Santos Valladares: una pasión por la música y la academia

La composición es un estilo de vida, es la impresión de todo lo que ves, todo lo que haces, todo lo que escuchas y también se trata de utilizar todos los elementos que conoces y acercarlos cada vez más a tu verdadera esencia.

Santos Oswaldo Valladares Mendoza es un claro ejemplo de ese estilo de vida donde la pasión por la música y la enseñanza lo han llevado a convertirse en un gran compositor y docente universitario.

Sus inicios en la música

Santos de nacionalidad Hondureño-Costarricense nació el 02 de diciembre del año 1988 en Costa Rica, pero desde muy pequeño llegó a suelo catracho, creciendo entre tradiciones y costumbres que permitieron crecer y desarrollarse hasta lo que hoy es.

¨A los cuatro años me vine a Tegucigalpa con mi familia, crecí en un barrio muy pobre de llamado ¨Villa Adela¨. Me considero capitalino, tengo mucho apego a Honduras, yo he tomado muchas de las costumbres catrachas¨, expresó el compositor.

A los nueve años Santos descubrió su pasión por la música gracias a que cerca de su casa se ubicaba el Centro Evangélico Vida Eterna donde sintió el llamado a las armoniosas melodías, por coincidente, asistió a grupos de musicales de la congregación, para luego entrar al Conservatorio Nacional de Música “Francisco Ramón Díaz Zelaya” donde comenzó a estudiar, orientándose en el instrumento guitarra clásica.

“Por lo general, a todos los que nos sentimos apasionados por la música en algún momento de nuestras carreras alguien, ya sea familiares, amigos, conocidos nos recomiendan que desistamos de la música, ya que por la situación del país no es buena elección elegir dicha profesión”, indicó.

Asimismo recordó que “A palabras necias, oídos sordos, es un dicho popular que todos debemos tener en mente que no debemos prestar atención a los comentarios imprudentes o comentarios ajenos que en ocasiones influyen en nuestra toma de decisiones”.

Inspiración para ser un académico de la música  

Al concluir sus estudios de secundaria, Santos se enfrentó a un dilema al iniciar su formación universitaria: si debía seguir su pasión o sacar otra carrera, pero siguió siendo constante y sacó su licenciatura en música en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

En sus comienzos como músico, vino a laborar a San Pedro Sula, donde tuvo la oportunidad de conocer al maestro Sergio Suazo Lang, quien en vida fue maestro en la UNAH en el Valle de Sula.

Entre pláticas, Suazo Lang le comentaba los procesos de composición mientras realizaba arreglos para las agrupaciones que tenían; Santos despertó su curiosidad por indagar más en el mundo de la composición motivándose a buscar una maestría en la cual pudiera orientarse. 

Actualmente cuenta con tres maestrías, las cuales son: maestría en interpretación y composición de jazz y música moderna, maestría en composición musical con nuevas tecnologías y maestría en prácticas musicales modernas. Además, está por comenzar su doctorado en armonía modal y atonal.

Santos confiesa que sus obras las ha tomado de los matices y patrones rítmicos de temas de Honduras muy basados en la cultura hondureña. En sus composiciones recopila melodías de lugares donde viaja o de personas que ha conocido y las convierte en obras.

En su labor como docente en la UNAH-VS, Santos tiene una trayectoria de ocho años, donde inició como maestro y ahora ostenta el cargo de Jefe de Departamento de Arte en UNAH-VS.

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Para  Santos, ¨El enseñar es una gran responsabilidad, porque uno como facilitador del conocimiento que ha adquirido tiene la responsabilidad de trasmitirlo y también de uno mismo en actualizarse, me parce que es una labor que todo maestro de arte debe hacer, el poder inculcar en los estudiantes el aprecio o introducirlos a escuchar la música y no solamente la música popular, sino la música culta”.

Reconocimiento internacional a su obra

Recientemente en Madrid, España, la Orquesta Filarmonía interpretó su pieza NAGUTU, obra de Santos que está basada en el Banguidi o Bunda (Punta), ceremonias velatorios garífunas cuyo concepto es que se despide con alegría esa alma que van camino al seguiri que significa tierra de los antepasados garífunas.   

¨Me dio mucho placer que haya elegido esta pieza para tocarla en España como parte de las obras que ellos están tocando”, compartió Santos.

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Entre otras de sus composiciones esta una pieza que se llama Kguama, esa es la que más tiempo se ha llevado componiéndola, ya que es de las más difíciles de tocar por su compás. kguama es una pieza que hace referencia a un indígena cubano de una tribu.

“Todos los que quieren estudiar música deben tener mucho amor para esto, porque el camino de un artista aquí (en Honduras) es cuesta arriba, hay que luchar pero sí se puede hacer”, concluyó Santos.

 

ESCRITO POR: KATHYA TURCIOS