17 Abril 2023

El Lago de Yojoa y la percepción equivocada de su concentración de contaminantes orgánicos

El Lago de Yojoa y la percepción equivocada de su concentración de contaminantes orgánicos

Biol. Ernesto Vargas Navarro, UNAH/Consultor Internacional en Limnología y Ecología Acuática.

 ¿Quién y qué es el lago de Yojoa?

Es un ecosistema natural, que, por su condición de único, dada su belleza escénica y diversidad de valores ecosistémicos, tiene especial consideración para la hondureñidad.

Al igual que todas las cosas terrenales, el lago de Yojoa tiene un ciclo inherente al nacimiento, desarrollo y transformación evolutiva; en una dimensión de tiempo y vida que trasciende a nuestra humanidad. Es para nosotros, como sociedad, fortuna y privilegio conocerlo en la fase que permite mayor aprovechamiento e interacción. Es también un privilegio, cumplir con la responsabilidad de asegurar la sostenibilidad en su uso y la sustentabilidad de nuestras interacciones con fines de lucro y subsistencia.

Aunque hace muchas décadas lo usufructuamos, hoy por hoy forma y es sustento de vida, motor socioeconómico de su zona circundante y de la nación. Es refugio de distracción y relajamiento espiritual para un gran número de hondureños.

Hace algunos meses, este sistema lacustre ha llamado la atención pública a través de los medios hablados, escritos y la televisión; haciendo alusión a su posible desaparición o transformación ecológica de lago a pantano, y la búsqueda ciega de culpables o causantes de la transformación aludida.

La imagen ilustra lo antes citado, un titular apocalíptico de hace ahora 21 años.

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El tema no es nuevo, afortunadamente la apocalíptica predicción tampoco se dio. Y es que las transformaciones ecológicas no se miden de esa manera, su análisis, evaluación y tendencias son tema de ciencia y de compromiso social con la supervivencia del lago y de la sociedad con la que interactúa y sustenta por la vía del aprovechamiento de los valores ecosistémicos. Su problemática como tal debe ser evaluada de manera integral, identificando su origen, naturaleza de los impactos y tendencias. De igual manera, las soluciones deben ser social y económicamente analizadas; las interacciones son muchas y diversas; de las soluciones, también derivan impactos o consecuencias. Sobre todo, si no está clara la forma en que se originan, y así se proponen soluciones alejadas de las verdaderas fuentes de la problemática ecológica del lago.

No es posible entonces, referirse al lago de Yojoa y su “problemática” o condición trófica, sin enmarcarlo en su devenir histórico, dentro del entorno socioeconómico que sustenta su desarrollo, en el usufructo de sus valores ecosistémicos y su integridad natural.

Su origen como ecosistema, está asociado a una explosión volcánica que dejó una depresión, posteriormente y por efecto de la escorrentía de las laderas circundantes que, finalmente serían su cuenca tributaria, la inundaron.  Una vez inundada la hoya volcánica, se convirtió en un lago con tres salidas de alivio que determinaban su tasa natural de recambio, conocidas como las quebradas de Enea y Pescaderos, y una tercera que sumó sus caudales al rio Tepemechín. Ver figura 1. Lago de Yojoa y sus aliviaderos naturales.

Actualmente el lago y su cuenca tributaria forman una presencia natural de aproximadamente 44,200 hectáreas, de las cuales 8,475.8 corresponden al ecosistema acuático, con una profundidad máxima de 27.3 m, y un promedio de 14.63 m. Batimetría ESNACIFOR 2007. En este contexto, la acuacultura ocupa apenas el 0.00047% de la superficie.

Hacia los años cincuenta, Honduras hace uso de sus recursos naturales para obtener la energía eléctrica que necesita e impulsar su desarrollo; así, identifica en la cuenca del Lago el sitio idóneo para iniciar sus procesos de generación de energía limpia. Es precisamente el ecosistema lentico (el lago) el sujeto a intervenir. En 1957 la ENEE, a través "Harza Engineering Company" inició los primeros estudios relativos al aprovechamiento del potencial hidroeléctrico del lago de Yojoa.

