Por Jessi Melissa Arita, Presencia Universitaria
En un artículo publicado en la revista StatNews, el destacado científico hondureño Sir Salvador Moncada propuso la angiotensina (1-7), como un posible heptapéptido activo del sistema renina-angiotensina para proteger los pulmones, por lo que la compañía en biotecnología, Constant Therapeutics, decidió contactarlo.
Contexto médico
A la hora de infección por coronavirus, el SARS-CoV-2 atraviesa la enzima ACE 2, convertidora de angiotensina II, que se encuentra en las células de los pulmones. El ACE 2 se encarga de regular la presión arterial y la inflamación, jugando un rol fundamental en el sistema renina-angiotensina (RAS).
Cuando la angiotensina II (un péptico que actúa sobre la corteza suprarrenal y libera la hormona aldosterona, que causa que los riñones retengan sodio, pierdan potasio y que se contraigan los vasos sanguíneos) se eleva, el ACE 2 convierte la angiotensina II en angiotensina (1-7), que se encarga de relajar los vasos sanguíneos y reducir la inflamación.
Para Sir Salvador Moncada, la angiotensina (1-7) juega un rol de protección y la angiotensina II afecta, por lo que el ACE 2 puede jugar un papel fundamental a la hora de encontrar un tratamiento para el COVID-19.
Al escuchar sobre la propuesta de Moncada, Constant Therapeutics decidió ponerse en contacto con él, ya que dicha compañía de biotecnología cree tener el medicamento adecuado, el TXA127, que es la formulación farmacológica de la angiotensina (1-7), para replicar los efectos del ACE 2.
Retos
Este mes la Universidad de Columbia realizará el primer ensayo donde participarán más de 100 pacientes con COVID-19 leve, comparando una dosis diaria de TXA127 y el placebo con el objetivo de prevenir los fallos respiratorios y la necesidad de asistencia respiratoria. Asimismo, se harán ensayos más amplios con 200 pacientes COVID-19 positivos que no requieran de cuidados intensivos.
Constant Therapeutics está planeando un ensayo registrando a pacientes COVID-19 positivos que necesitan oxígeno, pero que aún no están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), apostando que el TXA127 se pueda diferenciar de manera efectiva con el placebo para la prevención de daños pulmonares.
“Un porcentaje significativo de las personas que se recuperan no desarrollan síntomas agudos respiratorios. Eso significa que, para demostrar la potencialidad del TXA127, Constant va a necesitar registrar a un número amplio de pacientes o descifrar los casos de COVID-19 más probables a beneficiarse de la droga”, expresó Moncada, haciendo énfasis en que será un proceso arduo.
Por otro lado Anki Paten, una nefróloga en el Hospital Brigham de Mujeres en Boston, considera que la labor del ACE 2 es mucho más que solo crear la angiotesina (1-7), por lo que replicar los efectos beneficios conllevará mas trabajo que solo la infusión de la misma.
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