Por Elin Josué Rodríguez, Presencia Universitaria
En el boletín económico N°7 “Propuesta de la política económica hacia un esquema de fomento a la inversión y la intermediación financiera para la recuperación económica ante la COVID-19”, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) expone que las medidas de política monetaria emitidas y orientadas a incrementar la liquidez de los fondos prestables a disposición del sector financiero no han tenido el efecto esperado en la demanda de crédito.
En el documento, la Máxima Casa de Estudios indica que la banca no ha sido capaz de dinamizar el financiamiento a los sectores productivos debido a las restricciones impuestas al mercado, donde existe un limitado acceso a recursos frescos para enfrentar la crisis al sector mipymes, sector agrícola, agrario, pesca, transporte, turismo y demás rubros.
De la misma manera, indica que los instrumentos de política monetaria impulsados por el Banco Central de Honduras (BCH), orientados a fortalecer el sector crediticio, no se han reflejado significativamente en el costo del dinero o tasa de interés como para estimular la demanda de crédito.
Remarca que, en estos momentos de reapertura, el suficiente acceso al financiamiento de las empresas es vital para su supervivencia, el mantenimiento de los empleos y su posterior recuperación económica.
Exceso de regulaciones
El documento oficial de la UNAH prevé que la política monetaria y crediticia puede no ser tan efectiva debido al exceso de regulaciones existentes, por lo que recomienda que la autoridad monetaria y crediticia elabore análisis macrofinancieros y escenarios de riesgo para definir claramente las acciones a tomar por el sistema financiero, orientadas a facilitar y agilizar el acceso al financiamiento de los sectores más necesitados.
Asimismo, indica que el apoyo para el sector mipymes y el sector informal de la economía es insuficiente, por lo que recomienda a las autoridades a diseñar mecanismos efectivos de inclusión financiera, que garantice acceso a financiamiento para capital de trabajo y para compra de bienes de capital.
Fortalecimiento
Es necesario el fortalecimiento de los mecanismos de garantía a instituciones financieras y a las empresas, sin embargo, de momento se debe continuar con las medidas de compensación por parte del Estado, remarca la publicación.
Bajo esa misma línea, el documento redactado por expertos en finanzas, economía y administración pública de la Máxima Casa de Estudios, indica que para facilitar el acceso al crédito de aquellas microempresas que por su naturaleza y por su escaso patrimonio no puedan acceder a un préstamo del sistema financiero nacional, sugiere el diseño de una estrategia integral de financiamiento a través de una red no tradicional de crédito.
Por otra parte, manifiesta que para enfrentar los efectos de la crisis y sentar las bases para la recuperación económica y el posterior emprendimiento de un proceso de desarrollo humano sostenible, cimentado en el crecimiento económico, mejoramiento de la producción y la productividad, tanto en las empresas como de los trabajadores, se debe buscar un modelo de desarrollo integral que supere el modelo improvisado y tradicional vigente por uno donde el sector financiero pueda incrementar su contribución a la economía mediante otras modalidades de financiamiento de la inversión productiva de manera más eficientes y a menores costos de acceso al mismo.
Principalmente, al sector monetario con énfasis en la banca comercial y al mercado de deuda pública básicamente a través de instrumentos de renta fija, por lo que es recomendable ampliar su accionar incluyendo en su planificación los mercados accionarios y de derivados, al igual que de títulos de garantía de activos, con lo que se diversificará las posibilidades de inversión hacia los diferentes sectores productivos de la economía.
El boletín económico N°7 de la Alma Máter, enfatiza que, por lo anterior, se deben rediseñar e implementar las bases legales y procedimientos para darle apertura y funcionamiento a los mercados accionarios y de derivados y de títulos de garantía.
Con estas iniciativas, las empresas que reúnan las condiciones y los requisitos establecidos podrán acudir directamente o mediante intermediarios autorizados a la venta de acciones y títulos a los inversores generando una transmisión de ahorros individuales y empresariales hacia la inversión productiva con costos financieros competitivos.
Destaca que esta modalidad permitiría fortalecer el capital productivo de las empresas existentes y además abrirá la posibilidad de creación de emprendimientos e innovaciones que inducidos por incentivos de política económica fomenten la participación de personas individuales, empresarios, instituciones sociales y gremiales (como los institutos de previsión públicos y privados) con el fin de canalizar sus ahorros hacia la generación de mayor producción con la consecuente mejora en el Producto Interno Bruto (PIB), la acumulación de capital nacional y generación de empleos.
De esta manera, el financiamiento del desarrollo económico y social del país no solo descansaría en el sistema financiero tradicional, el cual ha jugado un papel importante en el fortalecimiento de las diferentes actividades productivas, sino que el mismo estaría respaldado por otras formas de acceso a fondos de apoyo a la inversión.
Esto, según la publicación, abrirá un abanico de oportunidades de participación al gobierno, la misma banca tradicional, los empresarios y el público en general, promoviendo que sectores rezagados de la economía como microempresarios, sector informal y economía social puedan construir empresas accionarias con el fin de trabajar de manera más ordenada y segura en la búsqueda de su propio desarrollo económico.
Por último, la UNAH instó a las autoridades en materia monetaria y crediticia a coordinar sus políticas con la participación del sector empresarial, academia, sociedad civil y sector de la economía social, a fin de flexibilizar y hacer más ágil el acceso al crédito y a la inversión productiva, lo que requiere de una revisión del marco normativo que rige el mercado de valores, con el fin de contar con una estrategia integral nacional de financiamiento y de fomento a la inversión que llegue a todos los sectores y rincones del país, reorientándolas hacia actividades que generen empleo y riqueza, de tal manera que se evite el cierre masivo de empresas y la consecuente pérdida de empleos.
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