Por Yuri Yadira Vargas Elvir, Presencia Universitaria
El Centro de Arte y Cultura (CAC), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), desarrolló este fin de semana el arteforo “Los nuevos contextos en la producción, promoción y educación artística”, como parte de su agenda para este mes de junio.
La referida actividad estuvo a cargo de Lidia Cálix, docente e investigadora en las áreas de intervención social mediante el arte y la cultura; Luz Baca, docente, artista y gestora cultural; Medardo Cardona, máster en artes visuales y educación, y Julio Méndez, historiador e investigador en temas de arte y estética, bajo la moderación de Joel Barahona, coordinador de la Unidad de Ates Visuales del CAC.
Durante su participación, los expertos analizaron los cambios durante la crisis sanitaria por COVID-19 en los diferentes sectores y los retos y desafíos que representa en materia de arte. Al respecto, resaltaron el papel que juega la virtualidad en la “nueva realidad”.
“La crisis sanitaria se extiende a una crisis social y en consecuencia a una cultural, que pese a que ha impuesto una serie de desafíos, también ha traído algunas oportunidades, como la de reinventar los espacios”, expresó Méndez.
“Esta realidad que estamos viviendo nos ha golpeado de una manera increíble y hemos dado un giro de 360 grados. El primer mes fue para reinventarnos un poco y ver cómo encajábamos dentro de la dinámica virtual para no perder los procesos no solo a nivel docente, sino también a nivel artístico”, acotó Medardo Cardona.
Al respecto, Luz Baca, quien se desempeña como docente en el Centro Universitario Regional del Litoral Pacífico (CURLP), señaló que la virtualidad ha formado parte de la vida cotidiana desde antes de la pandemia, como apoyo a la presencialidad. “La virtualidad ya estaba ayudándonos a los maestros a poder ofrecer retroalimentaciones, guías y especies de tutorías a nuestros alumnos”, dijo.
Los profesionales coincidieron en que la necesidad de utilizar plataformas digitales para poder continuar con su quehacer como educadores y artistas ha favorecido que se acorten distancias, se genere un diálogo más abierto y se reinvente el arte, pero también ha evidenciado muchas falencias.
“Muchos artistas han generado discursos potentes desde la precariedad y nos han representado desde condiciones mínimas”, expuso Cardona. En cuanto a lo que viene, señaló que hay que comenzar a generar comunidad, no de manera agrupada, sino de red, para fortalecer el sector y que todo lo que esté dentro pueda tener una vida orgánica, que pueda generar ideas y que estas tengan diversas opiniones y competencias.
“Yo sí creo que habrá una transformación en la manera en que hacemos arte, cómo concebimos el arte y cómo lo exhibimos”, enfatizó Julio Méndez en referencia a los cambios que desde ya se visualizan.
Por su parte Lidia Cálix, quien cuenta con un Doctorado en Artes Visuales y Educación por la Universidad de Sevilla, España, resaltó los aportes del arte a la salud mental de las personas, asegurando que “es terapia, es un paliativo”.
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