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Como resultado, arrancó el Proyecto hidroeléctrico Cañaveral Rio Lindo, que, para efectos de este trabajo, es únicamente relevante en lo que a la interacción del proyecto concebido respecta; dada la integridad del ecosistema acuático y sus valores ecosistémicos. Es decir, todo lo relativo a las modificaciones asociadas a las corrientes tributarias, su drenaje y los alivios naturales del lago. Y las modificaciones al tipo de caudal de drenaje para efectos del proyecto

En la primera etapa de su ejecución, se llevó a cabo el cierre de dos de los desagües naturales: las Quebradas Enea y “Pescadero", en el sector sur del ecosistema. Se construyó un canal abierto para alimentar con sus aguas al canal de potencia del complejo hidroeléctrico en proceso de construcción, en el sector norte del sistema lacustre. De esta manera se invirtió el drenaje natural del sistema, del sector sur hacia el sector norte. Hasta aquí: ¿Qué tanto hemos modificado su condición natural?

La segunda etapa del proyecto no contempló intervenir el sistema hidrológico y su cuenca, todas las actividades estuvieron asociadas a implementar la central hidroeléctrica Rio Lindo. La tercera y última etapa inició en 1975 y concluyó en 1978; su objetivo fundamental, captar un mayor volumen de agua para generar electricidad. Basado en mediciones previas de los caudales de los ríos Yuré y Varsovia, los proyectistas estimaron que el incremento del volumen del lago sería del orden de 170 millones de metros cúbicos anuales, pasando de 360 a 530 millones de metros cúbicos. Para lograrlo fue necesario:

  1. Cerrar el tercer y último alivio natural del lago de Yojoa, que contribuía al caudal del rio Tepemechín; para tal fin, se construyó una presa de tierra en el sitio conocido como La Pita.
  2. Construir dos represas para captar las aguas de los Ríos Yuré y Varsovia, más la infraestructura necesaria (canales y túneles), para derivar los caudales represados hacia el lago.

Las figuras 2 y 3 ilustran respectivamente, la localización de los alivios cerrados en el sector sur y la localización aproximada del nuevo sitio de alivio que son efectivamente los caudales de aporte al canal de potencia del proyecto Hidroeléctrico Cañaveral Rio Lindo.

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 Figuras 2 y 3. Derivación de las corrientes de los Ríos Yuré y Varsovia. Cierre de alivios naturales y apertura de nuevo aliviadero del Lago de Yojoa el Canal de Potencia del proyecto hidroeléctrico. Sector norte. Peña Blanca.

Pregunta obligada: ¿qué le hicimos al ecosistema?

¿Cuáles las consecuencias de cambiar su drenaje tan diametralmente?

¿Continúa siendo un lago o lo desnaturalizamos y “es ahora un embalse”?

¿Sera que no logramos percibir la dimensión e impacto de las modificaciones realizadas?

Cancelar sus drenajes naturales, cambiar el sentido de sus alivios, en el opuesto al natural, de sur a norte, incrementar el área de su cuenca tributaria e incrementar la variación estacional de sus niveles máximos y mínimos de invierno y verano respectivamente.

¡Un tema para reflexionar!

Hoy día y luego de 60 años, tenemos un Complejo hidroeléctrico exitoso y repotenciado, aportando sistemáticamente energía para el desarrollo socioeconómico de la nación que ha generado, además, miles de millones de lempiras en utilidades por venta de energía y en ahorro por la no compra de combustibles fósiles, además de las utilidades y los empleos derivados de los proyectos e inversiones de la empresa privada y los emprendedores.

¡Sin embargo, algo está pasando con el ecosistema acuático!

¿Qué está pasando con el lago?

