Retorno a clases presenciales pasa por vacunas y condiciones hidrosanitarias: dirigentes magisteriales
Las brechas de desigualdad se profundizaron en el sector educación en Honduras.

Por Elin Rodríguez, Presencia Universitaria

La vacunación a la comunidad educativa (docente, personal administrativo y de servicio) y el mejoramiento de la infraestructura hidrosanitaria al cien por ciento de los centros de enseñanza son condicionantes para el retorno a la semipresencialidad, según dirigentes magisteriales.

El proceso de vacunación en el país apenas comenzó el 15 de marzo del presente año, tal como se tenía programado, los primeros en recibirla fueron el personal de salud, aquellos que se encuentran en primera línea, no obstante, el magisterio pide ser priorizado para dar paso a la semipresencialidad educativa.

Sin embargo, sobre el Plan Nacional de Introducción de la Vacuna contra la COVID-19, el Gobierno de Honduras ya cuenta con una guía que establece cuáles son los objetivos y los grupos priorizados, conforme a las recomendaciones de la OPS y del Consejo Consultivo, donde en los primeros 4 grupos no se contempló el magisterio.

Grupos priorizados

Se priorizó a los trabajadores en primera línea de salud tanto del sector público y no público, a médicos, enfermeras, camilleros, conserjes, aseadoras, así como todo personal que brinda atención ya sea clínica o administrativamente.

Un segundo grupo son los adultos mayores de 60 años, porque la situación epidemiológica mundial y nacional ha permitido identificar que este es un grupo de mayor riesgo de enfermar y morir por la COVID-19.

El tercer grupo lo conforman personas con alguna enfermedad crónica como hipertensión arterial, diabetes, cardiopatías o enfermedades renales, así como personas con alguna condición como la obesidad.

Y el cuarto grupo priorizado son “los trabajadores esenciales para el funcionamiento del país”, entre los cuales se destacan quienes brindan servicios públicos como agua, energía eléctrica, telecomunicaciones, aduanas aéreas, terrestres y marítimas, así como cuerpos de socorro a nivel nacional. En este cuarto grupo también están incluidos los titulares de los tres poderes del Estado, personal de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional, personal que atiende al público en la banca, las empresas de turismo y de transporte.

Dirigentes

unicef

Para Daniel Sponda, dirigente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), el retorno a las aulas pasa porque el Estado garantice la vacunación a los docentes y personal administrativo; ideal sería que también se vacunara a los estudiantes, pero lamentablemente ninguna de las vacunas que se han desarrollado en el mundo son aplicables a menores de 18 años.

A la par de esta petición, el dirigente magisterial sostiene que se deben garantizar condiciones de bioseguridad e hidrosanitarias ya que “la mayor parte de los centros educativos del país carecen hasta de agua potable, por lo que en las actuales condiciones con que se encuentra el país es casi imposible volver a las clases de manera presencial”.

Honduras cuenta con 23,835 centros educativos en los niveles prebásico, básico y medio, de ellos 18,666 se encuentran en el área rural y 5,169 en las zonas urbanas; según Oveniel Flores, secretario general del Colegio Profesional de Superación Magisterial de Honduras (Colprosumah), el 70% del sistema educativo estaba colapsado antes de la pandemia y de las tormentas Eta e Iota, por lo tanto, posterior al abandono de los mismos producto del confinamiento, este porcentaje puede ser mayor, situación que agrava más el retorno.

“Desde antes de la pandemia hemos venido exigiendo la mejora de los centros educativos y se garantice al menos el agua potable, por lo tanto, ratifico que en las actuales condiciones es imposible el retorno a las aulas”, ratificó Sponda.

En iguales términos se refirió Fidel García, presidente del Colegio de Profesional de Educación Media de Honduras (Copemh), el dirigente magisterial sostuvo que el deterioro en el sistema educativo no es propio o producto de la pandemia y de las tormentas Eta e Iota “el deterioro viene desde hace mucho tiempo, es un tema crónico, pero ahorita lo que más urge es la  vacuna porque hay una necesidad enorme de regresar a las aulas escolares”.

García recalcó que tanto maestros, estudiantes y padres de familia sienten un mayor desgaste físico, emocional y económico producto de las clases mediante plataformas y aplicaciones digitales, no obstante, regresar a clases semipresenciales o presenciales bajo las condiciones actuales de aumento de COVID-19, falta de material de bioseguridad, infraestructura colapsada y falta de condiciones hidrosanitarias sería llevar muchas muertes por contagio.

Por su parte Onán Cálix, secretario del Primer Colegio Profesional Hondureño de Maestros (Pricphma), sostuvo que para retornar a clases se necesita en primera instancia que las autoridades de la Secretaría de Educación establezcan una alianza estratégica ya sea con el Instituto de Previsión Magisterial (Inprema) o a través del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) para la compra de vacunas.

Argumentó que “es urgente que nos vacunen para retornar al sistema educativo presencial y así recuperar o rescatar a todos los niños y niñas que todavía no se han matriculado”, el docente estima que más de 700 mil niños de los 1.5 millones por la falta de acceso a las tecnologías aún están fuera de la matrícula 2021.

El docente aseguró que ningún centro educativo tiene las condiciones para un distanciamiento social, ni se puede garantizar medidas de bioseguridad ya que no existe agua potable en la mayoría de los mismos. “Pido a las autoridades que inviertan en educación ¿dónde están los 80 millones de dólares que les aprobó el Congreso Nacional de la República? Ya tuviéramos una estrategia clara, pero todavía seguimos buscando el dinero que a saber en bolsillos de quién está”, culminó el catedrático.