Periodista Yuri Vargas, Presencia Universitaria

Entre el cariño de sus compañeros de trabajo y la nostalgia por dejar atrás casi cuatro décadas de servicio en diferentes unidades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Donaldo de Jesús Merlo Godoy decidió poner fin a un capítulo de su vida para comenzar uno nuevo: el de su jubilación.

En vísperas de su retiro, este trabajador universitario originario de una comunidad rural de Juticalpa, en el departamento de Olancho, indicó a Presencia Universitaria que sus primeros pasos dentro de la institución los dio el 1 de febrero de 1987 en Rectoría, donde laboró como conserje, empleo que le permitió continuar con sus estudios y graduarse de perito mercantil y contador público en un reconocido instituto de la capital.

Tres años más tarde participó en un concurso público para el puesto de auxiliar de contabilidad en el Departamento de Contabilidad, adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables, donde poco a poco fue escalando posiciones hasta llegar a ser contador IV. Simultáneamente cursó la Licenciatura en Informática Administrativa.

“Esta Universidad me dio trabajo y también la oportunidad de seguir formándome, y por mis logros académicos en varias ocasiones me devolvió el valor de la matrícula e incluso me otorgó premios en metálico”, dijo.

Aunque no ha tenido una vida fácil, agradeció la oportunidad de hacer carrera en la mejor universidad del país, misma que dijo defender a capa y espada porque además de brindarle estabilidad laboral le ha permitido seguir preparándose.

Este profesional, que cumplirá 63 años de edad el próximo 1 de diciembre, recordó las dificultades que ha tenido que enfrentar, sobre todo debido a que proviene de una familia de escasos recursos y por ende desde niño tuvo que trabajar.

Según detalló, la educación primaria la culminó pasados los 19 años, después de haber sido reclutado por el Ejército, hasta darse de baja en agosto de 1982, convirtiéndose así en el primero de 10 hermanos en profesionalizarse y ser el soporte de algunos miembros de su familia, entre ellos su hermano menor y un sobrino, a quienes ayudó a profesionalizarse.

"Cuando hice mi educación primaria, mi mayor anhelo era pisar una institución de segunda enseñanza y no pude porque a los 19 años me reclutaron. Ahí fue donde entendí el valor de la libertad", dijo Merlo, padre de una joven de 17 años.

Comisión de Control de Gestión

Según relató don Donaldo, con el nombramiento de la Comisión de Transición y el inicio de la Reforma Universitaria, en el año 2006 pasó a la recién creada Comisión de Control de Gestión (CCG), de donde hoy se despide para dedicar su tiempo a su familia y a sus proyectos personales.

“Mi vida laboral ha sido en varias unidades; inicié en Rectoría, después estuve 16 años en Contabilidad y aquí en la Comisión de Control de Gestión llevo 17 años”, recordó.

El entrevistado detalló que como parte de su quehacer como asistente de los comisionados de este ente responsable de la planificación, evaluación financiera y patrimonial de la UNAH, que responde directamente ante la Junta de Dirección Universitaria (JDU); participó en al menos 150 licitaciones de bienes y servicios, de precalificación y de supervisión de obras, concretamente en la elaboración de pliegos, en la revisión de especificaciones técnicas y en la validación de documentos, procurando siempre el blindaje de los informes para que no exista la posibilidad de que los oferentes demanden a la UNAH.

Adicionalmente ha colaborado en la medición y remedición de locales y otros inmuebles en diferentes campus universitarios, incluyendo el Centro Universitario Regional de Occidente (CUROC).

De igual manera ha apoyado en varios talleres de bienes y ha brindado inducciones para licitaciones, en torno a evaluación legal, evaluación técnica y evaluación económica.

"Hay que trabajar en la juventud para disfrutar la vejez”, fue su frase de cierre previo al inicio de sus vacaciones de 2022 y 2023 y el comienzo de su retiro oficial el 1 de febrero de 2024.