Para aproximarnos a una respuesta debemos analizar las modificaciones sufridas

Parecen simples:

  • Cerramos los tres alivios naturales localizados al sur del ecosistema
  • Creamos un alivio artificial al extremo norte. Con esto le dimos una ruta inversa de drenaje al sistema hidráulico del lago
  • Ø Al construir la represa La Pita elevamos en un metro la altura del espejo de agua sobre el nivel del mar

¿Qué hicimos con el sistema acuático?

El sitio para el desarrollo del potencial hidroeléctrico no estaba localizado en el sitio natural de drenaje del lago (Sur), fue necesario cerrar los aliviaderos y crear las condiciones para llevarlo al lado norte (Peña Blanca), donde si existe el diferencial topográfico (la altura) requerido para el objetivo propuesto.

Creamos un sistema de drenaje que es realmente un flujo laminar en sentido inverso al drenaje natural, dirigido hacia el canal de potencia del complejo hidroeléctrico. Pero el viento y la hidrodinámica de la Cuenca no se cambian, mantienen su dirección y determinan el comportamiento general del ecosistema. Todas las corrientes drenan en su sentido original y los vientos soplan desde el norte noreste.

Las corrientes tributarias, al entrar al lago siguen su sentido natural, hacia el extremo sur, arrastrando todas las partículas provenientes de su área de drenaje, que van separándose por decantación; es decir, las más pesadas se quedan a la entrada del lago (arcillas), y las livianas llegan a mayor distancia en su interior, las extremadamente livianas permanecerán suspendidas en la columna de agua, por un periodo más largo. El material decantado orgánico e inorgánico, pasa a ser parte permanente del fondo del lago y será sujeto de los procesos respectivos de degradación.

El aporte de material arrastrado es constante y creciente en cantidad,  tan diverso como la naturaleza de las actividades productivas que se implementen en cada una de las microcuencas tributarias. Esto implica que sus concentraciones y los efectos de la degradación serán también crecientes y tendrán un efecto e impacto acumulativo a lo largo del tiempo.

Modificamos la naturaleza del lago de Yojoa hacia un sistema cerrado que capta cada día las cargas orgánicas, inorgánicas y contaminantes asociados a la naturaleza de las actividades productivas que se ejecutan en cada una de sus microcuencas tributarias y desde las cuales por escorrentía son finalmente depositadas en el lago. Se incluyen aquí las provenientes de las actividades que se realizan en la zona litoral, hotelería, restaurantes y ganadería sobre los humedales.

¿Y porque hasta ahora percibimos los cambios?

Este es un impacto de proyecto tipificado como de mediano a largo plazo. Puede ser comparado con el efecto de saturación de una solución en la cual el solvente es el agua y los materiales de arrastre (de diferente naturaleza), el soluto.  El paso de los años incrementa la carga, los aportes son constantes y el recambio no compromete la columna y la masa de agua, el alivio es un flujo laminar hacia el canal de potencia. Las corrientes de densidad continúan desplazándose por sus cauces originales y al aportar oxígeno desde el fondo del ecosistema, en alguna forma, se mitiga el impacto.

Por debajo de esta capa de flujo laminar, existe una masa de agua en la cual la dinámica está determinada por la gravedad y la interacción de las corrientes de densidad de los tributarios, con mayor o menor impacto dentro del lago, dependiente de las cargas y la intensidad de las corrientes que interactúan y que, finalmente determinan las tendencias tróficas del sistema cerrado. Hay retención de sedimentos y aumento de material suspendido que reduce la transparencia.

