Herramientas para aprender a vivir con el COVID-19
“Mientras dure, tenemos que aprender a aceptar la situación y a enfrentarla con todas las energías positivas”, expresó la experta.

Por Jessi Melissa Arita y Portal, Presencia Universitaria

La pandemia del COVID-19 ha simbolizado un cambio abrupto en el estilo de vida que anteriormente se conocía, y desde el confinamiento las personas han tenido que enfrentar los temores que representa esta enfermedad. Severos efectos psicológicos se pueden derivar si no se emplean las herramientas expuestas por los profesionales de la psicología.  

En ese sentido, en una entrevista con Café Presencia, Gladys Ferrera, psicóloga del área de Deportes de la Vicerrectoría de Orientación y Asuntos Estudiantiles (VOAE), compartió algunas recomendaciones psicológicas para aprender a vivir con la pandemia del COVID-19.

De manera inicial en la entrevista, Ferrera compartió el proverbio árabe “lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo”, dado que hace un tiempo atrás el COVID-19 era para muchos una palabra desconocida, o que no se creía iba a ser parte del diario vivir en el país; por lo que su impacto actual puede causar que las personas se estanquen en ese pasado, sin poder enfrentar la nueva realidad.

Muchos individuos están actualmente perdiendo energías, divagando en lo que ocurrirá mañana o en un corto, mediano o largo plazo sobre el proceso de la pandemia, lo que causa un desgaste y hace que se pierda el control.

Efectos psicológicos derivados de la pandemia

Para la experta, la pandemia puede desencadenar efectos psicológicos a nivel emocional, cognitivo y conductual. A nivel emocional puede surgir la irritabilidad, un estado de ánimo negativo, ansiedad generalizada, estrés, depresión y alteraciones emocionales que afectan la vida social; a nivel cognitivo las personas suelen sentir miedo ante el futuro, pérdida del interés en pensar, crear y hacer cambios en la percepción de utilidad de las medidas de contención.

Por otro lado, a nivel conductual se pueden presentar cambios en los hábitos alimentarios, descenso de la cantidad y calidad del sueño, aumento de conductas de abuso de sustancias y de sedentarismo, problemas de convivencia, incremento de conductas violentas o ideación suicida.

“Tenemos miedo a la infección, miedo a la pérdida del empleo al que lo tiene, y al que no lo tiene le suma otras consecuencias emocionales como el estrés postraumático; la ansiedad, pérdida de apetito, la muerte de un ser querido, la ansiedad por la salud ha aumentado, los duelos patológicos no resueltos, porque sabemos que perder un ser querido es difícil”, explicó Ferrera.

Asimismo, a nivel conductual se puede dar un incremento en los rituales de protección contra la enfermedad por la percepción de vulnerabilidad. Aunque si está bien el prepararse para evitar el contagio, las personas deben tener mucha precaución en que estos rituales no se vuelvan obsesivos.

Herramientas que se deben emplear

Ante todos los efectos psicológicos que se pueden desencadenar por la pandemia, existen ciertas herramientas que las personas pueden emplear para aprender a vivir con el coronavirus de una forma saludable, tanto física como mentalmente.

En primera instancia se debe evitar dar respuesta a todas las preguntas. “Nos colapsamos, nos llenamos de interrogantes a nivel psicológico a nivel mental, empezamos a culpar también a terceros y realmente está en nuestras manos no abrumarnos tanto de interrogantes. Somos adultos y tenemos que buscar respuestas a las preguntas que podamos, y a las que no, no estamos obligados a darle respuesta”, manifestó la experta.

Por otro lado, es importante que para que las personas eviten abrumarse, aprendan a canalizar y atender sus necesidades físicas, psicológicas, emocionales, profesionales e intelectuales, por lo que esta es una buena oportunidad para observar esas necesidades y desarrollarlas. Un ejemplo puede ser incursionar en el aprendizaje de un idioma, cosa que quizás antes de la pandemia no se había decidido hacer.

Las personas deben enfocarse en el aquí y el ahora. Aunque exista una situación que no se puede controlar y está fuera de las manos, no significa que las personas no tienen la oportunidad de hacer algo por su parte para ayudarse.

El organizar el tiempo, así como actividades del día a día que permitan un desarrollo integral es una herramienta positiva para implementar. Ante esto, la experta recomienda organizar el tiempo de forma adecuada para evitar caer en el estrés. Para las personas que deben ir a trabajar en su día de turno es recomendable que desayunen antes de salir de casa ya que de esa forma se evitar la manipulación con la cara al llegar al trabajo. ¿Pero que requiere esto? Levantarse más temprano y alistar los detalles de ese día de forma organizada.

Poner en práctica el afrontamiento activo es vital ya que no puede pensar que la vida regresará a como lo era antes, y se tendrá que enfrentar esa nueva normalidad. “Vamos a tener que salir a nuestras actividades cotidianas con distanciamiento, con medidas de seguridad, pero vamos a tener que hacerlo, ver la forma de ser proactivos en este proceso de afrontamiento, darle prioridad a la vida y mencionamos algo importante, la organización”, detalló Ferrera.

Una herramienta importante es ser expresivos con las personas con las que se tiene mayor confianza, ya que si las personas aprenden a sacar los miedos y preocupaciones, eso brindará fuerza para continuar y evitar una sobrecarga emocional.

Como otra de las herramientas se encuentra el sentido común, donde tiene que manifestarse la responsabilidad de cada individuo. Ahora se está dando más tiempo a la población para realizar las actividades en el exterior y muchas de ellas están abusando de ello, realizando reuniones sociales y encuentros innecesarios. El sentido común aplica en este contexto cuando se es consciente de la situación de riesgo que aún se está viviendo.

En caso de que todas las herramientas previamente mencionadas no hayan ayudado y que aún quede mucho por concretar, es importante buscar terapias psicológicas.

Estrategias de adaptación

Como estrategias de adaptación para el control del estrés destacan el realizar actividades psicoemocionales que ayuden a mantener la calma.

“Es aprender a respirar correctamente, hay muchas técnicas en Internet. Hay personas que les gusta hacer yoga, meditar, orar, cuidar las plantas, si te gustan las plantas, es una forma de distraerse también”, expresó Ferrera.

Asimismo, se deben ejecutar actividades de descarga física, como el caminar, correr, ir en bicicleta y actividades artísticas como costurar, arreglar la casa y pintar. Es importante realizar actividades que ayuden a expresar las emociones. Se puede buscar apoyo social a través de las redes sociales, con una llamada a un familiar o ser querido.

Por último, Ferrera resaltó que es vital que las personas aprendan a aceptar la nueva normalidad, viviendo el presente, aceptando lo sucedido en el pasado. “Mientras dure, tenemos que aprender a aceptar la situación y a enfrentarla con todas las energías positivas”, finalizó.