Periodista Nadia Mendoza, Presencia Universitaria
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), a través del Observatorio de Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH), organizó el conservatorio “El mercado laboral y las migraciones en Honduras”, en el que expertos de la academia concluyeron en la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo y trabajar de manera conjunto, tanto empresa privada como gobierno, para disminuir los flujos migratorios.
“La falta de oportunidades lo que hace es que mucha gente decida emigrar y desde ese sentido tiene que trabajarse un modelo de desarrollo que sea inclusivo y equitativo, así como fortalecer las instituciones democráticas, que esto es fundamental porque la impunidad y la corrupción son otros de los factores por los cuales la gente también migra del país, no solamente por la falta de empleo”, señaló el director de Flacso, Rolando Sierra.
El académico afirmó que en el país si hay empleo, pero la problemática radica en la calidad del empleo, pues de acuerdo con estudios, el 65% de las personas que migran tienen empleo, sin embargo, este no satisface sus necesidades debido a los bajos ingresos que perciben.
“La mayoría de personas en Honduras trabajan en el sector informal por cuenta propia, es decir, sin un salario permanente, y sin seguridad social. Entonces es precisamente este precario mercado laboral lo que ha venido generando este tema de la alta migración de hondureños y hondureñas”, explicó Sierra.
Asimismo, se refirió a las barreras que tienen los migrantes retornados, las cuales a muchos los orillan a migrar nuevamente, ya que, de acuerdo con las estadísticas brindadas por el OMIH, el 35% intenta emprender la ruta migratoria nuevamente y un 30% no sabe qué hacer con su vida, un tema que también tiene implicaciones psicosociales.
“Podemos ver que hay una serie de barreras que tienen los migrantes retornados para incorporarse al mercado sociolaboral; desde problemas legales, porque han perdido su documentación y esto les impide entrar a un trabajo, acceso a crédito, para que puedan tener sus propios emprendimientos, y un contexto en el país de estigmatización de los migrantes retornados, a quienes se les considera fracasados”, expuso el director de Flacso.
Reiteró que el país tiene que repensar el modelo de desarrollo, “hasta ahora hemos tenido un modelo de desarrollo que no ha sido inclusivo, que ha sido generador más bien de pobreza e inequidad, y no generador de un empleo decente y de oportunidades para todos y todas”, sostuvo.
Datos
El conversatorio también contó con el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES), Ricardo Matamoros, quien brindó datos del comportamiento de la fuerza laboral en Honduras, mediante un comparativo entre el año 2021 y 2023.
En el 2021, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 4. 1 millones, y este año es de 3.8 millones de personas, lo que refleja un decrecimiento en el mercado laboral, siendo los jóvenes y las mujeres los más afectados por el desempleo.
“En comparación con las cifras del 2021, vemos que un poquito menos de 300 mil personas jóvenes no están trabajando, y en el caso de las mujeres, el comportamiento es similar; de 1.7 millones de mujeres que estaban en la fuerza laboral en el año 2021, en 2023 solamente es de 1.4 millones”, refirió Matamoros.
En términos de porcentaje, explicó que la tasa de participación laboral en el 2021 era del 60.7% y en la actualidad es de 54.5%, y en el caso de los jóvenes, en el 2021 la tasa era del 60% y en 2023 bajó al 51%. “Estas cifras lo que nos están diciendo es que hay un gran problema que no estamos viendo, tanto los hacederos de políticas públicas, así como el sector privado, la academia y la sociedad civil”, lamentó.
Matamoros resaltó la importancia de que tanto el gobierno como el sector privado trabajen de forma conjunta e integral, y no de manera aislada y polarizada, y a esto sumó la imperante necesidad de planificar, establecer una ruta y darle continuidad, pero siempre fundamentada en evidencia científica; en ese sentido hizo mención del aporte que realiza el IIES, desarrollando estudios científicos en materia socioeconómica.
Para finalizar la docente e investigadora de UNAH Tec Danlí, Gladys Ramos, presentó el estudio “Migración temporal-estacional de la población recolectora (corteros) hacia las zonas cafetaleras del municipio de El Paraíso”, a través del cual se evidenció, entre otros aspectos, los bajos salarios que reciben los cortadores de café, y justamente esto es uno de los motivos por los que la gente de la zona oriental emigra.
De acuerdo con la investigación, el 55% de los corteros devengan entre 1,000 y 2,000 lempiras quincenales, el 21% entre 500 y 1,000 lempiras y únicamente el 11% recibe 2,001 o más, asimismo, el 9% no percibe ninguna remuneración y una pequeña minoría, el 4%, cuenta con un salario de menos de 500 lempiras.
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