Damián Rodezno, es un joven de 24 años de edad egresado del Técnico Universitario en Administración de Empresas Cafetaleras (TUAEC) que oferta el Centro Tecnológico de Danlí de la Universidad Nacional Autónoma de Hondura (UNAH-TEC Danlí), quien colaborará durante un año como voluntario en el Centro de Formación Profesional Kolping en Brakel, Alemania.
El sueño del recién egresado se hizo realidad gracias al programa Sur Norte de Weltwärts, mismo que se interesa en que los participantes ganen experiencia en el extranjero y adquieran habilidades lingüísticas y personales, promoviendo el aprendizaje intercultural.
En el trascurso de su experiencia, Rodezno comparte espacio con una familia anfitriona y sus compañeros voluntarios que provienen de diferentes países, colaborando como técnico agrícola calificado y barista, en la planta tostadora de café Tatico-Kolping. Se trata de un popular café Tatico procedente de Honduras que ahora es tostado y distribuido por Kolping.
“Detrás de esta empresa hay una gran iniciativa que ayuda a muchas familias que, como mi familia, se dedican al cultivo del café. Cultivar café es una tarea que requiere mucho trabajo y pasión. Me llena de mucha satisfacción saber que hay iniciativas que trabajan con la visión de tomar en cuenta a los productores”, comentó Rodezno a un medio de comunicación extranjero.
Asimismo, mencionó que actualmente está asistiendo a un curso de alemán para ampliar su conocimiento de este idioma y poder comunicarse mejor.
Sobre su vivencia Rodezno comentó, “actualmente vivo solo, pero mi familia anfitriona está casi al lado. Puedo pasar tiempo con ellos cuando quiero y he tenido momentos inolvidables con ellos. Vivir con una familia diferente a la tuya es muy interesante, pero cuando comparo la vida familiar con la mía en Honduras, concluyo que no es tan diferente”.
Agregó: “tengo una relación cercana y encantadora con mi familia anfitriona y me han aceptado como un miembro más de la familia desde el principio, piensan junto conmigo en sus planes y me dejan ser parte de la familia”.
Sobre el programa Weltwärts, el experto en café estimó que el mismo demuestra que las fronteras no existen y “que somos una sola familia mundial”. De la misma forma consideró que, “hay cosas que son absolutamente diferentes a lo que conozco de Honduras, ya sea sobre comida, actividades de ocio o rutinas diarias. Muchas de mis expectativas se cumplieron, aunque algunas cosas fueron más difíciles de lo que había imaginado, por ejemplo, aprender alemán. Cuando miro hacia atrás en mi primer mes ahora, después de siete meses en Alemania, he hecho algunos progresos en el aprendizaje del idioma”.
Sobre sus planes a futuro, el barista comentó que planea seguir aprendiendo alemán y usar el tiempo restante para conocer otros lugares y personas de Kolping en Alemania.
“Quiero llevar conmigo todo lo que me permita seguir creciendo personalmente. Después del voluntariado, primero me gustaría pasar tiempo con mi familia y seguir estudiando. Pero también me gustaría apoyar a mis padres con la producción de café en la finca. Tal vez pueda encontrar un curso de alemán en Honduras”, añadió.
Fuente: Presencia Universitaria
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