Ingresos de hogares disminuyeron significativamente en zona occidental

Por Keylin Espinoza, Presencia Universitaria

“El comportamiento de los hogares entre marzo y mayo, indica que los ingresos disminuyeron a un 59.0 y 66.7 por ciento respectivamente”, afirmó Jonathan Cáceres, investigador del estudio COVID-19 en la zona occidental de Honduras: efectos sobre la economía.

Esto en una región en donde  las actividades comerciales están orientadas a la agricultura, por sus fuentes de grandes ríos que irrigan fértiles y productivos valles. Asimismo está conectada con una buena red de vías asfaltadas y en buen estado, en la mayoría de sus recorridos, que conectan a sus principales ciudades con el resto del país, que a su vez conectan con las fronteras de El Salvador y Guatemala.

En tanto que para el mes de marzo, los ingresos se mantuvieron solamente en un 39.9 por ciento y en mayo, a un 30.6 por ciento; lo que está muy por debajo del 50 por ciento. Además el aumento de los ingresos solo representó un 1.1 y un 2.7 por ciento.

El occidente del país fue la cuna de la floreciente cultura maya. Se encuentra ubicada al sur del conocido mundo maya, en el cual destacan las famosas Ruinas de Copán, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El estudio fue realizado de forma conjunta por los investigadores Jonathan Cáceres y Christian Ramos, de Ciudad Universitaria, así como Jorge Miranda y Jorge Orellana, del Centro Universitario Regional de Occidente (CUROC), como una iniciativa del Instituto de Investigaciones Económicas  y Sociales (IIES) de la Máxima Casa de Estudios.

“Esta investigación trata de cómo ha sido el comportamiento en la economía del hogar en la región occidente. Pero todas las investigaciones que se han realizado son importantes; porque a partir de ellas se pueden tomar decisiones sobre la economía del hogar”, acotó Cáceres.

El estudio además se refiere a las formas de abastecimiento de los hogares, indicando que entre un 81 y 78% de los hogares, en los meses referidos, solo sale a comprar una persona por familia, mientras que un 13% lo hace a domicilio con el fin de disminuir las posibilidades de contagio.

En lo que respecta a la frecuencia de abastecimientos de los hogares, el 48% (en el primer mes) y el 33% (en el segundo), salen de sus casas en busca de abastecimiento, solo una vez a la semana.

“Existe alta confianza de las empresas para recuperarse de la crisis, sin embargo en el mes de mayo se observó la materialización del cierre de empresas que al inicio de la crisis aseguraron no poder sobrevivir a más de un mes”, afirmó el investigador Ramos, en relación a la economía de las empresas.

En esa línea, las empresas reportaron que en marzo hubo un porcentaje bajo de despido o suspensión de empleados (32.5), mientras que para mayo aumentó a un 43.15.

Además se logró identificar que el 64% de los hogares de la región occidental mantienen una percepción negativa sobre cómo afectará la crisis actual al comportamiento del ingreso familiar en el futuro. Sumado a esto, al menos cinco de cada 10 hogares (52%) consideran  que la crisis afectará el comportamiento económico del país en forma muy negativa.

Para la muestra se tomaron los hogares de estudiantes de la UNAH de la región occidental del país (Copán, Ocotepeque y Lempira); para lo cual se realizaron dos levantamientos, del 2 al 5 de abril y del 18 al 29 de mayo, respectivamente, para un total de 1,450 hogares entrevistados.

Dicho trabajo fue presentado en el marco del Precongreso Regional del Primer Congreso Virtual de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con el lema “Retos de la investigación científica en Honduras y la pandemia COVID-19,  desarrollado por la Dirección de Investigación Científica, Humanística y Tecnológica (Diciht).

Contexto general

La pandemia del COVID-19 ha generado una crisis sanitaria que ha desencadenado una crisis humanitaria, social y económica sin precedentes, desde la perspectiva epistemológica, por ser una enfermedad nueva, se continúa estudiando su historia y sus determinantes, sin embargo, su impacto en la economía y en el ámbito social, laboral y medidas sanitarias son posiblemente los que despiertan mayor incertidumbre.