Presentación
En 2018, América Latina conmemoró cuarenta años del inicio de la transición a la democracia en América Latina, ruta que se abrió con logros y no pocas dificultades en Bolivia, Ecuador y República Dominicana. Progresivamente, con ritmos distintos y características propias, los restantes países se sumaron. Tras cuatro décadas, las evoluciones se presentan contrastadas. Sin duda, destacan los avances: es el período más largo y con el mayor número de países
que se rigen por un régimen democrático, con elecciones periódicas y una amplia gama de libertades. A la vez, se perfilan áreas grises, con estancamientos y retrocesos que han generalizado el desencanto ciudadano con los frutos de la democracia o provocan expectativas mínimas o vagas, como en el caso de significativas franjas de la juventud. En las situaciones más graves, como la venezolana, se ha producido la quiebra de la democracia.
Esas tensiones se expresan de manera aún más viva en América Central, y en Honduras de manera particular. La elección de 2017, la décima celebrada de manera consecutiva envuelve todas las paradojas. Por un lado, establece una marca sin precedentes en la historia del país, acostumbrado a intervalos electorales más cortos, abruptas interrupciones militares, disputas por el poder zanjadas al margen de las reglas constitucionales. Hubo un esfuerzo institucional
por abrir el proceso a la observación, tanto internacional como local, se aprobó una ley para regular el financiamiento político, los partidos realizaron sus campañas con pocas trabas.
Sin embargo, los comicios no consiguieron generar una rutina cuatrianual apaciguada. Se produjeron en un ambiente tenso, caldeado por la polémica figura de la reelección presidencial obtenida a través de un fallo judicial. Sobre todo, la fase postelectoral exhibió muchas de las limitaciones de la construcción y de las reformas institucionales. Puso también de manifiesto las dificultades recurrentes del sistema político y del juego social, entre ellas la frágil construcción
institucional, el incremento de la violencia, con un papel crecientemente desafiante de las pandillas, las complicaciones de los gobiernos para responder a las expectativas y demandas ciudadanas.
Para comprender esas tensiones en una perspectiva de largo plazo, se organizó el seminario “La democracia en América Latina y Honduras en el siglo XXI entre avances, retrocesos y crisis” en diciembre de 2018 en Tegucigalpa, bajo el doble patrocinio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras a través del Instituto Universitario de Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS - UNAH) y el Instituto Nacional Demócrata (NDI), y la iniciativa intelectual de Julieta Castellanos y Salvador Romero Ballivián.
El propósito fue tomar la elección de 2017 como pretexto -en el mejor sentido del concepto- para analizar los elementos estructurales del estado de la democracia en Honduras, situándolos en la dinámica centroamericana, comprendiendo sus rasgos comunes y, al mismo tiempo, sus singularidades. Se estableció un juego de espejos: los mismos asuntos abordados con una mirada amplia, de contexto latino o centroamericano, y luego con un zoom sobre Honduras.
Quince destacados expositores, tanto nacionales como internacionales, con una valiosa combinación de experiencia académica, política, institucional, y un sólido conocimiento de la región, efectuaron una constante ida y vuelta entre la realidad hondureña y la del área, para perfilar el balance de estas décadas y comprender bien los desafíos actuales. La mayoría de ellos continuó la reflexión en el proyecto editorial que plasma el libro colectivo Encrucijadas de la democracia en Honduras y América Central, dirigido nuevamente por Julieta Castellanos y Salvador Romero Ballivián, y publicado con los sellos de IUDPAS - UNAH y el NDI. Se trata de una fecunda vinculación institucional que ha aportado importantes insumos intelectuales y establecido acciones para mejorar la calidad de la democracia en Honduras. Esta obra prolonga la coedición del libro!Democracia, elecciones y violencia en América Latina, presentado en 2017.
El libro se integra con quince capítulos de autores provenientes de seis países. los textos se distribuyen en tres ejes. El primer bloque se centra en las evoluciones de la democracia en América Latina, o más específicamente en la zona mesoamericana, con siete capítulos.
Lo abre Gustavo Fernández, excanciller y embajador boliviano, con una perspectiva de conjunto, que contrasta los caminos políticos, económicos y diplomáticos recorrido por Sud y Centroamérica desde principios del siglo XXI; ciertamente, resaltan similitudes, pero también los retos adicionales que enfrenta la región central. A continuación, Dinorah Azpuru, doctora y profesora guatemalteca de la Universidad de Wichita, presenta la visión ciudadana sobre la democracia recogida por encuestas serias y periódicas. Las cifras indican, en general, un
mayor desencanto y frustración que en el promedio continental. El investigador de la Universidad de Costa Rica Rotsay Rosales estudió la transformación de los sistemas de partidos en América Central e identificó elementos comunes, en especial la desarticulación de las estructurales tradicionales, en particular del bipartidismo allí donde existía, y la dificultad creciente de los partidos para conservar sus estructuras y electorados.
