En el marco del Día Mundial del Ictus, más de 30 estudiantes de la asignatura Psicofisiología II de la Carrera de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) realizaron este día una campaña de concientización sobre esta enfermedad cerebrovascular.
María José Irías, coordinadora general de Posgrado de la Carrera de Psicología y docente de esta unidad académica detalló que esta fecha se conmemora a nivel internacional cada 29 de octubre. “Hemos decidido abordar temas como la prevención, factores de riesgos, rehabilitación y métodos de detección rápida del Ictus, que es una enfermedad cerebrovascular que significa la privación de flujo sanguíneo al cerebro provocando en algunas ocasiones daños irreversibles, provocando discapacidad en las personas afectadas y cambios en su calidad de vida”, agregó.
Según la experta los últimos datos estadísticas en el país relacionadas a esta problemática, un 32% de las atenciones que recibe el Hospital Escuela son por casos de Ictus, presentando una tasa de mortalidad del 6%.
“Estamos hablando de un padecimiento que modifica mucho el entorno personal, familiar como social, por lo tanto, estamos llamados en efectuar este tipo de campaña de sensibilización para su prevención. Entre los factores que incide a padecer de Ictus están: la hipertensión, diabetes, consumo de alcohol, tabaco, incluso el estrés, ya que el país refleja un alto índice de personas que sufren estrés laboral crónico y pueden desencadenar en un derrame cerebral (Ictus)”, indicó la investigadora.
Hábitos saludables
Mantener estilos de vida saludables, buenos hábitos de sueño, evitar el consumo de sustancias alcohólicas, tabaquismo o cualquier tipo de droga, puede ayudar que la irrigación sanguínea del cerebro se mantenga estable, previniendo que ocurra un accidente cerebrovascular.
“Esta es una enfermedad que incluso puede ocurrir en niños, sin embargo, su prevalencia sube en aquellas personas mayores de 50 años de edad, para abordar a un paciente con Ictus es muy importante que tenga un abordaje multidisciplinario, porque si bien es cierto es un enfermedad neurológica termina generando un impacto psicosocial, muchas de estas personas desarrollan depresiones o trastornos de ansiedad por ver la imposibilidad de hacer actividades cuando lo hacían normalmente”, comentó Irías.
Por lo anterior, reiteró que el abordaje emocional que se le tiene que dar a este tipo de pacientes sobre la aceptación de su condición y apego a los tratamientos para poder alcanzar una mejor rehabilitación y recuperación es importante que sea acompañado de un psicólogo, como psicoeducación a los familiares.
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