En 2005, desde las microcuencas tributarias, ingresaron al lago un total de 68,541 toneladas de sedimentos (E. Vargas 2006). No cabe duda de que, al cabo de 60 años, las cantidades son tremendamente significativas. La sedimentación es un enemigo silencioso que le reduce área, profundidad e impacta la calidad del agua. La figura 4 ilustra el cono de deyección o abanico aluvial de la desembocadura de la Quebrada Raíces, que cada año avanza hacia el interior del lago; al igual que la corriente del Rio Helado, es una de las mayores aportantes de sedimento. Para el mismo año, ambas aportaron 48,000 toneladas de sedimento. La carga poblacional de ambas microcuencas significa mayor y más diversas actividades productivas, en consecuencia, más y crecientes tasas de erosión.

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 Figura 4. Abanico aluvial de la Quebrada Raíces en su entrada al Lago de Yojoa

Oxígeno disuelto y transparencia. Indicadores de una transición trófica

Las primeras manifestaciones de un cambio en el nivel trófico de un sistema lacustre son: el agotamiento de oxígeno disuelto, la pérdida de transparencia o turbidez del agua y una elevada producción de fitoplancton.

El lago de Yojoa es un sistema vivo. Sigue siendo un lago oxigenado con una mezcla anual en los meses de noviembre o diciembre. La figura 5 es una representación gráfica de las concentraciones diarias de oxígeno disuelto, durante los años 2020, 2021 y 2022.

Para cada año representado se muestra un periodo de mezcla que suele ocurrir en los meses de octubre o noviembre. Alcanza sus temperaturas más bajas y la columna de agua puede ser totalmente anoxica por espacio de 2 a 3 días.

Figura 5. Representación gráfica de las concentraciones diarias de oxígeno disuelto para los años 2020, 2021 y 2022.

Por su lado, los pescadores artesanales capturan anualmente 400 toneladas de Tilapia (Ospesca/USAID), que sustentan de manera directa un aproximado de 500 familias. Yojoa mantiene parámetros de calidad de agua que permiten la certificación anual de las operaciones acuícolas y la exportación del producto cosechado libre de contaminación y de excelente calidad.

Limnológicamente, es un ecosistema oxigenado, con un proceso de mezcla anual asociado a la perdida de calor en el periodo de ingreso de los frentes fríos. En esta época se rompe la estratificación térmica y la zona oxigenada superficial se mezcla con la zona profunda sin oxígeno, el resultado es un sistema anóxico (sin oxígeno); este es un proceso normal y de corta duración; sin embargo, dependiendo de su intensidad, puede causar mortandad de peces. Este proceso de mezcla funciona como un mecanismo de oxidación de materia orgánica y en consecuencia significa mejora en la calidad del agua y la recuperación o sostenimiento del nivel trófico. El patrón vertical de comportamiento de temperatura y oxígeno disuelto se manifiesta sin ninguna variante cada año. Inicio de un patrón de estratificación térmica con la llegada del verano (marzo, abril) y la ruptura de éste con las bajas temperaturas ambientales de octubre y noviembre. La figura 6 muestra el típico patrón de estratificación de verano y la mezcla de diciembre.

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Figura 6. Perfiles de temperatura y oxígeno disuelto. Estratificación y mezcla del Lago de Yojoa

La transparencia es un indicador de una transición trófica y la misma tiende a incrementarse por efecto de la condición de sistema cerrado con un flujo laminar (superficial), orientado al canal de potencia del sistema de generación.

Una ficha técnica actualizada de los humedales RAMSAR (2021), clasifica y presenta las amenazas al funcionamiento ecológico del lago de Yojoa y su cuenca, haciendo referencia a:

  1. Incremento de viviendas y áreas urbanas; áreas comerciales e industrias
  2.  Agricultura, caficultura y bosques, minas y canteras
  3. Caminos y carreteras (erosión, sedimentación).
  4. Represas y manejo del agua.
  5. Efluentes agrícolas (aguas mieles), aguas residuales, municipales y domesticas
  6. Los cultivos anuales y los cultivos de plantas perennes no maderables se calificaron como amenazas moderadas.
  7. No se hizo referencia a la acuacultura, quizá por haber sido considerada como efluente agrícola.

