Los procesos y metodologías sobre la enseñanza y el aprendizaje han evolucionado en los últimos años de acuerdo con el desarrollo tecnológico y con la necesidad de un nuevo perfil profesional y ocupacional que requiere de ciertos tipos de conocimientos y capacidades o competencias en el contexto laboral, diferentes a los que se ha requerido hasta el momento, en el cuál se requiere una economía fuertemente estructurada, compartimentalizada y ordenada.
El conocimiento que el profesional de hoy necesita para ser más productivo, es adaptarse fácilmente al trabajo cada vez más interdisciplinario y más centrado en los problemas y procesos concretos, en lugar de estructuras lineales, rutinarias y bien definidas. En la actualidad los requisitos para acceder a un número considerable de puestos de trabajo incluyen la capacidad de trabajar en equipos multidisciplinares, buena inteligencia emocional, habilidad para resolver problemas, dotes de presentación, pensamiento crítico – reflexivo y conocimientos sobre gran variedad de tecnologías y programas informáticos de vanguardia.
Estas exigencias hacen que ahora más que nunca, sea necesario desarrollar procesos internos de adquisición de conocimientos que nos permitan tanto a los docentes como a nuestros egresados la necesidad de seguir aprendiendo de forma continua y permanente.
Por lo tanto, para hacer frente a estas exigencias es necesario trabajar arduamente en la transformación de nuestro sistema educativo desde las autoridades de esta institución, hasta el rediseño curricular de nuestro planes de estudio. Considerando que ya no se trata de que los estudiantes adquieran conocimientos de contenidos estrictos e inamovibles que les preparen para la vida laboral; sino más bien que aprendan a aprender durante toda su vida para lograr disfrutar de una vida productiva que conlleve satisfacciones y la autorrealización de los mismos para garantizar profesionales activos y comprometidos.
El objetivo de incluir la bimodalidad en el currículum es lograr que el estudiante aprenda mejor y desarrolle más competencias en su área de trabajo y que a medida que estudia su carrera alcance un mejor rendimiento académico.
Desarrollar un currículum bimodal, requiere que los profesores tengan muy claro cuáles son los conceptos de la temática; cómo está planteada en la descripción mínima de ese espacio de aprendizaje; qué tipo de competencias debería desarrollar el estudiante al finalizar su asignatura; y cómo será evaluado posteriormente ese aprendizaje; todo esto para impartir de forma sistemática y de la mejor manera cada uno de los espacios de aprendizaje que contiene la malla curricular de esa carrera que bien puede ser con la ayuda de las tecnologías o no necesariamente.
¿Qué significa desarrollar un espacio de aprendizaje de la mejor manera? Pues bien, eso dependerá en gran parte de las particularidades de cada asignatura o de cada temática, pero también de las metodologías y el tipo de evaluación que se elija al momento de asignar una actividad de aprendizaje, porque hoy en día ya no es tan importante que un profesional se sepa las cosas de memoria; sino que sepa resolver los problemas con lo que tiene a su alcance, por lo tanto, enseñarle a memorizar ya no es algo práctico... Así que será necesario implementar metodologías que le ayuden a indagar el porqué de las cosas, que sea crítico y reflexivo tanto de su propio aprendizaje como de su trabajo.
Ahora bien para alcanzar estos objetivos será necesario que el diseño o rediseño curricular se vea apoyado de las herramientas necesarias que faciliten ese aprendizaje y tomaremos para ello en esta ocasión como ejemplo las tecnologías que bien puede ser la plataforma institucional u otra... Entonces surge la interrogante... ¿Qué porcentaje del plan de estudios se podría virtualizar y qué porcentaje no se podría ya que debido a la naturaleza de determinados espacios de aprendizaje en algunos casos se consideraría imposible?
Pues bien eso nuevamente se verá condicionado por las particularidades y necesidades de cada carrera... Pero es aquí donde el papel del personal que asesora a la subcomisión curricular en el diseño o rediseño curricular de la carrera que se está trabajando debe ampliar la visión sobre el potencial que las tecnologías ofrecen a esa área del conocimiento; ya que en muchos casos se toma esta decisión sin conocer la flexibilidad y las bondades de las tecnologías, así mismo el personal que asesore al experto en contenidos en el diseño y desarrollo de un espacio de aprendizaje, será responsable de velar que ese diseño que se ha trabajado con expectativas innovadoras, sean realmente innovadoras para evitar que ese espacio de aprendizaje sea una copia de la tradicionalidad.
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