Por Cristina Canahuati, Presencia Universitaria
La temporada de lluvias ha comenzado y el fenómeno de La Niña dictará los cambios meteorológicos que se vienen. El mismo traerá como consecuencias densas lluvias que sobrepasarán el promedio normal histórico, es decir que estarán por encima de los 860 mililitros de agua y dará comienzo a la temporada ciclónica, la cual podrá provocar inundaciones a nivel nacional afectando las cosechas.
La Niña es un fenómeno climático que ocurre cuando las aguas superficiales del océano Pacífico se enfrían, esta disminución de la temperatura suele ocasionar temporadas más frías y sus efectos abarcan regiones enteras del planeta.
“En perspectiva, durante los meses de septiembre y octubre las fuertes lluvias serán principalmente en la parte del centro-sur, sur, suroriente y el norte, y en el occidente y la región oriental estas tendrán un comportamiento normal”, explicó Edgar Mejía, meteorólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Los departamentos más afectados por estas lluvias serán Santa Bárbara, Valle, Cortés, Yoro, Atlántida, Francisco Morán, Colón y Olancho, sin embargo para el mes de octubre se espera que se normalice y se tenga el promedio habitual de lluvias en todo el país.
Asimismo explicó que para esta temporada se habían pronosticado 21 tormentas tropicales y se espera que hayan 5 más, sumando entre 25 o 26 ciclones este año, los cuales podrían traer consecuencias al territorio nacional.
Ante estos escenarios, las recomendaciones para los campesinos respecto a sus cultivos es que no deben sembrarse en las cercanías de los ríos, porque la cantidad de lluvia puede causar desbordamientos e inundarlos, sin embargo actualmente los proyectos de las cosechadoras de agua recogen agua durante el invierno para ser utilizada en los tiempos de sequía, que consiste en estanques o pilas en la parte alta de los valles.
“Las aguas lluvias inundan los cultivos, sobre todo si no se tiene un buen drenaje de agua en la zona, corriendo el riesgo de perderlos”, explicó Atilio Lobo, ingeniero agrónomo y docente del Departamento de Producción Vegetal del Centro Regional del Litoral Atlántico (CURLA), advirtiendo a la población que la única manera de contingencia ante las inundaciones es trabajo de toda la población, manteniendo las cunetas y los bordos de los ríos limpios.
También dijo que este fenómeno de La Niña, aunque sea menos prolongado con respecto a las sequías, también es contraproducente para ciertos cultivos como algunos granos básicos, que solo deben ser cosechados para consumo y no para forraje; este es el caso del rambután (lichas), cuyo fruto es afectado por las fuertes lluvias, rajándolo y haciéndolo vulnerable a las plagas, haciendo que este se pierda a veces en las totalidad de las cosechas.
Las inundaciones en los cultivos dependerán principalmente de la cantidad de lluvia que caiga y del drenaje del terreno, por lo cual es recomendable haber tomado las medidas necesarias para su protección, y siendo otro factor de alerta cómo las inundaciones también pueden afectar el área del ganado, al no haber suficiente pasto para los animales, por lo que se recomienda hacer almacenajes para su alimentación, tanto de pasto como de grano para consumo humano.
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