En cinco meses se han producido mil 200 homicidios en el país, según el Observatorio de la Violencia

Periodista Hugo Armando Espinal, Presencia Universitaria

La coordinadora del Observatorio de la Violencia (OV-UNAH) Migdonia Ayestas realizó un análisis desde la academia del fenómeno de la violencia que afecta a Honduras en los primeros 5 meses de 2023, el pasado martes 13 de junio del año en curso.

Sostuvo que “Honduras es un país que sin estar en guerra produce tantas muertes violentas similar a países que tienen conflictos bélicos”, esto para explicar que en el país se contabilizan 1,200 homicidios de enero a mayo del año en curso; situación que deja entrever que la violencia y la criminalidad son una realidad en la que vive la ciudadanía en las áreas urbanas y rurales.

La profesional de la UNAH explicó que en Honduras la violencia “tiene rostro”, para referencias que por lo menos en 2023 a diario en el país se da lugar a 8 homicidios diarios de los cuales 1 es un feminicidio y 5 son jóvenes y niños, siendo los menores de 30 años los más afectados.

Comparación 

Ayestas realizó una comparación de los casos de homicidios múltiples suscitados entre los años 2022 y 2023, en primera instancia explicó que este tipo de asesinatos son aquellos en los que se les quita la vida a 3 o más personas. 

Detalló que en lo que va del 2023 se registran 21 casos de homicidios múltiples, los cuales arrojaron 78 víctimas mortales y en los primeros 5 meses del año 2022 la cifra fue de doce casos menos, es decir, un total 12 sucesos, dejando un saldo de 73 personas asesinadas.

Feminicidios 

En Honduras la violencia contra las mujeres se ha recrudecido, así lo evidencian las estadísticas de los primeros 5 meses, pues al menos 161 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta. 

Sobre estos casos, la profesional de la UNAH señaló que el “60% de muertes violentas son feminicidios, es decir que son asesinadas por un hombre en condición de pareja o expareja o pretendiente”; también resaltó que hay una particularidad en estos casos y es que “estos actos de violencia se producen tanto en espacios privados, como ser sus casas, como en espacios públicos: a vista de otras personas”, concluyó.

 Ayestas sugirió que en Honduras se deben unificar esfuerzos para erradicar la violencia estructural, la cual afecta en la calidad de los servicios de los sistemas de salud, educación y la calidad de empleos que puede adquirir la ciudadanía, en virtud de que un mal manejo de estos aspectos “representa una puerta abierta para que jóvenes participen en actividades criminales”.