Escrito por: MSc. Maricela Alvarado Villa

En septiembre, los pasillos de Ciudad Universitaria se llenaban de un movimiento distinto: el ir y venir de artistas, la preparación silenciosa de escenarios, los ensayos que apenas se escuchaban detrás de las puertas, los colores de la danza y las notas dispersas de un ensayo musical. Así se siente el Festival Universitario para la Cultura, el Arte y la Identidad Nacional (FUCAIN): una suma de instantes que, aunque muchas veces imperceptibles, hacen posible que el arte se convierta en celebración compartida.

En medio de ese ambiente, el auditorio 2 del C3 se transformó en un espacio de encuentro, donde autoridades, docentes, estudiantes y familias se reunieron con un mismo propósito: presenciar un concierto que trascendió lo musical para convertirse en una experiencia profundamente humana.

“La Voz del Campus” no fue solo una gala, fue la materialización de un sueño compartido. Detrás de cada nota interpretada por la estudiante Andrea Almendares, se sentía el eco de horas de ensayo, el compromiso de los docentes del Departamento de Arte, el respaldo firme de las autoridades universitarias y la invaluable colaboración interinstitucional de la SECAPPH a través de la Orquesta de la Victoria.

El apoyo de la PhD. Anarella Vélez Osejo, Ministra de la SECAPPH, contribuyó a hacer posible esta colaboración interinstitucional, resaltando la importancia del arte en la construcción cultural de Honduras, aunque no estuvo presente durante el concierto.

Un papel fundamental lo tuvo la Facultad de Humanidades y Artes, bajo el liderazgo de su Decana, la PhD. Lidia Cálix, quien, además de ser autoridad, es artista y conoce desde adentro el valor transformador del arte y la fuerza con la que la música conecta con la identidad y la sensibilidad social.

Los aplausos estallaban como olas que se desbordaban en un auditorio repleto. Rostros emocionados, lágrimas discretas y sonrisas radiantes se entrelazaban entre familiares, amigos y compañeros, orgullosos de ver a Andrea elevar su voz y con ella, la identidad de toda una comunidad universitaria.

En cada interpretación desde la fuerza emotiva de Ángel, hasta la intensidad desgarradora de Tu falta de querer se reflejaba un proceso formativo sólido, acompañado de maestros que dejaron huella: la orientación vocal del Mtro. Juan Micheletti, la expresividad guiada por el Mtro. Edgar Valeriano, la dirección y arreglos musicales del Mtro. Leonel López, y el respaldo inicial del jurado calificador del concurso con el que comenzó este sueño.

Este concierto no fue solo un evento artístico; fue la confirmación de que la Facultad de Humanidades y Artes es un semillero de talentos que, con pasión y disciplina, fortalecen la cultura universitaria y nacional.

Al final, “La Voz del Campus” nos recordó algo esencial: el arte no es solo espectáculo, es también educación, identidad y esperanza. Andrea Almendares, con su talento, nos invitó a soñar en grande, mientras la música, una vez más, nos unió como comunidad.