Entre flores, lágrimas y buenos recuerdos, los hondureños celebran cada 2 de noviembre el Día de los Fieles Difuntos, tradición hondureña heredada del catolicismo, para honrar a sus seres queridos fallecidos.
Entre las actividades que se realizan en este día están la visita a cementerios para coronar y colocar arreglos florales en las tumbas de amigos o familiares difuntos. Además, llevan comida, bebidas y hasta música para departir mientras se realiza limpieza en el área donde se encuentran sus sepultados.
Por otra parte, más allá de ser una celebración emotiva, es una fecha que permite a emprendedores obtener ingresos económicos ofreciendo diferentes servicios entre los que destacan las flores y coronas, la limpieza de tumbas, pintura de mausoleos y reparaciones menores.
Para ilustrar esta lectura, se visitó el campo santo de la Aldea de Suyapa, ubicado en las cercanías del campus de Ciudad Universitaria, espacio administrado por la Asociación de Indios Laboríos de esta aldea.
Asueto
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) otorgó a sus empleados docentes, administrativos y de servicio asueto de medio día, a partir de las 12:00m. en consonancia con el comunicado emitido por la Secretaría de Estado en los Despachos de Gobernación, Justicia y Descentralización.
"Que el 2 de noviembre se conmemora en nuestro país el día de difuntos, momento en el cual muchos y muchas compatriotas suelen recordar el luto hacia sus seres queridos que han ya fallecido. Esta ocasión sirve para visitar los campos santos, llevar flores y reunirse en oración con familiares y parientes", expresa la comunicación gubernamental.
Asimismo, destaca que el propósito del asueto es mantener viva algunas de las tradiciones propias de esta fecha, así como honrar a quienes en determinado momento contribuyeron a la grandeza del país.
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