El coordinador de la iniciativa de creación de una nueva constitución de la República, Edmundo Orellana Mercado, explicó en el marco de la presentación del perfil del proyecto en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que no se trata de una nueva Carta Magna, sino de un nuevo sistema constitucional, con la participación activa de la sociedad.

“Se trata de un nuevo modelo de relaciones entre el Estado y la sociedad, eso significa que debemos consultar de forma amplia, directa y participativa a los distintos sectores para saber cuál es su perspectiva y qué propuestas idóneas pueden surgir para el nuevo sistema constitucional que se va a plantear para enfrentar los retos del futuro”, dijo.

En ese sentido explicó que la decisión de crear un nuevo sistema constitucional sería tomada por la sociedad hondureña mediante una Asamblea Nacional Constituyente, a fin de que haya una verdadera representación.

Orellana indicó que por ejemplo, en un tema económico no se puede prescindir de la empresa privada ni de los trabajadores, o en lo referente al medio ambiente, se debe tomar en cuenta no solo a los científicos sino también a los pueblos originarios que por siglos han convivido armónicamente con la tierra, el aire, el agua y los bosques.

“Cuando se habla de un sistema constitucional nuevo estamos hablando de un tema político; la constitución sería el marco legal”, amplió.

“El resultado que tengamos debe pasar por el mecanismo del dialogo. El problema es que existen muchos prejuicios en torno a este tema; hay quienes creen que todo cambio es malo, que lo que hay debe conservarse a toda costa. Nosotros debemos tener una perspectiva diferente, hay cosas buenas que hay que conservar pero hay otras que  necesitan mejorarse, modernizarse”, destacó.

El proyecto

La actual Constitución de la República sigue los lineamientos de las constituciones de 1965 y de diciembre de 1957, que a su vez tomaron como base la de 1894.

El perfil de propuesta de un nuevo sistema constitucional refleja la necesidad de crear una constitución que ofrezca un marco de referencia del que fluyan pacíficamente las modernas tendencias sociales, políticas, económicas, jurídicas y culturales para el desarrollo de la nación, el respeto de la dignidad humana y el fortalecimiento de la administración e impartición de justicia.
Según lo expresado por el ex fiscal general del Estado, es necesario comprender que hay principios fundamentales que son inalienables, como es el caso de la descentralización, aspecto que debe ser considerado en la nueva constitución.

“Es necesario considerar que el municipio no es una expresión de un pueblo aislado que debe autogobernarse para satisfacer sus necesidades primarias, sino una dirección de conducción de una comunidad política en donde se resuelven problemas que van más allá de los elementales”, explicó.

Además “hay municipios que han sido ejemplo de administración, de ejecución de programas y proyectos, y de desarrollo, en donde incuso lo índices de violencia y criminalidad son diferentes a los del resto del país. El gobierno debe analizar la posibilidad de transferirles más responsabilidades, con más recursos para que puedan satisfacer de forma más directa las necesidades de la ciudadanía”, agregó.

El proyecto, liderado por la UNAH a través de la Facultad de Ciencias Jurídicas, busca evaluar la conveniencia de una Constitución en la que se ofrezca un marco menos rígido que la actual, en la que los artículos pétreos no permiten a la sociedad avanzar hacia una forma de gobierno más democrática y participativa.

Como parte de esta iniciativa se realizarán encuestas y grupos focales con los distintos sectores del país, a fin de desarrollar criterios para estimular el debate social y llegar al consenso, ya que se busca que sea un proyecto integral.

 

Tomado de Presencia Universitaria.