La Asamblea General de las Naciones Unidas destinó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, esta fecha representaría el día del año en el que la población mundial expresa su oposición a los abusos y sufrimientos infligidos a las generaciones mayores.
Entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de la tercera edad aumentará en un 38%, de 1,000 millones a 1,400 millones, superando en número a la juventud a nivel mundial, y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo, por lo que se requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
El maltrato a este sector de la sociedad es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo y es una contrariedad que merece la atención de la comunidad internacional.
Protección de las personas mayores durante el COVID-19
En el marco de la pandemia por el coronavirus y aunque todas las personas de cualquier edad corren el peligro de contraerla, los progenitores tienen un riesgo significativamente mayor de mortalidad y enfermedad grave después de la infección. Los mayores de 80 años mueren a un ritmo cinco veces mayor que el promedio, según las estadísticas.
Se estima que el 66% de las personas de 70 años o más tienen al menos una afección subyacente, lo que los coloca en un mayor riesgo de impacto severo por el coronavirus.
Las desigualdades globales significan que, ya antes del COVID-19, hasta la mitad de las personas mayores en algunos países en desarrollo no tenían acceso a los servicios de salud esenciales.
El maltrato de las personas mayores es un problema social que existe en los países en desarrollo y desarrollados y, por lo general, no se notifica suficientemente en todo el globo terráqueo.
Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.
¡Respetemos los derechos y la dignidad de las personas mayores!
La pandemia del COVID-19 está causando temor y sufrimiento indescriptibles a las personas de la tercera edad en todo el mundo.
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