En 2022, se utilizaron datos históricos de septiembre 1979 a febrero de 1983 y periódicamente se recopilaron datos de calidad de agua desde junio 2018 a enero de 2020; en función de tal información, se hizo referencia al desarrollo de las actividades antrópicas en las cuencas tributarias durante 40 años, (1980 – 2020), incluyendo el inicio de las operaciones acuícolas. Atribuyendo a esta actividad:

“una reducción dramática en claridad estacional del agua, aumento del estado trófico y alteración de la dinámica de nutrientes, cambiando el lago de Yojoa de un ecosistema oligotrófico (baja productividad) a uno mesotrófico (productividad moderada)”.

“la presencia de la acuicultura a gran escala probablemente está impulsando la carga de N y P en el hipolimnion…”.

Es definitivamente cierto que el lago de Yojoa en el tiempo transcurrido (40 años), paso de un estado oligotrófico a un estado de mesotrófico. Sin embargo, entre 1979 y 1994, el lago Yojoa había hecho la transición hacia la condición mesotrófica. Antes del inicio del cultivo de tilapia en jaulas. El incremento de las concentraciones de fosforo total también se registraron antes de la operación piscícola: 1998.

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El lago de Yojoa incremento su estado trófico de oligotrófico a mesotrófico como resultado de mayores aportes antropogénicos de nitrógeno y fósforo desde diversas actividades en su cuenca y del efecto acumulado del cierre de sus alivios naturales; 4 décadas antes de la instalación de la granja de jaulas de tilapia.

El proyecto acuícola (cultivo de peces en jaulas), se instaló en 1998 e inicio su producción hasta el año 2000.

Desde la instalación del proyecto acuícola, los aportes de nitrógeno y fósforo de su cuenca de captación han aumentado por efecto de su propio crecimiento y de los aportes de nutrientes de las diferentes estructuras productivas y del efecto acumulado de las cargas que ingresan vía escorrentía. Además del efecto de la acuacultura. Sin embargo, el lago ha permanecido mesotrófico hasta el presente. Así lo demuestra la tendencia de transparencia de Secchi durante los años 2000 a 2022.

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Hasta este punto, no existe ningún criterio de carácter científico que demuestre que el cultivo de peces es la razón del incremento del nivel trófico del lago. Se considera un factor más entre los muchos existentes. No obstante, y a pesar de que la condición actual (mesotrófica), ha sido estable a lo largo de 20 años, es de carácter urgente emprender las estrategias de manejo y conservación que fueron propuestas hace ahora, más de 60 años

Un incremente en su estado trófico alteraría el funcionamiento natural de su sistema ecológico impactando directamente su potencial y valores ecosistémicos con consecuencias sociales y económicas.

La acuacultura como tal, ha mantenido un sistema permanente de monitoreo de calidad del agua y de las tendencias tróficas. Ha certificado sus operaciones y ha demostrado a un mercado exigente que su producto es de alta calidad y que responde a los requisitos establecidos de inocuidad y responsabilidad ambiental. Ha logrado en el tiempo transcurrido, reducir su factor de conversión alimenticia, desde 2.3 a 1.5 kilogramos de alimento por kilogramo de biomasa cosechada”.

La recomendación más importante de quienes construyeron el proyecto hidroeléctrico fue, que la cuenca debía ser declarada zona protegida.

La razón está fundamentada en los cambios hechos al ecosistema y a la urgente necesidad de controlar la escorrentía, la contaminación orgánica para compensar las modificaciones y cambios hechos a la tasa natural de recambio del ecosistema. Esto debió hacerse a través de la caracterización y regulación de las diversas actividades productivas a implementar.

El programa de manejo y conservación de las microcuencas debió hacerse y contemplar las formas de promover y hacer agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal y caficultura mediante prácticas de conservación de suelos a aprovechamiento de los desechos orgánicos, incluyendo las excretas del ganado. El crecimiento poblacional, el manejo y tratamiento de aguas residuales debe ser prioridad.

