PRONUNCIAMIENTO
La Asamblea de Docentes de la Escuela de Pedagogía y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, realiza el presente análisis en contexto y su pronunciamiento a partir de la difícil situación actual en que se encuentra nuestro país, y como consecuencia de los últimos actos de barbarie cometidos por las autoridades gubernamentales ilegítimas, en contra de los estudiantes de la UNAH, su autonomía y el pueblo hondureño que se manifiesta reclamando sus derechos.
La agresión en la universidad es solo es una pequeña expresión de la grave crisis que vivimos como sociedad y como comunidad universitaria.
POR TANTO:
CONSIDERANDO: Que la crisis nacional tiene su origen histórico, que se recrudece con el agotamiento del neoliberalismo salvaje, con la aplicación de medidas económicas, políticas y sociales adoptadas por los últimos gobiernos (hace más de dos décadas), satisfaciendo las exigencias e intereses de los organismos financieros internacionales (BM, BID, FMI y otros); modelo que ha relegando a la mayoría de la población hondureña a una pobreza extrema.
CONSIDERANDO: Que es de conocimiento público, la crisis del país, en cuanto al colapso de los sistemas de educación y salud, lo cual aunado a los altos índices de corrupción, violencia, migración, inseguridad ciudadana y jurídica y los altos costos de la canasta básica y de los servicios públicos entre otros problemas que aquejan a la sociedad hondureña, que han sido profundizados por la ilegitimidad del actual gobierno, que actúa bajo la violación flagrante de la Constitución de la República, beneficiando a un pequeño grupo privilegiado de la oligarquía nacional.
CONSIDERANDO: Que lo anterior ha generado indignación en la mayoría de la población, lo que ha conllevado a la manifestación del descontento de diversos sectores gremiales, académicos, estudiantiles, campesinos, pueblos originarios, religiosos, empresariales y otros sectores sociales; quienes haciendo uso de sus derechos constitucionales (Artículos 3, 78 y 79 de la Constitución de la República) demandan al gobierno el cumplimiento del marco jurídico a través de la protesta social; el magisterio y los médicos a través de sus gremios, han creado la Plataforma Social por la Defensa de la Educación y la Salud, frente de lucha para demandar servicios educativos y de salud de calidad para el pueblo hondureño.
CONSIDERANDO: Que el gobierno ilegítimo ha respondido con una fuerte represión que ha originado una violación sistemática de los derechos humanos a través de la persecución, cárcel y tortura.
CONSIDERANDO: Que en lo referente al caos del sistema educativo sobresalen un sinnúmero de problemáticas que responden a la imprevisión, politización partidaria y la falta de un manejo técnico de la educación que ha generado, la eliminación de los concursos para optar a plazas docentes, la precarización del empleo de los trabajadores de la educación a través de nombramientos interinos, una persecución sistemática del magisterio (violación al Estatuto del Docente), la reducción del presupuesto en el sector educativo (32.3% en 2007 a un 22.7% en 2015. FEREMA, 2017), falta de formación permanente de docentes, la implementación de un proceso de evaluaciones académicas arbitrarias (promoción flexible para grados iniciales), la aplicación de modalidades educativas distorsionadas (educación a distancia sin aplicar las normativas, docentes sin preparación), marcos
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normativos impuestos arbitrarios y alejados a la realidad nacional (sin participación de la comunidad educativa) entre otras.
CONSIDERANDO: Que la UNAH, como parte del Sistema Educativo Nacional no es ajena a la crisis social. Como profesionales de la educación, conscientes de nuestra responsabilidad, no podemos dejar de señalar los factores que inciden o provocan el caos que vivimos actualmente (aproximadamente un mes de paro): autoridades interinas por tiempos indeterminados y alta burocratización de los órganos de dirección, demandas estudiantiles insatisfechas (lo que genera paros de labores indefinidas), una reforma curricular lenta (producto de una burocratización de los procesos), una universidad no beligerante, de espalda a los problemas nacionales, faltando a su mandato constitucional (Constitución Art. N° 160; y Ley Orgánica Art. N° 3), con una academia acrítica e indiferentes frente al drama que vive el pueblo hondureño; la UNAH se hace sentir solamente cuando los estudiantes universitarios, se manifiestan en contra del orden establecido.
Por todo lo anteriormente expuesto DEMANDAMOS:
1. El retorno al Estado de Derecho y a la institucionalidad del país, que garantice los derechos individuales y colectivos del pueblo hondureño.
2. El cese a la escalada de violencia, la militarización de la sociedad y a la violación sistemática de los derechos humanos por parte del gobierno ilegitimo en contra de la población que se manifiesta pacíficamente.
3. Se priorice la inversión social, particularmente en educación y salud, para garantizar a la sociedad servicios de calidad, como derechos humanos fundamentales.
4. La reestructuración del Sistema Educativo Nacional, a través de una solución participativa de los actores directos de la problemática (estudiantes, docentes, padres de familia y autoridades), así como amplios sectores de la sociedad; que logre armonizar su funcionamiento que conlleve a la solución de los problemas expuestos y teniendo como resultado la formación del hondureño que anhelamos.
5. Que las autoridades de la UNAH, normalicen las actividades académicas lo más pronto posible; hagan efectiva la Reforma Universitaria; que se retorne a la institucionalidad en cumplimiento de la normativa; agilizar el proceso de la participación estudiantil y de todos los sectores en los órganos colegiados de dirección de la UNAH (autoridades electas para sus periodos correspondientes y la integración de los órganos de gobierno).
6. Que la UNAH atienda el mandato constitucional e institucional con una academia crítica y beligerante frente a los debates de los problemas nacionales y sus soluciones (Constitución de la República Art. 160 y Ley Orgánica Art. 3).
Finalmente, condenamos las acciones de militarización de la sociedad, la violación de la autonomía universitaria y la agresión de la policía militar del orden público y otros órganos represivos en contra de los estudiantes y la comunidad universitaria en general, por lo que exigimos castigo a los responsables de esta violación.
Llamamos a los diferentes sectores de la comunidad universitaria aunar esfuerzos con la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación.
¡Por una universidad beligerante y al servicio del pueblo!
Tegucigalpa, M. D. C., Ciudad universitaria, 26 de junio de 2019.