Xavier Orellana desarrolla el trabajo social como una filosofía de vida

Periodista Katherine Ramírez, Presencia Universitaria

La idea de incidir en una mejor sociedad a través del desarrollo de su profesión ha sido parte del proyecto de vida de Xavier Orellana, catedrático en la Carrera de Trabajo Social en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). 

Este modo de vivir inició hace más de tres décadas, cuando Orellana egresó de esta carrera y luego de viajar al extranjero a cursar la Maestría Latinoamericana en Trabajo Social, y al recibir conocimientos en esta profesión que le ha permitido apropiarse de sus proyectos, mismos que ejecuta en beneficio de su país. 

“Es una carrera al servicio de la humanidad, de las mayorías, no es una carrera con enormes ganancias, es una profesión de servicio que genera satisfacciones personales, su ser se siente conmovido cuando sirve, cuando ayuda a generar cambios de actitudes y comportamientos, la resolución de conflictos a transmitir experiencias, eso no tiene precio y todo profesional que elige esta carrera no debe equivocarse, debe pensar que tiene ese don de servicio, esa es la clave”, manifestó este profesor universitario. 

En 1995 inició su trayectoria como docente en la Máxima Casa de Estudios, vinculándose en proyectos de abordaje de familias con problemas de pérdida de valores, exclusión social y la atención de temas complejos como la salud y vivienda, entre otros; desde el plano institucional se ha desempeñado durante 17 años en los Juzgados de la Niñez de la Corte Suprema. 

“Nuestro cabello pinta muchas canas y es parte de un andar, he estado en el campo de los diplomados del desarrollo municipal, iniciado en la década de los 90; nosotros ya estábamos vinculados en los proyectos de desarrollo de planes estratégicos en conjunto con la Universidad de Monterrey en México, también en proyectos de formación continua, en procesos de intervención de la niñez infractora, sus derechos, vulnerabilidad de niños, riesgos, sociales  y metodologías de intervención, todos esos aspectos que guardan relación con la intervención de la niñez, desarrollo local y comunitario, para brindar una atención actualizada y de calidad a la población”, contó Orellana. 

Su formación ha sido permanente y acorde a los cambios sociales, manteniendo un espíritu revolucionario en la lucha por los derechos de las y los niños, jóvenes y adultos que más lo necesitan.  

Entre algunos proyectos en los que participó como trabajador social destacan Aldea SOS, el Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y las unidades del SANAA para servicios de agua potable con el fin de que varias colonias obtuvieran un manejo autónomo a través de juntas de agua. 

También "el Instituto de Profesionalización y Superación Docente (IPSD) de la UNAH nos apoyó para ser profesores mentores con la Universidad de Sevilla, formando parte de ese proyecto que duró dos años, en esta unidad nos apoyaban, nos daban seguimiento y pudimos culminar, así como apoyar a los nuevos profesores que vienen iniciando su carrera docente”, señaló el catedrático. 

“A lo largo de toda esta vida de academia de trabajo de intervención institucional he asumido el reto de ser el presidente del Colegio de Trabajadores Sociales, no cabe duda que si volvería a nacer, estudiaría lo mismo”, agregó. 

Trabajo Social 

Según la definición de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (IFSW, por sus siglas en inglés), el trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar. 

Estas funciones principales han sido asumidas por este docente profesional, y obteniendo una experiencia en el campo judicial que abarca el desarrollo de proyectos en organismos de cooperación internacional que han permitido el trabajo e intervención ante comunidades o grupos sociales que requieren apoyo o que están en situaciones de riesgo o emergencia humanitaria como un aporte para beneficio del país. 

En cuanto a lo académico, en su tiempo como docente Orellana motiva a los estudiantes a que asuman retos y se involucren en las políticas de bienestar social, a demandar desde sus comunidades, universidad y para la sociedad en general. “Debemos inculcarles a los jóvenes que sean más propositivos y proactivos, más humanistas y menos mercantiles, así como que estén constantemente actualizándose con especializaciones diversas porque el mundo globalizante demanda de un profesional íntegro para que asuman un pensamiento crítico sobre el contexto de nuestra realidad y que se articulen a problemáticas de barrio, colonia y país, que sea vinculante con las problemáticas para gestionar cambios”. 

Carrera 

La Carrera de Trabajo Social recientemente celebró su 50 aniversario de creación (30 de marzo 1973) con el desarrollo de diferentes actividades académicas, en las que Orellana forma parte desde hace más de 27 años brindando sus conocimientos.  

Durante el recorrido de 50 años de trayectoria académica, esta carrera ha ido evolucionando la impartición de conocimientos con la implementación de cinco planes de estudios de acuerdo a los cambios sociales presentados en este tiempo y actualmente se encuentra implementando su sexto nuevo plan de estudios ofertado a la comunidad universitaria con un aprendizaje que contempla 51 espacios formativos que pueden ser cursados en alrededor de cinco años. 

En la actualidad Orellana visualiza el desarrollo de un Doctorado en Trabajo Social para implementarse en la UNAH, y continuar trabajando con programas educativos, procesos metodológicos para que la enseñanza y el aprendizaje sean más adaptables a los nuevos cambios en la educación y puntualmente en la tecnología.