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Por: Esdras Díaz Madrid
El pago del decimotercer mes de salario (aguinaldo) se ha convertido en una de las principales inyecciones económicas de fin de año en Honduras, generando un impacto directo en el consumo de los hogares y en el movimiento del comercio. Así lo explicó Sergio Zepeda, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), quien destacó que este ingreso adicional permite a las familias adquirir bienes y servicios que durante el resto del año no logran comprar; en sentido, este beneficio se convierte en un respiro al estrés financiero de los hondureños.
Bajo ese contexto, Zepeda detalló que el beneficio no solo mejora el poder adquisitivo de los trabajadores formales, sino que también provoca un efecto derrame hacia quienes laboran en el sector informal, ya que el aumento en las compras dinamiza las actividades de pequeños y medianos negocios, agitando la economía hondureña.
“Por una parte está el impacto en aquellos que reciben un sueldo salario, que son los principales beneficiarios, quienes claramente mejoran su ingreso durante este mes de diciembre. Y, por otra parte, están aquellos que no lo reciben como tal, principalmente porque están en actividades informales… este impacto se traduce a través de un efecto derrame de aquellos que sí lo reciben y que de una u otra manera desembocan en las diferentes compras que se realizan”, sostiene Zepeda.
Aunque no existen cifras oficiales exactas, el director del IIES señaló que en diciembre se mueven más de 10 mil millones de lempiras, una cantidad que refleja la magnitud del impacto. De ese monto, entre 60 % y 70 % proviene del sector privado, mientras que el resto corresponde al sector público. Zepeda aclaró que no todas las empresas pagan este beneficio, por lo que la cifra es una estimación basada en proyecciones.
“No hay datos realmente exactos, pero es una cantidad importante de dinero que se mueve”, continuó diciendo.
Durante esta temporada, si bien el comercio es uno de los sectores más beneficiados debido al incremento en la compra de bienes y servicios típicos de fin de año, las actividades de transporte también registran mayor demanda por el movimiento de familias dentro y fuera del país, lo que incrementa su actividad económica.
Además, Zepeda mencionó que aunque las remesas familiares no forman parte del decimocuarto mes, estas suelen aumentar en diciembre, lo que fortalece el consumo y contribuye al ingreso de divisas, beneficiando especialmente a hogares que no cuentan con un salario formal.
El director del IIES advirtió que esta bonanza también tiene efectos negativos, como el incremento de precios en productos alimenticios y bebidas, una tendencia común en noviembre y diciembre.
“Esta inflación estacional afecta tanto a los hogares como a las empresas, que deben enfrentarse a costos más altos”, argumentó Zepeda.
Finalmente, Zepeda recomendó a la población realizar un consumo responsable, priorizando bienes esenciales y evitando endeudamientos innecesarios. Sugirió también reservar parte del ingreso para crear un colchón de ahorro, considerando que enero suele ser un mes complicado para muchas familias debido a la disminución del flujo de dinero luego de la temporada festiva.



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