Informe de The Economist pronostica una contracción del PIB del 4.4% en Honduras
Por 60 años, The Economist ha trabajado en brindar información sobre las tendencias en economía, política y prácticas corporativas a nivel mundial.

 

Según un informe de la unidad de negocios independiente, The Economist Intelligence Unit, encargado de brindar pronósticos y asesoramientos económicos, en Honduras el producto interno bruto (PIB) real se contraerá en un 4.4% en 2020, reflejando la caída de la economía por la pandemia, recuperándose parcialmente en la segunda mitad del año.

Además del impacto interno por las medidas de confinamiento, Honduras también se verá afectado por el pronóstico de contracción en la economía del 2.9% de los Estados Unidos (EE UU), ya que es uno de los principales socios en inversión y comercio, así como fuente de remesas para los hondureños. Se espera que a finales de junio la economía de EE UU se empiece a recuperar, lo que tendría efectos positivos en Honduras, aunque una segunda ola de infección podría atrasar el proceso de recuperación de las economías.

En base a los pronósticos del informe, en el país aumentará el consumo por parte del estado en un 4.1% en 2020, alentado por gastos de coronavirus y se contraerá en un 1.5% de 2021 a 2022 cuando el país se reenfoque en seguir una prudencia fiscal por la pandemia.

El Gobierno central sufrirá un incremento de déficit del 6.7% del PIB, y de 2021 a 2024 disminuirá en un 3.1%; la unidad de inteligencia de la economía crecerá en un estimado del 3.2%. En 2020 el Banco Central de Honduras, con el fin de impulsar la demanda doméstica, podría mantener una posición pacífica y endurecer la política monetaria en 2021.

Inversión e inflación

En 2019, la inversión en el país disminuyó por factores económicos y sociales, y seguirá decayendo en 2020, donde el volumen de exportación responderá de forma negativa a una demanda débil de EE UU. Por otro lado, los volúmenes de importación se contraerán debido a una débil demanda doméstica por obtener productos del extranjero.

Las industrias maquileras serán fuertemente golpeadas por las medidas de cuarentena y una poca demanda de importación por parte de EE UU, asimismo se verán afectados los sectores de construcción, educación y otros servicios no esenciales.

Para los analistas de The Economist Intelligence Unit, a finales de 2020 se espera una inflación de precio de consumo anual de bajo del rango de objetivo del Banco Central de Honduras de 3.5% a 1.7% y un manejo de la depreciación del lempira va a prevenir las presiones inflacionarias a corto plazo. De 2021 a 2024 se espera que la inflación anual regrese al medio del rango de objetivo del Banco Central de Honduras de 4%.

En 2020 se espera que el actual déficit se amplíe, del 0.5% al 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB) por la débil demanda a nivel nacional e internacional.

Tendencias en la creación de políticas

Según el reporte, en 2020 Honduras creará políticas para aplanar el impacto económico y en salud pública por el coronavirus. Un financiamiento multilateral en la forma de préstamos concesionales por el Fondo Monetario Internacional (FMI) (como parte de su acuerdo de 2 años con Honduras) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), combinados a 202 millones de dólares promoverán un espacio para la expansión de medidas estimuladoras fiscales, por lo que los compromisos fiscales se han enfocado en proveer comida y otros suplementos esenciales para los sectores más vulnerables de la población, o apoyo a las pequeñas y medidas empresas.

Asimismo, el estado ha asegurado aprobación del Congreso para una ley económica de rescate, que incluye provisiones como aplazamientos (en la segunda mitad de 2020) del impuesto al valor agregado y contribuciones sociales por pequeñas y medianas empresas en sectores que no continúan operando durante la cuarentena, una única recaudación de impuestos equivalente al 10% de los gastos salariales para compañías que han mantenido los niveles de empleabilidad, beneficios de desempleo del 0.3% del PIB para trabajadores en el sector formal, que serán financiados por el empleador, el gobierno y sistema de seguridad social y la autorización de préstamos adicionales hasta 2.5 billones (10.2%) del PIB en 2020-21.

Repercusiones económicas y políticas globales

Según The Economist Intelligence Unit, el COVID-19, originado en Wuhan, China; afectará al 50% de la población mundial, donde los casos sintomáticos entrarán en estado grave y un 1% morirá. Asimismo, el índice de muerte dependerá de la capacidad de los sistemas nacionales de salud para detectar, rastrear y contener el virus.

Las consecuencias del virus serán severas, pero la cuarentena y las medidas de distanciamiento social serán necesitadas para contener el virus, por lo que se pronostica que las producciones globales se contraigan en un 2.5% y que el comercio global caiga en un 5.3%, como en el caso de los precios del petróleo, que serán en un 40% menos este año, estimado a $36 el barril. Las potencias como los países G7 y G20 experimentarán un año completo de recesión. En el caso de China, se pronostica un crecimiento real del PIB del 1% en el actual año.

En América latina, la mayoría de los países han respondido con expansiones fiscales para apoyar los negocios, aumentando el riesgo de crisis por deuda a mediano plazo, y aunque las medidas de confinamiento se empiecen levantar gradualmente, los países pueden sufrir una segunda ola de infecciones. Para esta región se pronostica una contracción en la economía del 5% en 2020.

Como otra consecuencia de la pandemia se destacan los cuestionamientos por parte de las poblaciones como respuestas a las acciones que los gobiernos tomaron durante la pandemia. “El impacto prolongado político y geopolítico de la crisis será significante. Los gobiernos se enfrentarán a un intenso escrutinio por sus respuestas. Un fallo en abordar la crisis humanitaria causada por el coronavirus podría erosionar la confianza en las instituciones nacionales. Una crisis económica severa, seguida por austeridad fiscal renovada y desempleos podría causar una nueva ola popular de protestas a nivel global”, detalló el documento.

The Economist Intelligence Unit

El Economist Intelligence Unit, unidad del grupo The Economist, por 60 años ha trabajado en brindar información sobre las tendencias en economía, política y prácticas corporativas a nivel mundial. Según su página web, esta unidad de negocios independiente brinda la información en cuatro maneras: a través de su portafolio digital actualizado a diario, a través de las suscripciones de productos impresos como boletines o trabajos anuales y por reportes de investigación y seminarios. Para más información sobre el informe, ingrese a la página https://country.eiu.com/honduras