Por su parte, la doctora e investigadora costarricense de FLACSO Ilka Treminio, puso el acento en el efecto perturbador de la reelección presidencial consecutiva para los equilibrios de poder y la autonomía institucional, con un énfasis en los casos de Nicaragua y Honduras, además del de Costa Rica, que abrió la vía judicial para romper el tabú de la no reelección. La doctora y profesora salvadoreña de la Universidad Centroamericana Jeanette Aguilar puso la mirada
en un fenómeno poco aprehendido, reciente e inquietante: el involucramiento de las maras en los procesos electorales, en especial locales, aprovechando el control de facto que ejercen en el territorio. El estudio del caso salvadoreño tiene resonancia en los otros países del triángulo norte. Max Zaldívar, director del Instituto Republicano Internacional (IRI) en México presta atención a la elección presidencial de 2018 en ese país, que provocó una alternancia de fuerte
repercusión con la victoria de Andrés M. López Obrador, y perfila el probable derrotero de la nueva administración. Por último, Luis Mario Rodríguez, director de la división política de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), se adentró en las respuestas centroamericanas frente a la corrupción, distinguiendo y comparando los primeros resultados entre los países que han procurado dar respuestas propias de aquellos que han apelado a instancias internacionales.
El primer bloque brinda el primer espejo. Frente a él, se colocan los perfiles de Honduras, con dos bloques: uno, dedicado a las evoluciones políticas, vale decir de la democracia y del sistema de partidos, otro centrado de manera especial en los asuntos electorales. Los textos tienden a complementarse, aunque también ofrecen matices distintos y, a veces, miradas contrastadas sobre los mismos procesos.
El segundo bloque comienza con el capítulo de Salvador Romero Ballivián, expresidente de la Corte Nacional Electoral de Bolivia y exdirector del NDI en Honduras. El texto aborda las relaciones entre el régimen democrático, el sistema de partidos y los procesos electorales en Honduras desde 1980, mostrando la crisis de esos vínculos y los esfuerzos de los actores por reacomodarlos. Julieta Castellanos, exrectora de la UNAH y directora de IUDPAS, estudió la actitud de las elites en el periodo democrático: asoció la voluntad de preservar privilegios con una actitud reacia a adoptar reformas de fondo, así como el progresivo agotamiento del esquema político construido en las primeras décadas de la democracia, por el impacto de la corrupción y la violencia. En el mismo sentido, la periodista y coordinadora informativa de Televicentro de Honduras Thelma Mejía analizó los patrones en las mayores crisis políticas de Honduras del período democrático, observando la recurrencia de la voluntad real o supuesta
de permanecer en el poder como uno de los principales detonantes, en medio de un descontento cada vez más agudo de la población. Cierra la sección el capítulo de la investigadora y exdirectora de Investigación científica y de posgrado de la UNAH Leticia Salomón, que se centra en las reformas políticas y electorales, señalando que, a pesar de ciertos avances, su insuficiencia coloca en una posición delicada a la democracia y la urgencia de encarar cambios de envergadura en las estructuras partidarias y el sistema político.
La tercera sección se enfoca en las cuestiones electorales, cuya crisis, en especial en 2017, supuso una sobrecarga de tensión para la democracia hondureña. Comienza con el capítulo de la doctora Irma Méndez de Hoyos, investigadora de FLACSO en México, que presenta los componentes del índice de integridad electoral en América Central, contrastando los procesos con desempeños satisfactorios y aquellos con retrocesos, entre los cuales se situó el de Honduras en 2017. A continuación, Víctor Borge, director de la compañía encuestadora
Borge de Costa Rica, se focaliza en las percepciones ciudadanas sobre las presidenciales de 2013 y 2017, mostrando las evoluciones en aspectos clave como la confianza en las instituciones y los actores, al mismo tiempo que presenta las principales características sociodemográficas e ideológicas de los simpatizantes de los principales partidos. Carlos Meléndez, doctor peruano y profesor en la Universidad Diego Portales de Chile, exploró los datos de encuestas de los procesos de 2009, 2013 y 2017 para estudiar el clientelismo
político, en especial la compra de votos, mostrando simultáneamente que es un fenómeno arraigado, pero en constante evolución, adaptándose a la coyuntura de cada elección. Por último, el sacerdote y director de Caritas Germán Cálix da voz a las demandas ciudadanas de que se consiga una profunda reforma electoral y política como una de las condiciones de base para recuperar la legitimidad del sistema político y democrático.
Encrucijadas de la democracia en Honduras y América Central se inscribe en el ánimo de contribuir al fortalecimiento de la democracia hondureña. Con esta obra, IUDPAS – UNAH y el NDI aportan una reflexión de calidad, plural, ponderada, con una perspectiva de largo aliento sobre los principales desafíos de la región y de Honduras, con la seguridad que se esbozan pistas de reformas para alcanzar la democracia más participativa, incluyente y transparente que exige la ciudadanía.
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