Ángela Marina Lobo y Saíd Josué Ordóñez eran dos jóvenes estudiantes universitarios con mucho futuro que fueron abatidos por la violencia que impera en el país.

Saíd Josué Ordóñez fue asesinado en enero de este año en una pulpería de la Colonia Cerro Grande. De acuerdo con la versión de testigos, a eso de las 9:00 de la noche se produjo un tiroteo dentro de la pulpería Tapatoca, en donde resultó afectado el joven universitario, dejando solas a su hija y esposa.

Por su parte, según testigos, Ángela Marina Lobo a eso de las 7:30 de la mañana caminaba por la calle principal de la colonia Suazo Córdoba cuando fue interceptada por una persona en motocicleta que le disparó en la cabeza.

Luego del hecho, ingresó a eso de las 8:00 al Hospital Escuela Universitario (HEU) y murió a las 8:16 de la mañana, de acuerdo con información de este centro asistencial, donde se maneja que la joven tenía 24 años de edad y residía en la colonia Villa Santa Margarita.

Luto

Al respecto Maryori Andinó, compañera de ambos jóvenes fallecidos, manifestó que Ángela tenía un futuro prometedor. ?Honduras perdió a grandes profesionales de la arquitectura?.

?Es triste que estemos tratando de cambiar el país y que nuestros gobernantes digan que nuestro país está cambiando cuando día a día  vemos muertes violentas, las portadas de nuestros diarios están repletas de muerte?, indicó.

Con una lágrima en sus mejillas, velas en mano, fotografías y flores que simbolizan el recuerdo de los alumnos, los compañeros elevaron una plegaria al Creador del Universo por el alma de los dos profesionales que ahora forman parte de las estrellas del cielo.