Periodista Hugo Espinal, Presencia Universitaria
Para continuar indagando sobre los símbolos nacionales, a propósito de las celebraciones en el Mes de la Patria, el máster en Historia Social y Cultural y profesor de la UNAH, José Manuel Cardona Amaya, realizó un abordaje histórico sobre el Escudo Nacional de Honduras.
El contexto histórico evidencia que la tradición moderna de utilizar escudos de armas como símbolos de un determinado pueblo o nación se remonta a la Edad Media europea, en donde surgió, aproximadamente entre los siglos XI y XII.
Sobre lo anterior, Cardona explicó: “En aquel entonces se trataba de ‘escudos de armas’ literalmente, es decir una iconografía pintada sobre un escudo que portaban los caballeros tanto en los desfiles como en el campo de batalla; estos escudos, que en un inicio representaban los logros personales de sus caballeros, fueron convirtiéndose en escudos familiares, y en determinado punto, en escudos de los feudos de los señores feudales”.
A consecuencia de esto, se sabe que los reyes otorgaban un escudo oficial a algún pueblo o jurisdicción, ya sea para servicios excepcionales prestados a la corona o para congraciarse con sus súbditos.
La invasión española a nuestro continente fue un contexto determinante para la práctica de utilizar escudos con heráldica, sobre esto, el profesor de la UNAH ejemplificó: “De esta época se pueden mencionar algunos ejemplos de escudos que aún se conservan, como ser el del cabildo de México-Tenochtitlán o el de la ciudad de Lima; también pueden mencionarse escudos personales, como el otorgado a Hernán Cortés, en su calidad del marqués del Valle de Oaxaca”.
Es importante resaltar que esta dinámica de utilizar escudos nacionales proviene de Europa, sin embargo, esto no quiere decir que los pueblos originarios americanos no hayan tenido expresiones culturales análogas; tanto la práctica de pintar sus escudos de guerra con ciertos símbolos presentes en el valle de México o los glifos emblemas de las ciudades mayas del período clásico son manifestaciones auténticas de origen independiente al europeo, sugirió el historiador.
Nuestro Escudo Nacional
Después de haber detallado ese contexto histórico, el profesor universitario explicó lo siguiente sobre el Escudo Nacional de Honduras: “La historia de nuestro Escudo inicia con la Asamblea Constituyente del Estado de Honduras en 1825. Para ese entonces, la otra asamblea, llamada Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas de Centroamérica, ya había decretado la Constitución Federal y había creado el escudo de armas de la Federación”.
Asimismo, compartió el siguiente dato: “El 13 de septiembre de 1825, la Asamblea Constituyente de Honduras presentó el proyecto de Escudo del Estado, que fue el siguiente:
“La comisión encargada de presentar el escudo de armas lo verificó. Ellas aparecen en un triángulo como la de la República, con solo la diferencia de que en lugar de la cordillera de volcanes que aquellas tienen, solo aparece un volcán entre dos castillos, sobre los cuales se levanta el arcoíris que cubre el gorro de la libertad, esparciendo luces, en el contorno del triángulo se escribirá esta letra de oro, Estado de Honduras de la Federación del Centro. El escudo será cubierto en parte superior con los cuernos de la abundancia unidos con un lazo por el cual asomarán dos saetas cruzadas. Todo el escudo descansará sobre una cordillera de montes, en donde aparecerán las minas, una barra de barrena, una cuña, una almádana y un martillo” (p.213).
Sobre lo anterior, comentó: “Esta propuesta se fue a discusión y el 21 de septiembre se decidió remover las saetas del diseño del escudo. En sesión del 3 de octubre de 1825, la Asamblea aprobó el diseño.”
También agregó: “Este escudo se aprobó durante la jefatura de Estado de Dionisio de Herrera, no fue su oficina la encargada de ver los diseños ni de aprobarlos; este derecho perteneció a la Asamblea Constituyente. El jefe de Estado solamente rubricaba lo mandado por la Asamblea. Así que, la aprobación del primer escudo de armas de Honduras, que es casi el mismo que el actual, debe atribuírsele a la Asamblea, cuyo presidente era, para esa fecha, José Rosa de Izaguirre”.
Elementos del Escudo Nacional
El máster en Historia Social y Cultural, José Manuel Cardona, detalló que “el contexto histórico en que se diseñó el Escudo Nacional de Honduras influyó en los elementos que se incluyeron. Ciertamente, hay un esfuerzo por alejarse de los tradicionales escudos monárquicos europeos y de su iconografía, porque en aquella época, tan cercana a la independencia, las monarquías europeas representaban el pasado oscuro de la época colonial”.
Existe un acercamiento al aspecto descriptivo, es decir, que el escudo nacional demuestre los elementos nacionales para dar a conocer el país. Por esta razón, el escudo de Honduras incluye árboles, montañas, minas y herramientas de trabajo, para que, desde un punto de vista didáctico, el espectador comprenda que estos son recursos que se encontrarán en el país.
A lo anterior, agregó: “El volcán es una referencia geográfica, pero también es un diálogo con el escudo de la Federación de Centroamérica que tenía cinco volcanes. Originalmente, sobre el volcán había un gorro frigio, elemento adoptado como símbolo de los revolucionarios franceses de 1789, y después por el resto de republicanitas del mundo; que simbolizaba los ideales ilustrados de aquel tiempo. Actualmente, este gorro frigio ha sido sustituido por un sol, que no acarrea la misma interpretación política que el gorro frío, pero que sí demuestra este ideal de la “luz del conocimiento”, que también se muestra en el escudo de la UNAH.”
Registros del creador
Además, de esto, existe desconocimiento sobre los registros de quién fue el preciso creador del Escudo Nacional de Honduras, respecto a esto, Cardona narró que “se sabe que estos diseños se hacían mediante contratos externos, cómo sucedió, por ejemplo, con una serie de retratos de personajes históricos que encargó el mismo Congreso”.
Conexión histórica
Finalmente, es sabido que conocer nuestros símbolos nacionales, sus orígenes, sus elementos y las explicaciones que se les dan, nos conecta con una realidad histórica anterior, con una visión de Honduras que se tuvo en un tiempo determinado.
En tal sentido, el licenciado en Historia reconoció que “los elementos que contiene el escudo nacional fueron fijados hace 199 años y responden a las visiones que a inicios del siglo XIX se tenía de la nación; claro que, con el pasar de los años, con el crecimiento del sistema educativo y con la reproducción del escudo en la iconografía nacional, este ha ganado un espacio en la mentalidad de los hondureños y muchos lo consideran un elemento insustituible del imaginario nacional”.
También ratificó lo siguiente: “La historia no es estática y los símbolos cambian. A veces el cambio no se percibe visualmente, sino que es un cambio de significado que las personas dan a los objetos, y en otras ocasiones, sí se gesta un cambio iconográfico. La historia dirá qué le sucederá al escudo de Honduras en las décadas venideras”.
El máster en Historia Social y Cultural y profesor de la UNAH desde el 2015, José Manuel Cardona Amaya, es el autor del libro cuyo nombre es: “De la Independencia de Centroamérica a la Primera Constitución del Estado de Honduras 1821-1825”, el cual fue publicado por la Secretaría de Educación del Estado de Honduras.
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