El 48% de las personas con obesidad que contraen COVID-19 presentan mayores complicaciones
En Honduras un alto porcentaje de la población sufre sobrepeso.

Por Elin Josué Rodríguez, Presencia Universitaria

Todas las investigaciones relacionadas entre COVID-19 y obesidad que científicos han estudiado alrededor del mundo, demuestran que las personas con sobrepeso y obesidad tienen los mayores riesgos de contraer la COVID-19 y la tasa más alta de mortalidad.

Los primeros estudios publicados sobre los factores demográficos y clínicos relacionados con el pronóstico de la enfermedad SARS CoV2 no incluyeron datos como el Índice de Masa Corporal (IMC) de los pacientes, enfocando sus investigaciones en la edad y en algunas enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer como importantes factores de riesgo, sin embargo, en las últimas semanas la obesidad se ha hecho sentir.

La investigación “Individuos con obesidad y COVID-19: una perspectiva global sobre la epidemiología y las relaciones biológicas. Revisiones de obesidad”, desarrollada por los investigadores Popkin BM; Du,S y Green WD demostró que el riesgo de contraer COVID-19 para este grupo de personas es de 46.0%, con un riesgo de hospitalización del 113.0%, de estos un 74% requerirá Unidad de Terapia Intensiva y un 48% tiene altas probabilidades de morir.

Asimismo, el paper “Obesidad y COVID-19: por qué las personas con sobrepeso tienen más riesgo de enfermar gravemente”, publicado por The British Medical Journal (BMJ) indica que existe evidencia creciente que demuestra que la obesidad es un factor de riesgo para enfermedades graves y muerte por COVID-19.

El estudio detalla que “múltiples mecanismos podrían explicar la relación entre obesidad y COVID-19, entre ellos, la enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE-2), es decir, la transmembrana que el SARS-CoV-2 usa para la entrada celular, existe en grandes cantidades en personas con obesidad”.

Según los investigadores del artículo publicado en el BMJ, aún no está claro si este es el resultado de una mayor expresión de ACE-2 en los adipocitos de personas con obesidad o que tienen más tejido adiposo en general, por lo tanto, este tejido adiposo de las personas con obesidad puede ser un objetivo potencial y un reservorio viral para el SARS-CoV-2 antes que se propague a otros órganos como ha demostrado ser el caso de otros virus.

Alto riesgo

La nueva evidencia científica indica que la obesidad también puede alterar las respuestas inmunes, como se ha demostrado con el virus de la influenza, lo que lleva a una defensa debilitada del huésped y una mayor probabilidad de una tormenta de citoquinas con COVID-19.

De la misma manera, los investigadores hicieron énfasis de que la obesidad disminuye la función pulmonar a través de una mayor resistencia en las vías respiratorias y una mayor dificultad para expandir los pulmones.

El artículo “La obesidad como factor de riesgo en personas con COVID-19: posibles mecanismos e implicaciones” también sustenta los datos investigados por sus antecesores.

Datos generados en Francia de personas ingresadas con COVID-19 indican que los pacientes con obesidad severa (IMC ≥ 35) requieren con más frecuencia de ventilación mecánica invasiva, frente a los pacientes con peso promedio independientemente de la edad, el sexo, la diabetes y la hipertensión arterial.

En el mismo sentido, un estudio de 4,103 pacientes con COVID-19 en Nueva York asocia significativamente la obesidad con la necesidad de hospitalización y el estado crítico de los pacientes (cuidados intensivos, ventilación mecánica y/o muerte), independientemente de otras comorbilidades. En este estudio, la prevalencia de obesidad en los pacientes hospitalizados fue de un 40%, mientras que en el grupo de los no hospitalizados fue del 15%. Otro estudio reciente de 16,749 pacientes británicos confirma que la obesidad se asocia con un riesgo elevado de morir por COVID-19.

La Agencia EFE, citando al Ministerio de Salud de Perú, subraya que de las 20 mil muertes por COVID-19 hasta el 4 de agosto del 2020, el 85% padecía de obesidad.

Honduras

En Honduras existen estudios similares, Tirzo Israel Godoy, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) experto en nutrición clínica y encargado del área COVID-19 del Instituto Hondureño Cardiopulmonar conocido como El Tórax, resaltó que el 93% de los pacientes que han muerto por COVID-19 en su sala tenían problemas de sobrepeso y obesidad, “de 100 personas que mueren de coronavirus, 93 tenían obesidad, ese es el factor principal de complicaciones”, indicó el internista.

Por su parte Ethel Flores, nutricionista y epidemióloga de la Máxima Casa de Estudios, dijo que la obesidad es un factor de riesgo que agrava la enfermedad SARS-CoV-2 produciendo complicaciones que llevan a un alto porcentaje de muerte.

“La obesidad en sí ya es considerada una enfermedad, y en nuestros países en vías de desarrollo no la tratamos como tal porque tenemos por otro lado la desnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, hipertensión entre otras”, consideró la docente de la Cátedra Atención Primaria en Salud, de la Facultad de Ciencias Sociales.

La nutricionista destacó que la obesidad es una enfermedad silenciosa donde en México ya se le está nombrando “diabesidad” ya que la persona con obesidad tiene hiperlipidemia, colesterol alto, triglicéridos altos, diabetes, hipertensión, lo que hace más difícil la intervención médica por COVID-19 cuando las otras comorbilidades no se han tratado.

Flores estimó que en Honduras existe un porcentaje muy alto de obesidad, sobre todo en la zona norte del país donde muchas mujeres en edad reproductiva están padeciendo de sobrepeso u obesidad, lo que preocupa aún más a los profesionales del área.

La coordinadora del proyecto Familias y Comunidades Sanas aconseja que la población tiene que fortalecer el sistema inmunológico disminuyendo el consumo de azúcares, practicar dietas bajas en carbohidratos, consumir vegetales por lo menos tres veces a la semana al igual que las frutas.

La obesidad ha venido creciendo de manera desproporcionada en los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) avizoró que para el 2016 en el mundo habría unos 1,900 millones de personas mayores de 18 años con problemas de sobrepeso, de estos, 650 millones padecen sobrepeso, al 2020 sin duda existen datos más elevados.