Periodista Yuri Vargas, Presencia Universitaria
Cada 2 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Bullying, una efeméride que busca concientizar a la población sobre el impacto de este comportamiento violento e intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes y que en su versión digital cada año deja un saldo de más de 200,000 muertes.
En este contexto, la compañía líder en detección proactiva de amenazas (Eset), emitió un comunicado en el que analiza su impacto e insta al uso seguro de las tecnologías de la información y comunicación para minimizar los daños que provoca.
“El ciberbullying es la forma digital del bullying y se diferencia del acoso cara a cara por factores como el anonimato, estar conectado las 24 horas o la dificultad de eliminar de Internet contenido que puede ser utilizado para afectar a una persona. A esto se le suma que la pandemia por COVID-19 en 2020 y 2021 tuvo un especial impacto en la salud mental de muchas personas, sobre todo en niños y adolescentes”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de Eset Latinoamérica, en uno de los párrafos
El experto señaló que el protagonismo de las redes sociales y el rol de los influencers son factores clave en el crecimiento del acoso cibernético, pues la importancia que tiene la imagen en estos tiempos y el constante bombardeo de estereotipos que marcan la pauta de lo que está bien y lo que está mal establece diferencias que muchas veces son la causa del bullying y ciberbullying.
Al respecto, el documento resalta la importancia de la educación como clave para evitar que los jóvenes se conviertan en víctimas o para intentar minimizar las consecuencias. Asimismo, enfatiza en el rol de la familia, de las instituciones educativas y de los gobiernos para prevenir y regular dicho comportamiento.
“Estar informados sobre estos temas ofrece mejores herramientas a los adultos a la hora de abordar esta problemática y abre la posibilidad a un diálogo que puede ser fundamental para prevenir o aprender a lidiar con el acoso y el ciberacoso”, cita.
“Las familias tienen un rol muy importante en educar y prevenir, pero también los maestros, las instituciones educativas y sobre todo, los gobiernos. Dentro del aula, por ejemplo, se pueden explorar temas como seguridad en Internet y cómo comportarse en línea. En este sentido, crear espacios de intercambio para hablar sobre estos temas o realizar charlas de concientización puede ser una gran herramienta”, puede leerse en otro apartado.
En cuanto a cómo reconocer si un niño o niña está atravesando por una situación de acoso o ciberacoso, Gutiérrez menciona señales podrían ser cambios en el comportamiento, pérdida de interés por cosas que disfrutaba hacer y bajo rendimiento académico e invita a los lectores a conocer Digipadres, una iniciativa alineada a safer kids online, que busca acompañar madres, padres, tutores y docentes en el cuidado de las infancias en Internet con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital.
El referido espacio brinda materiales para el proceso de aprendizaje, diálogo y supervisión con el fin de facilitar los conocimientos necesarios para ayudar a los más pequeños en el uso de las nuevas tecnologías.
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