Portada Noticias CSUCA Investigación Científica Vinculación Internacionalización Salud Cultura Latinoamérica, epicentro de la pandemia con un sistema de salud deficiente: Sir Salvador Moncada
Moncada advirte que serán semanas difíciles para la región.

Por Elin Josué Rodríguez, Presencia Universitaria

Con un sistema de salud precario y con una economía golpeada, Latinoamérica se convierte en el epicentro de la COVID-19, advierte Sir Salvador Moncada, científico hondureño radicado en Londres, Inglaterra, y profesor invitado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Hasta el 22 de junio (ayer), los portales registraban más de dos millones de casos de COVID-19 en América Latina y el Caribe; Brasil es el país más afectado por esta pandemia en la región con más de un millón de casos confirmados, mientras que Perú se ubica en segundo lugar con más de 251 mil infectados, Chile, por su parte, ha registrado un total de 246,96 mil casos.

Dentro de los países más afectados por el nuevo tipo de coronavirus en América Latina también se encuentran Ecuador, México, Panamá, República Dominicana y Colombia.

Brasil es el país con más decesos por COVID-19, registrando más de 50 mil casos, mientras que México reportaba hasta el 22 de junio casi 22 mil fallecidos por esta enfermedad, cifras que convierten a Latinoamérica en el epicentro de la pandemia.

Sir Salvador Moncada, en una entrevista para el Vatican News, afirmó que lo más preocupante es que en América Latina aún no se han tenido picos de contagios, por lo tanto, aseguró que se esperan semanas muy difíciles para el continente, pues en algunos países el número de infecciones se está acelerando rápidamente.

El reconocido científico lamentó que, con pocas excepciones, casi todos los países de la región han manejado mal la situación, “desgraciadamente los países grandes -ricos- cuentan con gobiernos que no solo se prepararon para la emergencia sanitaria, sino que minimizaron los peligros que la infección tenía”, tal es el caso de los presidentes de Estados Unidos de Norteamérica y Brasil.

Aunado a la respuesta tardía por la mayoría de los gobiernos, Moncada recalcó que otro factor de crecimiento del contagio en el continente es el hecho que los sistemas sanitarios públicos dejan mucho que desear, “existe el sistema privado de salud, del cual solo disponen un reducido porcentaje de la población”.

Lamentó que América Latina tenga problemas graves de test para el diagnóstico, respiradores y equipo de bioseguridad para el personal médico, equipos y materiales que al no producirse se deben importar.

“El número de camas de hospital es de solo 2 por cada mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda por lo menos 5, ahora bien, ese número no refleja la realidad de acceso, pues cuenta con todas las camas incluso las de instituciones privadas cuyo acceso está cerrado para la inmensa mayoría de la población”, remarcó.

El nominado al Premio Nobel de Medicina por dos ocasiones sostuvo que lo que existe en Latinoamérica es un sistema privado de salud que sirve a una minoría, mismo que funciona a través de seguros y gasto privado, y una red de salud pública pagada por los Estados que ha sido desmantelada a través de los años, dando como resultado una mayoría de la población viviendo en un estado de salud precario, donde casi es inexistente la atención primaria y la vigilancia epidemiológica.

“Cuando existe una emergencia como esta -COVID-19- ni la gente ni los Estados están preparados, eso se ve claramente cuando se analiza la presente situación en la que los países con mejores servicios de salud pública están siendo mucho más efectivos en el control”, subrayó.

Amplió que en la región, en los últimos 40 años se ha descuidado la salud pública y se ha favorecido la medicina privada, invirtiendo una media del 6.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) “esto esconde una gran variación, pues va desde menos del 2 por ciento, el país que menos invierte, hasta casi el 12 por ciento el que más, los países ricos invierten mucho más que eso”, rescató.

Economía de subsistencia

Moncada argumentó que las cuarentenas o el confinamiento se pueden llevar bien en las colonias de la gente que tiene recursos, no en las vías de miseria, en donde muchos de los países cuentan con una economía informal arriba del 50 por ciento, es decir, una inmensa mayoría de gente viviendo de lo que produce o vende el mismo día, lo que hace imposible implementar medidas necesarias para contrarrestar la dispersión del virus.

“La mayor parte de los países del continente tienen una economía precaria, lo que dificulta la efectividad del confinamiento, pues muchos trabajan de manera informal, y viven del sustento diario, por lo mismo, decidieron que o mueren de hambre o de COVID-19, además no tienen recursos ni para lavarse las manos, pues carecen de agua, mucho menos para comprarse una mascarilla”, lamentó.

Ante esta situación de precariedad, Moncada aconsejó a los gobiernos para que diseñen medidas de rescate de la población, especialmente con algo de dinero y seguridad alimentaria, mientras dure el confinamiento.

Al finalizar, Moncada dijo que abrir la economía sería irresponsable mientras no se tenga sistemas de detección de la enfermedad, seguimiento de los contactos y aislamiento de los infectados.