Periodista Clarissa Donaire, Presencia Universitaria
Con el objetivo de conservar plantas y semillas de los ecosistemas regionales en condición de vulnerabilidad, el Centro Universitario Regional de Occidente (CUROC), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con el apoyo de varias organizaciones públicas y privadas trabajan para crear un Banco de Conservación de Semillas en ese centro de estudios superiores que tiene su sede en la ciudad de Santa Rosa, departamento de Copán.
“El proyecto surge en el año 2021, considerando la necesidad de resguardar, valorar, rescatar Y conservar las muchas especies de plantas que se están perdiendo en la región de occidente; una temática discutida y analizada, con mucha preocupación”, explicó Alfonzo Carranza, profesor universitario y coordinador de la iniciativa.
La intención se ejecuta con el apoyo estratégico de la Organización para el Desarrollo de Corquín (Odeco), la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), la Asociación Proyectos e Iniciativas Locales para el Autodesarrollo Regional de Honduras (PILARH), la Fundación Jicatuyo, la Mancomunidad de Municipios del Parque Nacional Montaña de Celaque (Mapance) y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
Según el profesor Carranza, actualmente ya cuentan con una pequeña colección de semillas que abarca al menos unas 15 especies de maíz, la misma cantidad de frijol, chile, ayote, dos tipos de trigo, moras, entre otras especies.
La idea además lleva el propósito de contribuir a la seguridad alimentaria, crear y fortalecer una red de bancos de semilla de la región alrededor de la Biósfera de Celaque trabajando con instituciones, comunidades y fincas.
“En la universidad se estableció un espacio para la colección de semillas, fijamos lotes de observación y aprendizaje, tratamos de fortalecer la organización comunitaria incorporando alumnos y maestros de 3 institutos técnicos comunitarios: el de Lepaera, el de La Unión y el de Gracias”, comentó el profesor investigador del CUROC.
El occidente de Honduras es una zona muy particular “ya que somos parte de Mesoamérica y hace 10 mil años en esta región comenzó la agricultura, junto a otras 7 regiones del mundo, casi de manera simultánea, por eso es su riqueza en cuanto a la cantidad de especies”, manifestó.
El investigador también informó que laboran con campesinos que tienen ya sus pequeñas colecciones de semillas, a quienes les brindan mantenimiento, capacitación y formación, pues con esa experiencia documentan los procesos.
“Hasta el momento hemos hecho algunos estudios de mediciones de semillas, procesos de fermentación y una serie de estudios de carácter agronómico y botánico con los cuales vamos a apoyar el trabajo de campo”, finalizó.
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