Ana Paola Gómez Matamoros es estudiante con excelencia académica y por egresar del Técnico Universitario en Alimentos y Bebidas (TUAB), también es madre de dos hijos y una mujer emprendedora con más de 10 años de experiencia, quien no pierde su motivación para emprender y renovar su negocio durante esta crisis sanitaria que vive el país debido a la pandemia del COVID-19.

“Mis papás han sido emprendedores siempre, desde que estaba pequeña siempre me daban algo para que yo trabajara en ello y emprendiera, de ahí nace esa motivación y aún más de la necesidad de cómo mantener a mi familia”, comentó los inicios de su negocio Gómez.

Esa necesidad de tener el sustento diario de la familia fue la mejor motivación para emprender el negocio “Golosinas San Antonio”, que es la principal fuente de soporte de Gómez, ubicado en la aldea Santa Rosa en la carretera al sur, que por los momentos mantienen un horario de atención de 5:00 de la tarde en adelante los días viernes, sábados y domingos.

Hamburguesas, carne asada, chuleta, costillas, pollo con papas, tajaditas, gringas, flautas, tacos, pupusas, plátano fritos y fresco natural forman parte del menú que pueden disfrutar los clientes y personas que visiten Golosinas San Antonio.

Con el pasar de los años se ha expandido forjando el desarrollo y funcionamiento de su negocio con la ayuda de tres empleadas, dos de ellas madres solteras al igual que ella, con quienes se identifica y conoce las dificultades que deben sobrellevar. “Me encanta ayudar a las personas que lo necesitan”, mencionó esta emprendedora, madre y estudiante de excelencia académica.

Pandemia

“Al principio de la pandemia tuve que cerrar el negocio y una semana me vi con cinco lempiras en mi bolsa y dije: 'no puedo estar así', y confiando en Dios y con todas las medidas de bioseguridad retomé el negocio y no he parado hasta la fecha”, explicó la emprendedora.

Los planes propuestos para este 2020 se suspendieron por motivos de la propagación del coronavirus en el país, aún mantiene el deseo y visualización de ese proyecto que espera concretar. “Estaba renovando mi negocio a través de un préstamo para poner en práctica lo que he aprendido y empecé a construir con base en los lineamientos de nuestros docentes”, sin embargo, no descarta su finalización a futuro.

Aunque su negocio dio apertura hace 14 años, en medio de esta pandemia se sigue reinventando y a partir del mes de mayo este negocio ofrece al público la venta de postres y repostería como pasteles de tres leches, pasteles semihelados, flan, brazo gitano y cheescake hecho con requesón.

“Mis raíces no las cambio por nada, es bueno aprender de nuevas culturas y gastronomía, pero trato de innovar con nuestros productos, además de ayudar a nuestra gente como los productores locales al comprar sus productos”, aseveró.

TUAB

“He tenido muy bonita experiencia en la universidad, empíricamente sabía muchas cosas, las aprendí en mi negocio mediante el trato con el cliente, pero ya en la universidad fue otra cosa mucho más formal, la licenciada Laura Herranz, coordinadora del TUAB, nos ayudó mucho, y muy buenos profesores, entonces uno enriquece los conocimientos que tiene, aprendí a innovar, aprender cosas nuevas y probarlas”, destacó Gómez.

Siendo actualmente estudiante cuenta con un índice académico de 88% con una beca otorgada por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y otra por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que le han permitido culminar sus estudios.

Como emprendedora motivó a estudiantes y personas en general a luchar por lo que quieren. “Emprendan, es un sacrifico, es difícil, pero uno ve la recompensa. Los sacrificios tienen su recompensa al final”.