En comparación con la ganadería y el impacto del crecimiento poblacional, con las cargas de nutrientes de la acuacultura, esta última ocupa el tercer lugar en impacto por cargas de nitrógeno y fosforo.

 Conclusiones

 

  1. El ecosistema Yojoa es un sistema lacustre mesotrófico. Esa no es una condición de lago muerto, es un sistema productivo que debe ser sujeto de manejo mediante la caracterización y reglamentación de las actividades vigentes y futuras. Un lago mesotrófico es una despensa llena. Su condición mesotrófica lo hace un ecosistema de alto valor socioeconómico, este nivel trófico debe mantenerse y establecer para ello  estrategias de manejo que reduzcan los aportes de nutrientes.
  2. La acuacultura responsable, es un indicador valioso de la salud del lago, sus programas de vigilancia y monitoreo de la calidad del agua son mensajes periódicos de sus circunstancias ambientales.
  3. La transparencia de Secchi es un parámetro de evaluación continua y mantiene valores estables.
  4. Luego de 20 años de operación y a pesar de la carencia de un Plan Manejo de su cuenca, es un ecosistema oxigenado con solo una anoxia anual. ¡No es un pantano!
  5. El lago de Yojoa está manifestando el impacto ecológico de las modificaciones realizadas:
  • Cierre de los alivios naturales
  • Traslado de sus de sus sitios de alivio en la dirección inversa al drenaje natural de sus tributarios.
  • Creación de un flujo laminar que no permite la extracción de volúmenes por debajo del nivel establecido para alimentar el canal de potencia del complejo hidroeléctrico.
  • Eliminación de la tasa natural de recambio que comprometía toda la masa de agua, favorecida por el patrón batimétrico y la energía de las corrientes, que daba un caudal de drenaje homogéneo en calidad.

A estas, debe sumarse el impacto creciente de las distintas actividades antrópicas, que sin ningún control se han desarrollado.

Se deben atender las recomendaciones presentadas en el marco de las actividades futuras del Proyecto hidroeléctrico Cañaveral Rio Lindo.

 Recomendaciones

 

  1. Deben establecerse los criterios técnicos para implementar y evaluar los proyectos o actividades productivas en la cuenca de lago.
  2. Debe crearse una unidad de auditoría de desempeño ambiental que, de seguimiento a los proyectos privados y estatales, cuyo desarrollo implique un riesgo ambiental para el lago o su cuenca.
  3. Todas las actividades productivas deben ser debidamente auditadas y la gestión gubernamental de proyectos de desarrollo de cualquier índole debe pasar por la previa evaluación de impacto ambiental.
  4. Implementar un programa de vigilancia de las tendencias de las descargas de contaminantes y calidad de agua. (Monitoreo limnológico)
  5. Zonificar áreas para la actividad ganadera.
  6. Proceder al inventario de beneficios de café, número de fincas, cantidades y tipo de fertilizantes y fungicidas que ingresan por este rubro.
  7. Elaborar el censo agropecuario de las microcuencas del lago:
  8. Identificar las ganaderías y número de animales
  9. Es preciso establecer programas de biorremediación en áreas que deben ser identificadas y delimitadas, de manera que pueda ser evaluada su evolución. Las mejoras en ellas redundaran en todo el ecosistema

 

El Lago de Yojoa no es un área de confrontación o conflictos es una porción de Honduras que requiere del concurso y compromiso de todos. La articulación de un Plan de Acción de ejecución inmediata y la formulación e implementación de un Plan de manejo son actividades prioritarias.

El plan de acción debe incluir el control del nivel trófico mediante la ejecución inmediata de un plan de biorremediación de áreas críticas.

Biol. Ernesto Vargas Navarro

U.N.A.H./Consultor Internacional en

Limnología y Ecología Acuática


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