Periodista: Elia López
Tras dos años de pandemia, la carrera de Biología retomó nuevamente la celebración de la Feria del Invertebrado, actividad que consiste en la creación y venta de ingeniosos platillos inusuales en nuestro país, a base de insectos y demás animales carentes de una columna vertebral o esqueleto interno articulado.
La actividad fue realizada en el primer nivel del edificio J1 de Ciudad Universitaria, en un horario de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde por los estudiantes de la clase de Zoología de Invertebrados.
Uno de los ingredientes estrellas fueron los tenebrios o gusanos de harina, proteína que se utilizó para la elaboración de pupusas, tacos y enchiladas. Además, ofrecieron otros productos como ceviche, pepinos de mar, gelatinas y chilenas de larvas.
Los estudiantes también cocinaron varios postres, entre ellos: cheesecake y brownies elaborados con hormigas y otros componentes naturales que le daban un sabor mágico e inigualable.
Karla Cantarero, docente de la carrera de Biología, explicó que, para la elaboración de estos platillos, los estudiantes desde el primer día de clases llevan a cabo el ciclo de vida de un invertebrado, al cual crían con todas las medidas de bioseguridad y posteriormente lo utilizan para la elaboración del alimento.
Asimismo indicó que la población debe quitarse ese miedo o asco sobre el consumo de invertebrados, considerando que la cantidad de proteína que tienen es superior a la de otras carnes.
“Es importante normalizar el consumo de este tipo de animales, ya que es una nueva alternativa de alimentación que nos brinda muchos beneficios y aportes de vitaminas a nuestro organismo”, concluyó Cantarero.
Sobre los invertebrados
Los animales invertebrados suelen ser animales de pequeño tamaño, carentes de esqueleto interno óseo o cartilaginoso.
Una gran cantidad de estos seres protegen sus cuerpos por medio de conchas, caparazones o cubiertas de alguna sustancia dura.
Entre las principales clases de invertebrados están: los poríferos (como las esponjas), los celentéreos (corales, medusas, etc.), los gusanos, los moluscos (pulpos, mejillones, calamares, entre otros), los artrópodos (arañas, cangrejos, camarones, ciempiés...) y los equinodermos (como las estrellas de mar y erizos).
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