la conferencia fue la reflexión sobre el futuro de las universidades y los programas de posgrado.
El doctor Gutiérrez planteó que las instituciones de educación superior deben dejar de ser transmisoras de saberes para convertirse en centros de innovación y transferencia de conocimiento aplicable a la realidad social.
“Las universidades no solo deben formar y publicar, deben transferir y transformar. Que la investigación no termine en un artículo, sino que cambie vidas”, expresó.
Asimismo, insistió en que las maestrías y doctorados deben vincularse con problemas sociales reales, de modo que las tesis y los proyectos de investigación se traduzcan en políticas públicas, soluciones tecnológicas o procesos productivos sostenibles.
“El conocimiento que se paga con dinero público debe generar bienestar público. Si no produce impacto, se queda incompleto”, puntualizó.
Innovar con propósito
El conferencista relató que en Costa Rica se han desarrollado innovaciones tecnológicas por necesidad, como la creación de sistemas GPS de seguimiento sin licencias anuales, diseñados localmente ante la imposibilidad de adquirirlos por sus altos costos.
“Eso nos obligó a crear nuestra propia tecnología, articulando ingenieros, físicos y empresas. Esa es la verdadera triple hélice en acción”, comentó.
De igual forma, exhortó a la región centroamericana a construir sus propias soluciones y tecnologías, aprendiendo de ejemplos como Corea del Sur y China, que pasaron de importar conocimiento a producirlo y exportarlo.
“Debe llegar el día en que nosotros generemos nuestras propias respuestas, y no sigamos comprando las que otros inventan”, afirmó.
Una visión humanista del desarrollo
Para cerrar su conferencia, el académico evocó una célebre frase del expresidente costarricense José Figueres Ferrer:
“¿Para qué tractores sin violines?” Con esa metáfora, explicó que el desarrollo material sin desarrollo humano carece de sentido.
“La economía del conocimiento debe ser también una economía ética, inclusiva y humanista. No se trata solo de producir más, sino de hacerlo con propósito, con bienestar humano y con justicia social”, concluyó entre aplausos.
El CIP UNAH-2025 reúne cada año a investigadores, docentes y estudiantes de posgrado de distintas áreas del conocimiento, con el propósito de promover el intercambio científico y fortalecer la vinculación universidad-sociedad. En esta edición, la conferencia inaugural del doctor Gutiérrez abrió el debate sobre el papel de las universidades públicas como motores de innovación y desarrollo sostenible en Centroamérica.






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