Inconcreto, o el Tótem Emergente

Cuando se ha impuesto la organización irracional del paisaje cada línea racional que despunte se vuelve espejismo o tótem. Las edificaciones que van surgiendo en medio del caos hunden por igual con su peso concreto, desplazan como si en lugar de una corona de oro, Arquímides hubiera utilizado una inmensa pintura de Mondrian para revelar lo falso.

Gabriela Fú en su muestra In Concreto se concentra en el rítmo -atípico para esta ciudad- que sube o crea florituras dentro de la pisquis de quienes lo perciben casi como un misterio que llega desde una verdad apenas intuida. ¿La verdad? La estructura, el edificio que aparece de la noche a la mañana luego del dilatado sueño de nuestro sub desarrollo urbano. La confrontación con estas nuevas realidades habitables es tan fascinante como la que sucede frente a un tótem, punto de fuga del desconcierto, monumento a nuestra intriga.

Y es que en la precariedad urbana toda edificación reciente se convierte en nomenclatura direccional, orientación hierática por la cual la ciudad simboliza y adquiere estatura y conciencia, desde lo parcial a lo global, desde lo elemental a lo total, desde lo relativo a lo absoluto, no sin dejar de irradiar cierta perversidad respecto al paisaje circundante.

In Concreto, de Gabriela Fú, reúne las piezas del lego en la ciudad fragmentada a todo nivel y, propone con lenguaje plástico armonioso, la ruta psíquica que ayudaría a establecer una urbanidad funcional en lugar del estorbo civil monumental donde las calles -y el espíritu humano- dejan de fluir.